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¿Cuándo empieza el riesgo de sufrir coma etílico?

Un coma etílico es el grado más grave de intoxicación alcohólica. ¿Cómo se puede llegar ahí? ¿Cuáles son sus síntomas?

Un coma etílico es el grado más grave de intoxicación alcohólica. ¿Cómo se puede llegar ahí? ¿Cuáles son sus síntomas?
hombre, alcohol, resaca | Pixabay/CC/jarmoluk

Cuando uno empieza a consumir alcohol debe saber que sus riesgos en la salud, tanto a corto como a largo plazo, son muchos, incluso si se consume a niveles moderados. Uno de los problemas más graves que puede causar una ingesta excesiva e incontrolada de alcohol es el coma etílico. ¿En qué consiste? El coma etílico es la pérdida de conocimiento causada por el alcohol, tanto que puede suponer la muerte del individuo por depresión del sistema cardiorrespiratorio o por asfixiarse con su propio vómito.

Pero, para saber cuál es la tasa de alcohol en sangre con la que una persona puede llegar al coma etílico hay que saber que no son cifras absolutas, ya que hay que considerar variables como la velocidad de absorción del alcohol, que depende de, entre otros factores, de la cantidad de alimentos que se hayan ingerido o de con qué bebida se haya mezclado el alcohol. Aparte de la velocidad, otros factores a tener en cuenta son la capacidad del hígado para metabolizar el alcohol, el peso, la composición corporal, el sexo, el grado de tolerancia o ciertos medicamentos.

Hay que tener muy claro que el coma etílico, también conocido como intoxicación etílica grave, es una condición potencialmente mortal que ocurre cuando el nivel de alcohol en la sangre alcanza una concentración extremadamente alta. Este estado de intoxicación severa puede provocar una serie de respuestas físicas peligrosas, incluyendo inconsciencia, dificultades respiratorias y en casos graves, la muerte. El mayor peligro de este estado es el riesgo de depresión de los centros respiratorios con muerte por asfixia. Los centros respiratorios son núcleos neuronales ubicados en el tronco del encéfalo y, por medio de un complejo sistema de circuitos, mantienen y regulan la respiración. El alcohol a dosis muy elevadas, al igual que otras muchas drogas depresoras, hace que estos centros dejen de funcionar.

Efectos del alcohol en el cuerpo

El alcohol tiene múltiples efectos en el organismo. Generalmente, el más comentado suele ser la desinhibición, aunque está lejos de ser el único. La acción psicofisiológica y farmacodinámica del alcohol es fundamentalmente depresiva, por la reducción de la transmisión sináptica en el sistema nervioso humano. Lo que está claro es que los distintos efectos se intensifican en la medida que la persona bebe más cantidad, pudiendo ser directamente proporcional el alcohol que consume con su nivel de concentración en sangre. Pero, ¿Cómo afecta el alcohol en el cerebro?

  • Actúa como agonista GABA: El sistema gabaérgico (GABA) es el principal sistema inhibidor del cerebro. Su activación provoca relajación, sedación, sueño. Se ha determinado que el alcohol tiene un efecto agonista sobre este, es decir, activa este sistema al igual que lo harían las moléculas que pertenece de manera natural a él.
  • Inhibe los receptores de glutamato: Si el GABA es el principal inhibidor del sistema nervioso central, el glutamato es el principal excitador o activador. Aquí el alcohol tiene el efecto contrario: actúa apagando estas vías activadoras.
  • Actúa sobre el sistema opioide: El sistema opioide es el que protege frente al dolor físico y psicológico. En él, se hallan las endorfinas, también conocidas como las ‘moléculas de la felicidad’. El efecto sobre este sistema es el mismo que sobre el GABA: potencia sus efectos. Las consecuencias son las sensaciones de euforia y placer, la falta de preocupaciones y dolores. La búsqueda de estas sensaciones es uno de los motivos que empujan al alcoholismo crónico.
  • Opera en el circuito de recompensa: El circuito de recompensa es la red neuronal que permite la motivación para realizar acciones. El efecto que tiene el alcohol sobre esta red puede provocar la adicción

Niveles de alcohol y riesgo de coma etílico

El riesgo de entrar en coma etílico comienza cuando la concentración de alcohol en sangre sube significativamente. Generalmente, una tasa de alcohol en sangre de 0,08% es considerado como el límite legal para conducir en muchos países debido a que ya hay un deterioro notable de las funciones motoras y del juicio. Sin embargo, el riesgo de coma etílico generalmente comienza a partir de una tasa de aproximadamente 0,25%, aunque este umbral puede variar según la resistencia individual al alcohol, que está influenciada por factores como el peso, el sexo, la tasa de metabolismo del alcohol, y la presencia de alimentos en el estómago. Por tanto, para hacerse una idea, un hombre que pesa entre 70 y 90 kilogramos presenta una tasa de alcoholemia que oscila entre los 0,21 y 0,28 g/l bebiendo un tercio de cerveza, en este ejemplo estaría en riesgo de sufrir este estado con 14 cervezas. En el caso de una mujer de entre 50 y 70 kilos y con una tasa de alcoholemia que se calcula que puede llegar a alcanzar los 0,48 g/l con un tercio, esta amenaza se presentaría a partir de los 8 cervezas.

En cuanto al vino, el riesgo de entrar en estado comatoso estaría desde las 20 copas en el hombre y en 12 en la mujer (con las mismas características mencionadas). Un ejemplo más: un combinado o cubata de 50 ml y 38 grados de alcohol. En el caso del hombre, tendría que consumir alrededor de 12 copas y, en el de la mujer, serían 7. Claro que, hay que recordar que estos datos no son fiables, pues como ya se ha indicado, son distintos los factores que influyen para que se produzca antes o después un coma etílico, por lo que se puede llegar a este estado bebiendo menos.

Causas del coma etílico

El alcohol en la forma de etanol también se conoce como alcohol etílico, y se encuentra en bebidas alcohólicas. También se puede encontrar en enjuagues bucales, algunos extractos para cocinar, medicamentos y determinados productos de uso doméstico. La intoxicación por alcohol etílico generalmente se genera por tomar demasiadas bebidas alcohólicas durante un período de tiempo breve. Otras formas de alcohol pueden provocar intoxicaciones que requieren tratamiento de emergencia. Se incluyen las siguientes:

  • Alcohol isopropílico, que se encuentra en el alcohol rectificado, las lociones y algunos productos de limpieza.
  • Metanol o etilenglicol, que es un ingrediente común en los anticongelantes, las pinturas y los solventes.

Proceso del coma etílico

  1. Fase de euforia: La alcoholemia es de 0’5 g/l. En este momento la persona se muestra desinhibida y en estado de euforia.
  2. Fase de intoxicación: La alcoholemia es superior a 0’5 g/l e inferior a 2g/l. En este punto, el organismo no está acostumbrado al nivel de alcohol ingerido y se empiezan a dar fallos en la coordinación motora.
  3. Fase de confusión: La tasa de alcohol en sangre llega a los 2g/l. El cerebro está realmente afectado y no puede permanecer alerta. Se da somnolencia y dificultad para comprender y hablar.
  4. Fase anestésica: Se produce a los 3g/l de alcohol en sangre. El cerebro empieza a perder el control del organismo y puede darse pérdida de consciencia y falta de control de los esfínteres.
  5. Fase de shock (coma): En este momento la tasa llega a 5g/l. En este punto el cerebro pierde totalmente el control de la función cardíaca, respiratoria y termorreguladora, al darse una depresión del mismo.

Síntomas de alerta

  • Confusión o estupor severo
  • Vómitos
  • Convulsiones
  • Respiración lenta, irregular o superficial (menos de ocho respiraciones por minuto o lapsos de más de 10 segundos entre respiraciones)
  • Hipotermia (temperatura corporal baja)
  • Palidez o cianosis (coloración azulada de la piel, especialmente alrededor de los labios)
  • Inconsciencia (incapacidad para despertarse)

Prevención

  • Si se bebe alcohol lo mejor es hacerlo con moderación. Para los adultos saludables, beber con moderación significa hasta dos bebidas al día para los hombres y una bebida al día para las mujeres. Cuando se beba, es importante disfrutar despacio de la bebida.
  • No beber alcohol junto con ciertos medicamentos. Algunos medicamentos pueden tener efectos perjudiciales si se toman incluso con pequeñas cantidades de alcohol. Además, determinadas enfermedades pueden hacer que se necesite menos alcohol del esperado para alcanzar el nivel de intoxicación por alcohol.
  • No beber con el estómago vacío. Tener un poco de comida en el estómago puede hacer que el proceso de absorción del alcohol sea algo más lento, pero no evitará la intoxicación por alcohol durante un consumo compulsivo.

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