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Vecinos en shock por las palomas 'superponedoras' cuando entran en vigor las penas de cárcel por matar vertebrados

Las empresas de control de plagas de aves siguen sin saber qué cambios implica la reforma del Código Penal en materia de maltrato animal.

Las empresas de control de plagas de aves siguen sin saber qué cambios implica la reforma del Código Penal en materia de maltrato animal.
Las empresas de control de plagas alertan del aumento de la población de palomas. | Pixabay/CC/Couleur

A partir de este lunes, cualquier persona que mate a cualquier animal vertebrado no domesticado podrá enfrentarse a penas de hasta un año y medio de cárcel. Los ciudadanos que no quieran afrontar las consecuencias penales de matar a una rata o a una paloma tendrán que acudir a las empresas de control de plagas que, en plena incertidumbre sobre los cambios que implicará la reforma del Código Penal en materia de maltrato animal aprobada el pasado 16 de marzo y que entra en vigor este mismo lunes, siguen trabajando al amparo de los permisos de las administraciones autonómicas. Mientras tanto, la población de palomas está aumentando, alertan estas mismas empresas, y ya supone un auténtico quebradero de cabeza para muchas comunidades de vecinos.

"El número de avisos por plagas de palomas depende mucho de la época del año, dependiendo de la climatología y de las circunstancias en cuanto a alimentación y zonas de refugio", explica Jonás Sánchez, de la empresa de control de aves Alcebo. "Lo que sí que hemos notado de unos cinco años para acá es que hemos pasado de tener dos tres puestas anuales por pareja a ver en algunos casos entre cinco y seis puestas por año".

Las palomas ponen el doble de huevos porque tienen mejores condiciones climáticas, más alimento y mejores refugios, explica Sánchez: "Hay más días de sol, hace menos frío y hay un aporte directo de nuestras propias ciudades en cuanto a la alimentación y el agua. Eso hace que las colonias estén mucho más cómodas teniendo en cuenta que además nuestros edificios para son para ellas como un acantilado natural. Construimos las ciudades con edificios más altos, con más cornisas, más jardineras, más poyetes y más zonas de refugio que al final dan más facilidades para que ellas puedan vivir cómodamente en las ciudades".

Otro de los factores que ha provocado el incremento de las poblaciones de palomas son los "alimentadores habituales", es decir, todas aquellas personas que de forma bienintencionada se dedican a sobrealimentar a las aves con migas de pan en los parques. "Eso hace que las poblaciones de aves aumenten en gran consideración porque, al tener un mayor aporte de alimento, los adultos aceleran las puestas de huevos. A veces incluso crean un segundo nido cuando los primeros pichones ni siquiera han echado a volar", explica Jonás Sánchez.

Las palomas trasmiten más de 40 enfermedades

La mayor parte de las llamadas que recibe la empresa de control de aves Alcebo proceden de vecinos preocupados sobre la falta de salubridad que provoca una superpoblación de palomas: "Si las palomas empiezan a colonizar un edificio, en dos o tres años pueden generar un gran problema porque generan una gran cantidad de residuos que ensucia tendederos, ventanas y patios, crean nidos que atascan los canalones, provocan malos olores, ruido y aumentan las posibilidades de transmitir enfermedades con la aparición de parásitos como pulgas, garrapatas o moscas", explica Sánchez.

"Las colonias de palomas son las que más problemas nos generan en el día a día a la hora de convivir con ellas sobre todo por la problemática de la salubridad. A día de hoy sabemos que son capaces de transmitir hasta 40 enfermedades pasando por la toxoplasmosis, psitacosis o neumonía", señala Sánchez. "Eso no significa que te vayas a contagiar por estar cerca de una paloma pero sí aumentan las probabilidades de contraer cualquier de estas enfermedades si tenemos una colonia descontrolada".

Penas de cárcel por matar un vertebrado

La reforma del Código Penal en materia de maltrato animal que entra en vigor este mismo lunes establece penas de tres a doce meses o multa de tres a seis meses por lesionar a un animal vertebrado no doméstico. Si esas lesiones provocan la muerte del animal, se impondrá la pena de prisión de seis a dieciocho meses o multa de dieciocho a veinticuatro meses. Y según esta misma reforma, utilizar veneno se considera un agravante. En este sentido, la recomendación de Sánchez para los afectados por una plaga de palomas es clara: "Que se pongan en contacto con una empresa profesional que se dedique exclusivamente al control de aves, con la Asociación Nacional de Salud Ambiental o directamente con los ayuntamientos".

A pesar de que las empresas de control de plagas siguen trabajando para evitar un problema de salud pública, lo cierto es que desconocen qué cambios implicará para ellos la reforma del Código Penal. "Estamos todos esperando a ver qué ocurre, porque aunque la reforma está aprobada, ahora cada Comunidad Autónoma tiene que poner en marcha sus métodos de trabajo. Así que estamos todos esperando a ver qué decisiones se van tomando y cómo podemos ir adaptándonos a lo que la ley ponga encima de la mesa", señala Sánchez.

Desde Alcebo aseguran que, de momento, siguen pidiendo los permisos pertinentes a través de las consejerías de Medio Ambiente para evitar cualquier tipo de conflicto. "Estamos dados de alta como una empresa que se dedica al trabajo de control de población de aves. No nos dedicamos a matar a un ejemplar porque sí. Cuando se tiene que hacer una retirada de aves, se trata de una situación concreta y es porque ya no hay otra solución. En ese caso, se piden los permisos y se va siempre de la mano con las autoridades competentes", insiste Sánchez.

¿Cómo acabar con una plaga de palomas?

Si al abrir la ventana de casa nos encontramos con el alféizar y el tendero plagado de excrementos de palomas, el problema ya es lo suficientemente grave como para llamar a un profesional. Pero para evitar llegar a ese caso, hay varios métodos de prevención que no entran en conflicto con la reforma del Código Penal en materia de maltrato animal.

En primer lugar, no hay que alimentar a las palomas. También conviene mantener limpios los patios, parques y jardines para evitar que las aves encuentren una fuente de alimento. Sacudir las migas del mantel por la ventana solo agrava el problema.

En segundo lugar, hay que impedir las zonas de anidación protegiendo los edificios a través de "protecciones mediante redes, alambres, sistemas de varillas, sistemas eléctricos o cualquier tipo de barrera física que impida el refugio y la anidación de las palomas en las edificaciones", explica Sánchez.

En el caso de los ayuntamientos, la ley de Bienestar Animal señala claramente que hay que priorizar los métodos no letales en el control de especies. En el caso de las colonias felinas, muchas poblaciones están optando por el método CER (captura, esterilización y retorno a la colonia), sin embargo, este sistema no es aplicable en el caso de las aves, explica Sánchez: "No es tan fácil coger un ave y esterilizarla. No es un método tan sencillo y la operación tampoco lo es."

Localizar las colonias o las zonas de anidación también supone un problema añadido. "En los centros urbanos a veces sí existe la posibilidad de encontrar zonas de refugio permanentes como puede ser un antiguo palomar. Ahí sí podemos acceder para retirar los huevos. Pero por regla general, las colonias de aves están totalmente dispersas. Imagínate una calle con veinte edificios a cada lado de la acera. ¿Cómo encuentras los nidos? ¿A qué altura están? ¿Hay que acceder con máquina elevadora? No es tan sencillo hacer un método de control ético para las aves comparadas con las propuestas para los mamíferos", explica Sánchez.

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