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Café o té: ¿Qué es mejor?

El café y el té son las bebidas más populares en el desayuno alrededor de mundo. Pero cada una tiene unos beneficios, así que ¿Cuál es mejor?

El café y el té son las bebidas más populares en el desayuno alrededor de mundo. Pero cada una tiene unos beneficios, así que ¿Cuál es mejor?
granos de café, taza, taza de café | Pixabay/CC/pixel2013

Todo el mundo tiene sus bebidas preferidas o aquellas que bebe más, si se hiciera una encuesta al 100% de la población mundial las tres primeras serían el agua, el café y el té. Las dos últimas no siempre en ese mismo orden.

Que el agua es la bebida más saludable que existe no hay duda, pero, la eterna pregunta es: entre el café y el té ¿Cuál de los dos es más saludable? Sin embargo, esta pregunta es complicada de responder ya que se tienen que analizar cuestiones como los beneficios y las contraindicaciones de cada uno de ellos. Además, hay algo a tener en cuenta y es que todo el mundo sabe que el café tiene cafeína y el té, teína. Sin embargo, lo que muchos ignoran es que, al final, se trata de la misma molécula de idéntica composición aunque extraída de plantas diferentes y, por lo tanto, con distintas propiedades.

Por ello, durante años al se le ha alabado por sus propiedades adelgazantes, del café siempre se ha destacado su poder para despertarnos, mejorar nuestra concentración y elevar nuestros niveles de energía a lo largo del día.

Antes de bucear en la propiedades de uno y otro, hay que conocer ¿Qué es la cafeína? La cafeína es un alcaloide del grupo de las xantinas que actúa como una sustancia psicoactiva, estimulante del sistema nervioso central y, claramente, está más presente en el café que en el té. De hecho, el café tiene entre 80 y 190 mg de cafeína por taza mientras que el té solo entre 15 y 70 mg.

La preparación más sana

La preparación del té y el café también influye en las propiedades saludables. Es por ello que hay maneras especiales de prepararlo para beneficiarnos de todas las propiedades.

Para que el té desarrolle su efecto preventivo contra el cáncer y las enfermedades vasculares debe tomarse sin leche, esto es porque la caseína contenida en la leche impide absorber las propiedades curativas.

También influye el tiempo de reposo del té. Si las hojas del té permanecen en el agua durante poco tiempo, se disuelven menos taninos. Sin los taninos, la cafeína se absorbe más rápidamente y el té tiene un efecto más estimulante. En cambio, si el té reposa durante más tiempo, tiene un efecto calmante. Como el té negro contiene menos taninos que el té verde, es un excelente estimulante.

La forma más saludable de preparar el café es el clásico método de elaboración manual. En una cafetera automática, el agua sale con mucha presión y alta temperatura a través de los granos de café. Durante este proceso se pueden disolver sustancias amargas, ácidos y alcaloides. Con el café hecho a mano, estas sustancias permanecen en el grano de café y el café se tolera mejor.

Beneficios del café

Los beneficios que conlleva su consumo moderado son innegables y están más que demostrados científicamente. Aquí va una lista de los más reconocidos:

  • Mejora nuestra salud cardiovascular. El café ha demostrado no solamente ser beneficioso para el corazón, sino que incluso ha pasado a poseer un potencial protector según diversos estudios. Por ejemplo, a nivel metabólico, se ha demostrado que el café puede mejorar la resistencia a la insulina, disminuir la acumulación de grasas e incluso disminuir el riesgo de sufrir diabetes tipo 2 a largo plazo tan solo consumiendo alrededor de dos tazas de café al día
  • Ayuda a prevenir la aparición de diabetes tipo 2, al regular los niveles de azúcar en sangre
  • Disminuye la probabilidad de padecer algunos tipos de cáncer, como los de mama, próstata o hígado
  • Contribuye a movilizar la grasa corporal
  • Mejora la actividad muscular
  • Disminuye la sensación de sueño y fatiga
  • A nivel neurológico, ayuda a mejorar la memoria a corto plazo y potencia los efectos de los analgésicos en el organismo
  • Ayuda a combatir la aparición de enfermedades degenerativas como el Alzheimer
  • Se ha constado su eficacia en la prevención de formación de cálculos biliares
  • Su consumo incide en la mejora de las habilidades psicomotoras que necesitamos para, por ejemplo, conducir y también mejora potencia nuestro rendimiento deportivo

Para poder aprovecharnos de todos los beneficios de la cafeína del café hay que recordar que se recomienda tomar una dosis baja o moderada. ¿De qué cantidades estaríamos hablando? De 200 mg en las dosis bajas y, entre 200 y 400, moderada. O, dicho de otra manera, se aconseja no tomar nunca más de cuatro cafés al día. Aunque los niveles de cafeína dependen, claro está, del tipo de café y de cómo lo hayamos hecho.

Beneficios del té

Sea el tipo que sea, las propiedades cambian según el tipo de té, todos tienen catequinas que forman parte de los flavonoides. Son una serie de sustancias que se caracterizan por sus poderosos efectos antioxidantes y, por lo tanto, valiosísimas para la prevención de enfermedades cardiovasculares y la reducción de los niveles de colesterol, entre otros beneficios.

Además de estimulantes, el té verde y el negro son muy eficaces para reducir los niveles del colesterol y ayudan a disminuir la tensión arterial. Más concretamente, el verde es un valioso aliado para la salud de los huesos, ayudando a prevenir la osteoporosis. De igual modo, está más que probado que reduce el estrés, potencia la quema de grasas, mejora el rendimiento físico hasta en un 24% e, incluso, ayuda a prevenir la aparición de diversos tipos de cáncer.

Según declaraciones del año 2015 de Howard Sesso, profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard, la presencia de catequinas y epicatequinas -flavonoides-, otorgarían a esta bebida el potencial para reducir la aterosclerosis, por lo que se reduciría el riesgo cardiovascular. Concretamente, el té verde tendría más flavonoides que el té negro, y ambos poseerían una cantidad de cafeína de alrededor de 20-45 mg por taza.

Por otro lado, un trabajo publicado en la revista Nutrition Research en 2009 sugirió que el té verde en concreto ayuda a mantener la salud ósea y prevenir la osteoporosis, tanto en hombres como en mujeres. Según dicho trabajo el té mejoraría la densidad mineral ósea, disminuyendo el riesgo de fractura, gracias a su contenido en flavonoles.

Por su parte, y a pesar de contener teína, un trabajo publicado en Nutrients en 2017 sugirió que el té verde no solo es capaz de reducir el estrés, sino que también puede mejorar la calidad del sueño, dado que contiene una menor cantidad de cafeína que el café y los polifenoles del mismo disminuyen su absorción.

Así mismo, en cuanto al rendimiento físico se refiere, la cafeína del café no es la única capaz de poder otorgar beneficios. Un estudio publicado en el American Journal of Physiology aseguró en su momento que los antioxidantes presentes en el té también colaboran en la quema de grasas y pueden mejorar el rendimiento físico hasta un 24%.

Si nos centramos en la prevención de enfermedades, el té no se queda corto respecto al café, ya que según otro trabajo publicado en el American Journal of Clinical Nutrition habría sugerido que los antioxidantes del mismo podrían disminuir el riesgo de sufrir cáncer de ovario.

Finalmente, y en relación al potencial del té para quemar grasas, varios trabajos habrían dudado su potencial para ayudar a perder peso. Por un lado, una revisión Cochrane de 2012 sugirió que el potencial del té verde es poco significativo a la hora de perder peso. Dicha revisión fue analizada y corroborada posteriormente por el Canadian Pharmacists Journal en 2014. Aún así, cabe destacar que la toma de té sí se ha relacionado con un mejor estilo de vida en general, aunque el beber té por sí solo no sería suficiente para ayudar a la mejora de dicho estilo de vida.

Conclusión

La conclusión final que se puede extraer de esta comparativa entre ambas bebidas es que depende. Tanto el café como el té, en su justa medida, han ido demostrado diversos beneficios para la salud en áreas muy diferentes. Es posible que el café haya experimentado una mayor cantidad de investigación en los últimos años, pero es imposible resumir el conocimiento científico de ambas bebidas en tan poco espacio.

Como siempre, se deben interpretar todas estas conclusiones con cuidado, dado que ninguna bebida ni ningún alimento por sí mismo suelen implicar grandes beneficios para la salud sino que se debe pensar en el estilo de vida al completo. Aunque tendemos a pensar que las sustancias contenidas en el café o el té son diferentes, dado que las llamamos cafeína o teína, la realidad es que no lo son: se trata de la misma sustancia, pero originada en plantas diferentes. De hecho, el guaraná también contiene cafeína, aunque se le llama guaraína.

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