El Calendario de Adviento es una tradición que se ha arraigado en muchas culturas alrededor del mundo, y su origen se remonta a varios siglos atrás en Europa. Esta costumbre tiene como objetivo principal marcar el período de Adviento, que comienza oficialmente cuatro semanas antes de Navidad, concretamente el cuarto domingo previo a esta fecha.
Pero hay que saber que la palabra Adviento proviene del latín "adventus," que significa "venida" o "llegada", por ello, en el contexto cristiano, el Adviento simboliza la preparación y la anticipación de la llegada de Jesús, por lo que esta época se caracteriza por la reflexión, la oración y la espera alegre del Salvador. El Adviento hace referencia al inicio del Año Litúrgico, empieza el 30 de noviembre y termina el 24 de diciembre y es el período de espera y de preparación para la Navidad.
No obstante, aunque cada confesión tiene su particularidad, el adviento es una celebración común en prácticamente todas las comunidades cristianas, desde la Iglesia católica hasta la anglicana, pasando por las ortodoxas y las protestantes. Durante el periodo de adviento se coloca en algunas iglesias y en muchas viviendas la popular corona de adviento, una corona de ramas de pino con cuatro velas, una por cada uno de los domingos de adviento y que se corresponde, según algunas tradiciones, a una virtud que mejorar esa semana: el amor, la paz, la tolerancia y la fe.
Actualmente, el calendario de Adviento es una de las tradiciones navideñas que llenan las tiendas y comercios durante estas fechas, un regalo que hace especial ilusión a los más pequeños. Sin embargo, las diferentes marcas han adaptado sus productos y cada vez son más las que sacan su propio calendario de Adviento. Así, se pueden encontrar calendarios que contienen chocolatinas, diferentes dulces, productos de maquillaje, pequeños juguetes, joyas o productos cosméticos, entre otros. Pero, ¿Cuál es el origen de estos calendarios?
El origen de los calendarios de Adviento se remonta a finales del siglo XIX en Alemania. La primera forma de este calendario no era como se conoce hoy en día, sino más bien una cuenta regresiva religiosa, más concretamente, los niños alemanes marcaban cada día con una cruz en la pared o encendían una vela en un candelabro especial. A medida que se acercaba la Navidad, esta práctica ayudaba a los niños a mantener viva la emoción y la devoción durante el Adviento.
Algunas familias ponían una corona de muérdago con cuatro velas, e iban encendiendo una cada domingo anterior a la Navidad. Esta corona de Adviento se conoce como Adventskranz, que permanecerá en las casas hasta el día 24 de diciembre, que se denomina en alemán der Heilige Abend. Ese día se monta el Tannenbaum o árbol de Navidad, y desaparece la corona.
Cuando esta costumbre se afianzó, se renovó también y en 1902, la Librería Protestante de Hamburgo lanzó al mercado el primer calendario de Adviento impreso y un año después, el editor Gehard Lang empezó a vender imágenes navideñas coloridas para ser recortadas y pegadas en las veinticuatro casillas del calendario. Años después, el propio Lang introdujo 24 ventanas que se abrían y contenían un pastel e imágenes con paisajes invernales o árboles de Navidad, con lo que inició la tradición de 24 puertas y 24 sorpresas antes de la llegada de la Navidad. Pero no es hasta los años cincuenta cuando se produce la aparición de los calendarios con chocolate dentro, que se volvieron un producto de consumo masivo y una tradición muy arraigada en Alemania.
Con el tiempo, el Calendario de Adviento se volvió menos religioso y más comercial y las ventanas comenzaron a revelar chocolates, juguetes pequeños o incluso joyas en lugar de imágenes religiosas. Esta adaptación permitió que la tradición se extendiera a personas de todas las creencias y edades, convirtiéndola en una forma universal de contar los días hasta la Navidad.
Hoy en día, el Calendario de Adviento se ha convertido en una tradición popular en todo el mundo, pero la esencia de la tradición sigue siendo la misma: la anticipación, la alegría y la preparación para la celebración del nacimiento de Jesús y la temporada navideña.
¿Qué sorpresas se pueden incluir en el calendario de Adviento?
Originalmente, el calendario de Adviento no incluía ningún objeto en su interior y su único objetivo era el de servir como cuenta atrás hasta el día de Navidad. Sin embargo, incluir sorpresas o dulces añade emoción a esta tradición, sobre todo para los más pequeños. Por ello, puedes rellenar las cajitas con chocolates, dulces, velas, fragancias, aceites relajantes y pequeños productos típicos de esta época del año.