Gádor Muntaner, bióloga marina, sobre el rescate de la tortuga Fipi: "Cuidar el mar significa cuidar de nosotros mismos"

Gádor Muntaner, bióloga marina, y César Canudas, piloto de parapente, encontraron este lunes una tortuga marina en mal estado cerca de la localidad mallorquina del Puerto de Sóller​. Ambos han publicado en Instagram un vídeo en el que se veía al animal con dificultades para sumergirse y respirar. De hecho, parece que la tortuga se acerca poco a poco al barco donde se encontraban para pedir auxilio.

Todo sucedió cuando estaban probando una barca, tal y como ha explicado Gádor Muntaner en exclusiva a Libertad Digital. "Nos alejamos de la costa para probar el motor y nos encontramos con una cosa flotando que pensábamos que sería un plástico", ha señalado Muntaner. Sin embargo, ambos se llevaron una sorpresa cuando se percataron de que era una tortuga que, además, "estaba como con problemas de flotabilidad, dando vueltas sobre sí misma, sacando la cara fuera del agua y abriendo la boca", según la bióloga marina.

Tras descubrir al animal, ambos se pusieron en marcha para rescatarla. El protocolo a la hora de ayudar algún animal marino consiste en llamar al 112, quien pondrá en contacto al rescatador con el equipo pertinente –en este caso el equipo de rescate de tortugas marinas– y dará las indicaciones exactas para ayudar al animal.

Entre César y Gádor consiguieron finalmente subir a la tortuga a la embarcación para llevarla al Puerto de Sóller, donde una furgoneta de la Fundación Palma Aquarium acudiría al rescate de la tortuga con todo lo necesario para socorrerla.

"La respuesta del equipo de la fundación fue genial", ha expresado Muntaner sobre la rapidez de los profesionales. Para el rescate utilizaron "una caja especial" y desde allí llevaron al animal directamente a las instalaciones. En la fundación, una veterinaria la evaluó y, según ha relatado la bióloga marina, "la pusieron en una cámara normobárica", un dispositivo en el que el animal recibe oxígeno durante varias horas cuando se piensa que ha podido tener problemas de descompresión

Asimismo, la tortuga recibió medicación preventiva y le realizaron una radiografía con la finalidad de descartar que tuviera algún plástico u objeto dentro, según ha explicado a este medio la experta. Aunque las posibilidades de recuperación del animal se desconocen, "de momento está estable", ha expresado Muntaner. Si el animal se recupera, se mantendría durante un tiempo en las instalaciones de la fundación y después se devolvería a su hogar, el mar.

La tortuga –a la que tanto César como Gádor llamaron Fipi– se trataba de una especie "Caretta caretta", a la que según la experta se llama comúnmente "tortuga boba". Aunque es la especie más común, "en el Mediterráneo hay poquitas", ha asegurado la experta. Fipi pesaba 40 kilos y medio, mientras que el caparazón le medía aproximadamente 70 centímetros. Según la experta, "estas tortugas pueden llegar a vivir hasta casi 70 años".

El impacto de la contaminación en las tortugas marinas

La experta ha manifestado que tanto el cambio climático como la contaminación "juegan un papel muy importante en las tortugas marinas". Esto se debe a que las playas en las que anidan las tortugas están cambiando de forma constante, según ha explicado Muntaner. Por esta razón las tortugas se están desplazando hacia aguas más frías, ya que el calentamiento de las aguas marinas está provocando una sobrepoblación de hembras.

En este sentido, la experta ha explicado que la hembra entierra los huevos en la arena y que la temperatura a la que estos se incuban determina su sexo. Los huevos situados en las capas más profundas, donde la temperatura es más baja, darán lugar a machos, mientras que los que están más cerca de la superficie y expuestos al sol serán hembras. Actualmente, la bióloga marina ha asegurado que "hay demasiadas hembras debido al aumento de la temperatura". Por esta razón, las tortugas están cambiando sus zonas de anidamiento por otros sitios donde haya una menor temperatura.

Por otro lado, la experta ha hecho hincapié en los plásticos, que afectan de forma directa a esta especie. "Algunas de sus presas, como las medusas, son muy parecidas a los plásticos. Por confusión, las tortugas ingieren una gran cantidad que puede llegar a acabar con sus vidas", ha explicado Muntaner.

En este contexto, la experta ha señalado que para ayudar a estos animales es necesario "reducir el consumo de plástico, reducir la huella ecológica y difundir la importancia de la conservación marina". Asimismo, cada pequeño gesto cuenta, como "limpiar el mar cuando se visite la zona". Aunque lo más importante, según Muntaner, es la "creación de áreas marinas protegidas para regenerar los ecosistemas".

Otros rescates

"Me siento muy afortunada de haber tenido la oportunidad de encontrarme con esa tortuga, y ojalá pudiera haber coincidido con muchas más que necesiten ayuda", ha expresado la experta. Aunque las probabilidades de encontrar a Fipi eran bajas, porque estaba en mitad de la nada. Si se vuelve a dar el caso, Muntaner no dudaría en volver a ayudar.

Sin embargo, no es la primera vez que la bióloga participa en un rescate. "El verano pasado también encontramos dos rayas enganchadas a unos anzuelos que pudimos liberarlas las dos y fue muy gratificante", ha comentado.

Por último, Gádor Muntaner ha querido lanzar un mensaje. "Vivimos en un planeta llamado Tierra, que, aunque parezca paradójico, está compuesto en un 70% de agua", ha declarado. Por ello, aunque todo lo que acurra en el mar parezca lejano, "nos afecta de forma directa". Esto significa que "cuidar el mar también es cuidar de nosotros mismos", ha indicado Muntaner.