Lucir un cutis suave como la seda es un objetivo que todos y todas se han planteado cuando se llega a cierta edad. Para ello, el primer paso es mantener el rostro en perfecto estado y, después, tratar de mantenerlo el máximo tiempo posible. Por eso, lo ideal es empezar con una limpieza en el rostro que ayude a darle un aspecto más joven y luminoso y hacerlo de manera rutinaria.
Lo más adecuado para la piel es cada cierto tiempo realizar una limpieza facial casera en profundidad para poder cumplir este objetivo. Pero en algunos casos es imprescindible recurrir a un tratamiento de limpieza de cutis profunda de manos de un profesional para tratar esas imperfecciones ante las que poco o nada puede uno hacer con sus propias manos. Una buena limpieza facial casera es uno de los tratamientos faciales esenciales en el cuidado diario de la piel, tanto por higiene como para mantenerla más luminosa.
La teoría es sencilla, hay que limpiar la piel al despertarse, antes de maquillarte. Y nunca irse a dormir maquillada. Por mucho que cueste, siempre hay que desmaquillarse y lavarse la cara antes de dormir, la pie lo agradecerá.
Una cosa está clara: ninguna piel puede estar perfecta si no se limpia a conciencia. Se pueden tener los mejores productos para una limpieza facial profunda, pero si no se saben utilizar adecuadamente su uso será en vano. ¿Es posible, entonces, realizar una rutina de limpieza facial diaria en pocos pasos? Sí, por supuesto. Para ello, tan solo es necesario seguir un protocolo de higiene y tener a mano algunos productos imprescindibles.
El cutis necesita una rutina de limpieza facial diaria pero, además de esto y para tener una piel bonita y radiante, es conveniente hacer una limpieza facial profunda y reparadora al menos una vez por semana o una vez cada 15 días si se tiene la piel sensible o seca. Con esta limpieza facial profunda se eliminan los puntos negros, obstrucciones de poros y se favorece la correcta regulación del sebo en el rostro.
Limpieza facial profunda de la piel
- Desmaquillarse
Toda piel que se precie debe desmaquillarse al final del día. Hay que tener presente que el maquillaje es como una capa que cubre la piel y que no la deja respirar con soltura, por ello, de no limpiarse, el maquillaje podría obstruir los poros y envejecer la piel de forma prematura.
Para evitar esto, uno se puede desmaquillar de varias formas, aunque la más recomendable para una primera limpieza de la piel es usar limpiadores faciales con base aceitosa, ya que retiran mejor los restos y residuos que deja el maquillaje en la piel
Por ejemplo, si se es adicta al maquillaje waterproof, para una limpieza profunda y reparadora, es mejor que se utilicen aceites bifásicos para desmaquillar las pestañas, sobras de ojos o cejas, ya que son mucho más efectivos que otros limpiadores faciales. Para retirar el limpiador pueden usarse discos desmaquillantes o una toalla facial semihúmeda. Ésta última es recomendable para las pieles secas.
- Limpiar la piel
Toca la segunda limpieza. Para esta hay que elegir un limpiador facial de base acuosa para eliminar los restos de impurezas que hayan podido quedar. Para esta se puede optar por leches limpiadoras, jabones faciales, agua micelar para pieles sensibles o incluso un desmaquillante casero.
Una vez que se haya elegido el limpiador, es tan sencillo como aplicarlo sobre la piel con los dedos y hacer masajes circulares durante un minuto. Tras esto, retirarlo con un disco desmaquillante húmedo.
- Exfoliar la piel
Antes que nada, hay que saber que es aconsejable exfoliar la piel una vez por semana si se tiene la piel mixta o grasa y, una vez cada quince días en el caso de que la piel sea sensible o seca. En el caso de que la piel sea muy seca, lo mejor es consultar con un dermatólogo la frecuencia y duración de la exfoliación.
A partir de este dato, se puede elegir el exfoliante facial que mejor se adecue a cada tipo de piel. Hay que recordar siempre que la elección debe hacerse en torno a cómo sea la piel (grasa, mixta, seca o normal) y hacer una prueba para prevenir reacciones adversas. La exfoliación es importante para quitar todos los puntos negros, regular la producción de sebo y, en líneas generales, desintoxicar la piel de todos los mejunjes que se utilizan a diario.
- Aplicar tónico facial
Cuando la piel esté limpia y exfoliada, hay que aplicar un tónico facial para calmarla y cerrar los poros abiertos. Uno de los tónicos que mejor se adapta a cualquier tipo de piel es el tónico casero de agua de arroz.
La forma de aplicación del tónico es muy sencilla. Si es en formato aerosol hay que situar el bote a 20 centímetros del rostro y rociar en forma de cruz. Si el tónico es en formato normal, hay que aplicar un poco sobre la palma de la mano y después pasarlo al rostro con ligeros toques.
- Aplicar sérum
Después del tónico facial, se debe aplicar sérum facial. Si nunca se ha usado uno hay que saber que los sérums faciales son productos que contienen una concentración superior de ingredientes activos que hidratan la piel y combaten la aparición de arrugas, manchitas y pequeñas líneas de expresión.
Si nunca se ha usado y ya se tienen más de 25 años, es el momento perfecto para incluirlo en la rutina de belleza. El motivo es que, a partir de los 25 años, la piel deja de generar colágeno en abundancia, por lo que es necesario ayudarla. En este paso, se puede aplicar el serum con los dedos o hacerlo con un rodillo facial de jade, un masaje rejuvenecedor asiático que se llama Gua Sha.
- Aplicar una mascarilla facial hidratante
Como lo que se quiere es reparar la piel, mimarla y, sobre todo, hidratarla, es fundamental que se cuente con una mascarilla hidratante y reparadora. Las mejores son las mascarillas faciales tipo tissue, que vienen con diferentes ingredientes y que se adaptan perfectamente a la forma del rostro.
¿En qué momento va la mascarilla? Tras aplicar el sérum, hay que dejar que la piel repose unos segundos y, a continuación, aplicar la mascarilla facial hidratante por el tiempo que se indica, que suele ser una media de 5-10 minutos. Si además utiliza ingredientes como el aceite de almendras, aceite de jojoba o el ácido hialurónico, la hidratación está más que garantizada.
- Aplicar contorno de ojos
¿Sabías que la piel del contorno de los ojos es más fina y delicada que el resto de tu cutis? De ahí que sea importantísimo saber cómo proteger y cuidar las ojeras. Cuando se tenga a mano un contorno de ojos, hay que aplicar con la yema de los dedos dando ligeros toquecitos. Con esta acción se previenen las arrugas y patas de gallo. Hay que dejar que el producto penetre durante unos segundos antes de aplicar la crema hidratante o antiarrugas.
- Aplicar la crema hidratante
Como en toda rutina de skincare como uno de los pasos finales, debe aplicarse crema hidratante o tu crema facial antiarrugas. Hay que recordar también que las cremas antiaging solo deben usarse tras rebasar los 30 o 35 años.
- Aplicar crema solar
No hay que salir nunca de casa sin haberse aplicado crema solar, da igual que sea verano o invierno. Si se está buscando tener una piel bonita, cuidada y muy jugosa siempre hay que llevar protección solar. Además hay que tener en cuenta que la piel se enfrenta a diario con las condiciones climatológicas y la contaminación medioambiental.
Tras estos nueve pasos se puede perfectamente maquillar la piel. Por supuesto, no hay que olvidar que, por la noche se debe lavar la cara y retirar los residuos de cualquier producto que se hayan aplicado sobre el rostro.