Algo raro está ocurriendo con el fenómeno de ‘La Niña’, que enfría las aguas en el Pacífico ecuatorial, ya que su comportamiento no se corresponde con lo que predicen los modelos. Este comportamiento inesperado ha hecho que desde la Agencia Nacional del Océano y la Atmósfera de Estados Unidos no se descarte que este fenómeno se mantenga durante todo el otoño e invierno. Algo que tan solo ha ocurrido tres veces desde 1950.
Pero, ¿Qué es este fenómeno climático? Antes de nada hay que saber que existe el fenómeno ‘La Niña’ que se caracteriza por las temperaturas bajas y ‘El Niño’ que es todo lo contrario. Tanto ‘El Niño’ como ‘La Niña’ son fenómenos naturales caracterizados por la fluctuación de las temperaturas del océano en la parte central y oriental del Pacífico ecuatorial, asociada a cambios en la atmósfera. Estos fenómenos tienen una gran influencia en las condiciones climáticas de diversas partes del mundo.
Gracias a los progresos científicos alcanzados en cuanto a la comprensión y la modelización del fenómeno, las competencias de predicción han mejorado en escalas temporales de uno a nueve meses de antelación, lo que ayuda a la sociedad a prepararse para los peligros asociados a estos fenómenos. Algo que no implica que los daños en ocasiones sean devastadores.
Pese a todo, por primera vez en lo que llevamos de siglo, vamos de cabeza a un tercer episodio consecutivo de ese fenómeno climático que llamamos ‘La Niña’. De hecho, la Organización Meteorológica Mundial lleva meses avisando y daba hasta un 70% de posibilidades, sin embargo, países como Australia llevan semanas dándolo por hecho y es importante.
Para hacernos una idea de la importancia de que se haya repetido ‘La Niña’ tres años seguidos, hay que conocer que tanto ‘El Niño’ como ‘La Niña’ forman parte de un fenómeno climático cíclico, aunque irregular, que suele ocurrir en periodos de entre dos o seis años y tiene efectos enormes en el conjunto del mundo.
Este fenómeno conlleva otra serie de cambios en la circulación atmosférica tropical, pero eso no es lo realmente interesante: el problema con El Niño/La Niña es que afecta a regiones tan grandes del Pacífico que acaba por alterar los vientos, la presión atmosférica y las precipitaciones de todo el mundo.
Los efectos de La Niña a lo largo del mundo son muy variados. Por ejemplo, se producen sequías en el Cuerno de África, en la parte meridional de América del Sur y, a la vez, aumentan las precipitaciones por encima de la media en Asia suroriental y el oeste de Oceanía.
¿Cómo nos afecta todo esto? No obstante, en la Península Ibérica la cosa cambia. Por su especial situación geográfica, sí parece verse afectada de manera directa por los efectos de La Niña. Desde hace meses, hay investigadores españoles que consideran que ‘La Niña’ es la que está provocando el patrón seco y persistente en el país, es decir, la ausencia de lluvias.
Sin embargo, hay que recordar que la sequía actual empezó en 2014 y, desde entonces, cada temporada hídrica ha sido peor que la anterior. La Niña, en todo caso, ha llegado en el peor momento: una fuerte sequía cuando llevábamos seis años de reservas cada vez más escasas, ha acabado por generar el problema en el que estamos.
Algo que hay que destacar es que, en realidad ‘La Niña’ no tiene una relación directa con el cambio climático. Al fin y al cabo, se trata de un fenómeno natural recurrente que ha estado ocurriendo durante miles de años.
Sin embargo, como es de esperar, el cambio climático acrecienta los efectos de los fenómenos de origen natural e incide cada vez más en las condiciones meteorológicas, particularmente mediante una mayor intensidad del calor y las sequías.
Las consecuencias de ‘La Niña’
Hasta ahora, se sabe que los mayores impactos de ‘La Niña’ se verán en América, Asia, África, y Oceanía. Por lo general, produciendo precipitaciones fuertes, que generan desbordamientos e inundaciones violentas. Por el contrario, en el norte del continente africano se aprecian sequías severas. El continente europeo, por su parte, se ve afectado por otros patrones meteorológicos.