El limón es una de las frutas más versátiles, sirve tanto como condimento para una ensalada o un guiso como para un helado, un bizcocho o una tarta. Sin embargo, también tiene otros beneficios que le hacen muy bien al organismo. Pero, como norma general, cuando se utiliza limón para alguna receta se suele descartar su cáscara, aunque es realmente útil, tanto que se puede considerar como una joya culinaria llena de sabor y beneficios para la salud.
Por ello, es importante saber que, en lugar de desecharla, hay varias formas creativas y sostenibles de reutilizar la cáscara de limón en la cocina y en otros aspectos de la vida diaria. De hecho, en la cocina, esta cáscara se puede utilizar para realzar el sabor de diversas recetas. Por ejemplo, puede rallarse y agregarse a ensaladas, guisos o aderezos para dar un toque cítrico y fresco. Además, se puede secar la cáscara para crear un condimento versátil que puede almacenarse y utilizarse más adelante.
Incluso la cáscara de limón fresca o seca se usa a menudo en pasteles u otros postres. El requisito previo para un consumo seguro es que la piel sea de fruta ecológica sin tratar. Además, la cáscara también se puede secar y almacenar en trozos toscos, que se utilizan de manera similar a las hojas de laurel, añadiéndolos a lo que se esté cocinando y retirándolos antes de servir.
No obstante, si se va a secar la cáscara hay que recordar que, dependiendo del tipo de secado, el tiempo para trozos de cáscara más grandes es de unas horas o incluso días. Y, ¿Cuándo está lista? Los trozos de piel están completamente secos cuando son muy ligeros y quebradizos.
Otra de las mejores opciones para utilizar la cáscara en la cocina es meterla en agua para hacer agua detox. Para ello, habrá que dejar las cáscaras de limón con un poco de zumo en una jarra con agua bien fría. Allí tendrán que estar al menos una hora y luego ya estará lista para beber.
En el ámbito de la belleza también es un elemento muy útil, de hecho, puede funcionar como un limpiador para pieles grasas siendo ideal para el verano. Sobre el rostro limpio habrá que frotar con el interior de la cáscara. Otro uso que se le puede dar es como loción para el cabello, en especial, aquellos que necesitan brillo. Para ello, se tendrá que hervir un poco de agua y agregar las cáscaras de limón con cuidado. Una vez que la mezcla esté tibia, ya se podrá pasar por el cabello.
Además, puede usarse como exfoliante para la piel. De hecho, al clásico exfoliante casero de aceite de oliva, una cucharada de miel y azúcar rubia, se le puede agrergar una ralladura de limón para iluminar el rostro. Después simplemente habrá que masajear suavemente, dejar actuar por 15 minutos y enjuagar con agua fría o tibia.
Incluso si se tiene bañera en casa y se desea un baño relajante, la cáscara de limón es el aliado ideal. El motivo es que basta con agregar extractos revitalizantes, como cáscaras de limón o naranja, para que la piel luzca radiante. Además, ayuda a eliminar el exceso de grasa, gracias a sus propiedades astringentes.
Pero eso no es todo ya que la cáscara de limón es también conocida por sus propiedades aromáticas, por lo que se puede utilizar para crear ambientadores naturales y frescos para el hogar. Para esto hay varias opciones, una es secar las cáscaras y mezclarlas con hierbas aromáticas como la lavanda o el romero para hacer saquitos perfumados. Además, se pueden utilizar en la elaboración de velas caseras, lo que no solo aportará un aroma agradable al hogar, sino que también contribuirá a la reducción de residuos. ¿Cómo se pueden preparar velas? Se deberá tomar un limón, cortarlo a la mitad y sacar la pulpa hasta que queda la cáscara. A continuación, verter aceite de oliva mojando el albedo.
Para hacer un ambientador de limón casero, lo recomendable es hervir dos cáscaras de limón en medio litro de agua, junto a ramas de romero, hojas de menta o palitos de canela. Cuando esté lista la infusión, dejarla enfriar y verterla en una botella con atomizador.
Además, en el ámbito de la limpieza, la cáscara de limón es un aliado poderoso. Al combinarla con vinagre blanco, se puede crear un limpiador natural que es efectivo contra la grasa y los gérmenes. Este limpiador casero no solo es respetuoso con el medio ambiente, sino que también deja un aroma fresco y cítrico en tu hogar. También sirve para hacer detergente, ¿Cómo crearlo? Hay que hervir una taza de vinagre y, más tarde, ponerlo en un frasco con las cáscaras. Tendrá que permanecer fermentado por dos semanas. Luego incorporar una taza de agua, media de vinagre y una cucharada de jabón neutro. El siguiente paso será colocarlo en una botella con spray.
Para que los grifos de cocina y baño vuelvan a estar libres de manchas, no se necesita nada más que una mitad de limón ya exprimido. Se debe limpiar las manchas de cal con la parte interna del limón y enjuagar con un poco de agua para que los grifos vuelvan a brillar como nuevos. Pero también sirve como limpiador multiusos. Simplemente hay que recolectar buena cantidad de cáscaras y hay que colocarlas en un tarro y cubrirlas de vinagre de limpieza. Después hay que dejarle dos o tres semanas de maceración.