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Científicos descubren la influencia del Sol en los terremotos

El estudio muestra "una relación causal entre las temperaturas superficiales y la magnitud de los terremotos".

El Sol | Pixabay/CC/AstroGraphix_Visuals

Los terremotos son fenómenos naturales que se producen cuando se libera de manera súbita energía en el interior de la Tierra, lo que provoca la propagación de ondas sísmicas a través de la corteza terrestre. Si bien es cierto que se conoce mucha información acerca de los diferentes tipos de terremotos, sigue siendo un fenómeno muy complejo sobre el que queda mucho por investigar.

Ene este caso, un estudio llevado a cabo por científicos de la Universidad de Tsukuba y el Instituto Nacional de Ciencia y Tecnología Industrial Avanzada de Japón sugiere que el calor solar puede influir en la actividad sísmica.

La influencia de los cambios de temperatura

El estudio señala que "el estrés térmico y la fracturación de rocas se citan a menudo como factores significativos. Los cambios de temperatura pueden inducir estrés térmico en las rocas, lo que afecta sus propiedades mecánicas y contribuye a la fracturación y nucleación de las rocas".

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Es decir, una roca que se encuentra sometida a estos cambios de temperatura la convierte en una roca más fácil de fragmentarse y producir sismos. Además, el estudio también señala que "las variaciones de temperatura atmosférica también influyen en el ciclo hidrológico. Los cambios en la evaporación, la condensación y la precipitación afectan el flujo de agua subterránea y la presión intersticial dentro de las fallas, lo que podría desencadenar terremotos". Por lo que sucesos como los deshielos y las lluvias pueden influir a la hora de hacer presión sobre las rocas y provocar movimientos subterráneos.

Otro de los datos relevantes que arroja este estudio es que al incluir los datos de la temperatura en el análisis de los seísmos observaron que la precisión a la hora de predecir terremotos mejoraba. En concreto, la mejora se producía en aquellos terremotos más superficiales, que son los que se ven más afectados por el cambio de temperaturas.

De esta manera, el estudio muestra muestra "una relación causal entre las temperaturas superficiales y la magnitud de los terremotos" y señala que los modelos que miden la magnitud de estos sin la variante del sol y del calor tienden a "sobreestimar las magnitudes máximas" de los terremotos. Sin embargo, el estudio muestra que "la predictibilidad sísmica mejora cuando el análisis se limita a terremotos superficiales" por lo que los sismos más profundos no se ven tan influenciados y es más complejo ser preciso a la hora de determinar su magnitud.

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