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Usos y propiedades de la menta

La menta se ha utilizado desde la antigüedad para aliviar síntomas de problemas y enfermedades. ¿Para qué sirve? ¿Cuáles son sus beneficios?

La menta se ha utilizado desde la antigüedad para aliviar síntomas de problemas y enfermedades. ¿Para qué sirve? ¿Cuáles son sus beneficios?
Basel and Mint Pot | Unsplash/Misael Chavez

La menta es una planta aromática enormemente versátil que actualmente se puede conseguir en todo el mundo, pero es originaria de la región mediterránea. Hay que tener claro que, a pesar de ser una planta aromática, sus usos van más allá de dar sabor a las comidas o infusiones ya que ofrece una serie de propiedades beneficiosas para la salud y tiene una amplia gama de aplicaciones. Pero, ¿Cuáles son sus beneficios? ¿Cómo y en qué puede usarse la menta?

La menta, conocida científicamente como "Mentha", tiene raíces en la mitología griega, ya que se dice que proviene del nombre de una ninfa amante de Plutón. A lo largo de la historia, se ha propagado por todo el mundo, adaptándose a diferentes climas y regiones. Con más de 25 subespecies de plantas en la misma familia, como la hierbabuena y la menta poleo, la menta se ha convertido en una de las hierbas aromáticas más populares y versátiles.

Sin embargo, la menta también posee multitud de beneficios nutricionales. De hecho, en el pasado, se empleaba con fines medicinales, sobre todo en lo que a enfermedades digestivas y respiratorias se refiere. La menta tiene propiedades antiinflamatorias, expectorantes, antisépticas, analgésicas, antibacterianas o antitusivas, entre otras, pues la lista es mucho más extensa. Por ello, esta hierba es apreciada en todo el mundo por su sabor refrescante y sus aplicaciones en la gastronomía, la medicina y la cosmética.

Hablando estrictamente de la planta, hay que saber que la menta es una planta vigorosa que crece rápidamente en tierra y en lugares húmedos. Puede formar matas de hasta medio metro de ancho y produce flores de color violeta o blanco a medida que se desarrolla. Esta planta se adapta fácilmente a diferentes climas y se puede cultivar tanto en jardines como en macetas en casa, aunque requiere cuidado para evitar la exposición excesiva al sol o la falta de riego. Además, es importante distinguir entre tres tipos de planta comúnmente conocidas como menta: la menta piperita, la hierbabuena y la menta poleo. La primera es muy aromática y de un verde más pronunciado que la hierbabuena. Su aroma es más intenso, fresco, anisado y un punto picante, de ahí su atributo como ‘piperita’.

Por su parte, las hojas de la hierbabuena son más rugosas y sus propiedades son básicamente digestivas. La hierbabuena es la única variedad que posee propiedades curativas, ya que está especialmente indicada para los trastornos y espasmos digestivos. Es muy aromática y digestiva, de hecho los árabes la ponen generosamente en su té verde para facilitar sus digestiones. Y la menta poleo es un tipo de menta cuyos beneficios se limitan, sobre todo, a facilitar la digestión y se ingiere en forma de infusión.

A la hora de consumir menta hay que tener en cuenta que una de las características más destacadas es su contenido nutricional. Esta planta es rica en vitaminas A, C y del grupo B, así como en minerales como hierro y potasio. Además de su uso en la cocina y las infusiones, se pueden aprovechar sus aceites esenciales para aplicaciones externas. Pero, ¿En qué beneficia la menta a la salud?

  • Para el aparato digestivo: La menta es conocida por ayudar a aliviar problemas digestivos, como flatulencias y dolor estomacal. Además, estimula la secreción de jugos gástricos y enzimas pancreáticas, lo que facilita la digestión y alivia las náuseas. Sin embargo, se recomienda su consumo con moderación para evitar irritaciones estomacales.
  • Para el hígado e intestinos: La menta se utiliza para estimular la función hepática y aumentar la secreción de bilis, lo que ayuda a tratar problemas como cólicos abdominales, indigestión y diarreas. También puede ser beneficiosa en casos de síndrome del colon irritable y enfermedad de Crohn.
  • Para el aparato respiratorio: Gracias a su contenido de mentol y timol, la menta tiene propiedades anticongestivas que son útiles en casos de congestión nasal, bronquial o pulmonar. También se utiliza para aliviar síntomas de gripe y resfriado, reduciendo la fiebre. Se ha demostrado que sus propiedades antivirales ayudan a combatir enfermedades respiratorias y catarros.
  • Para los dolores reumáticos: El aceite esencial de menta se utiliza para aliviar dolores causados por el reuma, migrañas y dolores musculares. Un gesto tan sencillo como aplicar compresas con aceite de menta en las zonas afectadas puede proporcionar alivio.
  • La menta incluye ácido rosmarínico y eugenol en su composición, dos sustancias con efectos anticoagulantes que mejoran la oxigenación de la sangre.
  • Entre los beneficios de la menta también destaca su capacidad analgésica, un remedio muy interesante contra los dolores de cabeza, en especial las migrañas. De hecho, algunos expertos recomiendan aplicar aceite esencial de menta en las sienes y la frente para reducir los síntomas propios de la enfermedad, como la intolerancia a la luz o el ruido y las náuseas.
  • Contra el mal aliento: La menta es un aliado contra la halitosis y la boca seca. Se puede consumir en forma de caramelos, pastillas o goma de mascar, o masticar hojas de menta lavadas para obtener un aliento fresco.
  • Para la piel: La menta tiene propiedades antibacterianas y antiinflamatorias que la hacen efectiva en el tratamiento de heridas, picazón y picaduras de insectos. También puede ayudar a combatir el acné y aclarar las marcas en la piel gracias a su contenido de vitamina C.
  • El aceite de menta es un buen antipruriginoso, que sirve para aliviar la picazón, y antiséptico, grandes aliados de la salud de nuestra piel. Esta planta ayuda a curar las infecciones, mitigar los síntomas propios del acné y aplacar los eczemas, la dermatitis y la urticaria; además de actuar como complemento de los tratamientos contra las picaduras de insectos, la irritación o la hinchazón.

Por todos estos beneficios, la menta ha sido un elemento clave en la gastronomía desde tiempos antiguos, gracias a su sabor picante y su aroma refrescante. Normalmente, se utiliza para condimentar verduras cocidas, sopas, ensaladas, zumos, legumbres e infusiones, lo que la convierte en un ingrediente versátil en la cocina. Además, la menta es un componente clave en la elaboración de mojitos, mint juleps y muchas otras bebidas refrescantes.

Usos de la menta piperita

  • En infusión para las digestiones pesadas: Como depurativo hepático, tras un empacho o por digestiones lentas y pesadas, los especialistas proponen la infusión que asocia las hojas de menta a las de boldo, diente de león y agracejo, a partes iguales.
  • En aceite esencial para la mucosidad: Se puede inhalar esencia de menta disuelta en agua caliente para facilitar la expectoración, pero hay que tener en cuenta que en algunas personas más de 2 o 3 gotas podrían provocar mareos, náuseas y nerviosismo.
  • Té de menta para el dolor de cabeza: se puede tomar infusión sola de menta, o asociada a mejorana o fumaria.
  • Extracto de menta como tónico general: El aceite esencial de menta también se puede tomar como tónico general disuelto en un vaso de agua templada o sobre un azucarillo. Hay que añadir dos gotas al vaso y tómalo de 1 a 3 veces al día.
  • En el baño o en un masaje: Se añade al agua de baño o se aplica en masaje la menta en infusión y tintura o bien unas gotas del aceite esencial. Resulta muy adecuado para aliviar el dolor producido por neuralgias como la ciática y el dolor reumático, así como trastornos de la piel como eccemas.

¿El consumo de menta tiene contraindicaciones?

Como casi todo tiene sus pros y sus contras, por eso, a pesar de todos estos beneficios, no se recomienda abusar de la menta en casos de hernia de hiato, acidez estomacal o úlcera digestiva, ya que el mentol que le caracteriza puede empeorar la sintomatología. Esto hay que tenerlo en cuenta, sobre todo si se utiliza como aceite esencial, de ahí la importancia de diluirlo adecuadamente antes de su uso. El motivo es que, debido a sus propiedades estimulantes, algunas personas pueden experimentar efectos secundarios como gastritis, alergias o episodios de insomnio y nerviosismo. Además, los expertos suelen censurar su consumo en niños menores de seis años o mujeres en avanzado estado de gestación o en periodo de lactancia.

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