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¿Qué hábitos no son recomendables a la hora de limpiar?

La limpieza es imprescindible en el hogar pero, ¿Se hace realmente bien? Hay una serie de malos hábitos que a veces se desconocen como tal.

La limpieza es imprescindible en el hogar pero, ¿Se hace realmente bien? Hay una serie de malos hábitos que a veces se desconocen como tal.
limpio, trapo, trapos de limpieza | Pixabay/CC/congerdesign

Tener la casa limpia y ordenada es el objetivo de todo aquel propietario o inquilino de hogar, de hecho, siempre se buscan métodos que ayuden en la organización, sistemas sencillos que den algunas pautas que puedan hacer la tarea más llevadera e, incluso, divertida. Sin embargo, no se puede lograr nunca el objetivo si no se tienen en cuenta esos pequeños errores que se cometen sin querer, esos hábitos que, sin darse cuentan, hacen que la tarea sea más compleja. De hecho, es probable que se tengan muy afincadas las rutinas y trucos de limpieza.

A la hora de limpiar, las personas siguen un mismo patrón que se ha aprendido desde pequeños y creen que todo vale. Sin embargo, no por ello uno es experto en este ámbito. Por ello, conocer los consejos de un profesional en el mundo del orden y la limpieza, puede hacer que se mejoren las tareas domésticas y, sobre todo, que se cuide el interior de la casa: muebles, suelos, superficies, que muchas veces se han estropeado por no tener pleno conocimiento de algunas cuestiones. Tanto es así que, normalmente no se trata de cosas puntuales, sino de detalles importantes y frecuentes que se suelen hacer o, por el contrario, no se hacen nunca.

La limpieza es una parte fundamental de la vida, ya que no solo contribuye a un ambiente estético, sino que también previene la acumulación de bacterias y virus. Sin embargo, existen ciertos hábitos que, lejos de ayudar, pueden resultar contraproducentes para mantener los espacios limpios y saludables. A continuación, se destacan algunos de estos hábitos no recomendables a la hora de limpiar:

  • Limpiar sin orden: Para optimizar la limpieza, lo mejor es establecer un plan y seguirlo, ordenar primero la casa y después limpiarla, pero hacerlo bien para evitar manchar unas cosas al limpiar otras. Por ejemplo, si se empieza limpiando el suelo, volverá a ensuciarse al limpiar el polvo de los muebles, por eso lo mejor es comenzar por las zonas más cercanas al techo e ir bajando. En cuanto a la casa, lo mejor es comenzar por la cocina y los baños, que llevan más tiempo, seguir con las habitaciones y zonas de descanso y finalizar con pasillos, zona de lavandería o recibidor.
  • Empezar a limpiar de abajo a arriba: Cuando se habla de limpiar, lo habitual es pensar en barrer y fregar, ya que suele ser la parte que se ve más sucia, pero empezar la limpieza por el suelo es un gran error. Es importante comenzar quitando el polvo a las cosas que se encuentran arriba y ya ir bajando en dirección al suelo. Barrer y fregar tienen que ser las últimas acciones, ya que gran parte del polvo que se haya quitado de otros lugares irá a parar ahí.
  • Uso excesivo de productos químicos: Aunque los productos de limpieza son esenciales, su uso excesivo puede ser perjudicial para la salud y el medio ambiente. El motivo es que muchos contienen sustancias tóxicas que, al inhalarlas o entrar en contacto con la piel, pueden causar irritaciones o alergias. Lo mejor es optar por alternativas naturales o productos ecológicos.
  • Mezclar productos químicos: Es muy importante evitar mezclar productos químicos cuando se limpia, ya que no solo puede ser peligroso para la casa al ser más probable que se deterioren suelos, muebles... sino que también puede ser perjudicial para las personas. El motivo es que algunos productos de limpieza, cuyos componentes son el peróxido de hidrógeno, vinagre, lejía, amoníaco o alcohol isopropílico, no deben mezclarse.
  • No leer las etiquetas de los productos: Ignorar las instrucciones de uso y las advertencias puede llevar a dañar superficies delicadas o a una limpieza ineficaz. Es importante seguir las recomendaciones del fabricante para evitar daños y asegurar que el producto cumpla su función correctamente.
  • Usar lejía en superficies de piedra: La lejía es un producto químico muy potente y con mucho poder, por lo que su uso requiere cierta precaución. Por ejemplo, un lugar prohibido para utilizar lejía es en las superficies de piedra, ya que su poder blanqueador puede dañarla.
  • Usar la misma esponja o trapo en diferentes áreas: A la hora de limpiar, uno de los mayores errores es utilizar una misma bayeta para limpiar las distintas zonas de la casa. De esta manera, lo que se consigue es ir esparciendo la suciedad y las bacterias de un punto a otro del hogar. Por ello, es recomendable usar diferentes paños para los distintos elementos del baño, ya que hay algunas zonas que tienden a acumular más gérmenes.
  • No limpiar las herramientas: Si se quiere limpiar de forma eficaz, es muy importante utilizar objetos que ayuden a realizarlo de forma sencilla e higiénica. Por ello, hay que que cambiar los estropajos con cierta frecuencia, lavar los paños y limpiar el resto de herramientas como el cepillo o el cubo para evitar restregar la suciedad.
  • No dejar actuar los productos: Uno de errores más comunes es el de no dejar actuar el tiempo necesario a los productos de limpieza. Es importante leer las etiquetas, ya que algunos necesitan que se esperen unos minutos para que las sustancias hagan su efecto antes de aclararlos o quitarlos con la bayeta. Un claro ejemplo son los desinfectantes domésticos, que necesitan entre 3 y 10 minutos para que cumpla su función, pero antes siempre hay que pasar un paño de microfibra para quitar toda la suciedad acumulada y que el producto actúe bien.
  • No ventilar al limpiar: La falta de ventilación no solo concentra los olores de los productos de limpieza, sino que también puede aumentar el riesgo de inhalación de sustancias potencialmente dañinas. Hay que asegurarse de abrir ventanas y puertas mientras se limpia ya que es esencial para mantener un ambiente seguro.
  • No desinfectar después de la limpieza: Una vez que se haya terminado de limpiar, es importante desinfectar el área, porque... ¿Cuál es la diferencia entre limpiar y desinfectar? Pues bien, limpiar significa eliminar físicamente la mayoría de los gérmenes, la suciedad y las impurezas, mientras que desinfectar significa matar los gérmenes restantes en la superficie. Además, la limpieza siempre debe realizarse antes de sanitizar o desinfectar.
  • Limpiar de forma superficial: La limpieza superficial puede dejar atrás suciedad y gérmenes. Es importante dedicar tiempo a una limpieza profunda regularmente, prestando especial atención a áreas de alto contacto como manijas, interruptores y dispositivos electrónicos.
  • Posponer la limpieza: Acumular tareas de limpieza puede hacer que estas se vuelvan abrumadoras y más difíciles de manejar. Mantener un calendario regular de limpieza puede ayudar a distribuir las tareas y evitar la acumulación de suciedad y desorden.

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