Colabora

Descubren un reptil con apéndices similares a plumas que cambia lo que sabemos sobre la evolución

Un fósil hallado en Alemania revela estructuras cutáneas únicas en un reptil anterior a los dinosaurios.

Hallan el fósil de un reptil anterior a los dinosaurios, imagen de recurso. | Dinopolis

Un equipo internacional de paleontólogos ha descrito una nueva especie de reptil del Triásico Medio que plantea una revisión profunda del conocimiento sobre la evolución de las estructuras cutáneas en los vertebrados. El fósil, hallado en Alemania y datado en 247 millones de años, pertenece a un animal bautizado como Mirasaura grauvogeli, un reptil arborícola con una compleja cresta dorsal compuesta por apéndices nunca antes observados en especies de su tiempo.

Un hallazgo previo a los dinosaurios

El estudio, publicado en la revista Nature y liderado por investigadores del Museo Estatal de Historia Natural de Stuttgart, ha identificado estos apéndices como estructuras cutáneas complejas que, aunque no son plumas, presentan similitudes formales con ellas.

Este tipo de formación se consideraba exclusiva de las aves y sus antepasados dinosaurios, pero la aparición de estas estructuras en Mirasaura, que no está estrechamente emparentado con los dinosaurios, indica una evolución independiente y mucho más antigua.

"El descubrimiento de apéndices cutáneos tan complejos en un grupo tan primitivo de reptiles arroja nueva luz sobre su evolución", ha explicado Stephan Spiekman, primer autor del estudio. Mirasaura es incluso más antiguo que los dinosaurios conocidos y aporta evidencia directa de que estas estructuras ya estaban presentes en grupos de reptiles muy primitivos.

Hallan en Asturias una huella de dinosaurio gigante con garras en perfecto estado

Los análisis sugieren que la base genética necesaria para formar estructuras como estas se originó en el Carbonífero, hace más de 300 millones de años. Mirasaura sería, por tanto, el primer testimonio fósil de esa capacidad evolutiva.

Una cresta para exhibirse

La característica más destacada del fósil es una cresta dorsal formada por apéndices densamente dispuestos, cada uno con contorno similar a una pluma y una cresta central. Aunque carecen de las ramificaciones finas propias de las plumas modernas, su morfología sugiere una función de exhibición, posiblemente con fines de comunicación o atracción.

El equipo considera que estas estructuras no están relacionadas directamente con las plumas de las aves, sino que representan un caso de evolución convergente, en el que distintas especies desarrollan formas similares de manera independiente.

Descubren en Segovia una huella dactilar de hace 43.000 años

"Mirasaura grauvogeli nos muestra lo sorprendente que puede ser la evolución y su potencial", ha señalado Rainer Schoch, jefe del departamento de Paleontología del Museo Estatal de Stuttgart. La investigación rompe con el esquema tradicional de reptiles escamosos versus aves emplumadas, al demostrar que ya existían otras variantes evolutivas mucho antes de los dinosaurios.

Un cráneo con rasgos de ave

El fósil ha sido analizado con tecnología de vanguardia, incluyendo imágenes de sincrotrón tomadas en el Sincrotrón Europeo (ESRF), que permitieron reconstruir con gran precisión el cráneo del animal. La cabeza de Mirasaura tiene grandes ojos orientados hacia adelante, un hocico estrecho y casi sin dientes, y una bóveda craneal amplia, lo que sugiere adaptaciones visuales y alimenticias similares a las de algunas aves insectívoras.

Göbekli Tepe: el hallazgo arqueológico que desafía la teoría de los sumerios como la civilización más antigua

Este cráneo, junto con otras características morfológicas, refuerza la hipótesis de que Mirasaura llevaba un estilo de vida arborícola. Su morfología recuerda a los drepanosauromorfos, un grupo de reptiles del Triásico conocidos por su anatomía inusual: extremidades prensiles, colas largas adaptadas para trepar e incluso estructuras en forma de garfio en la cola.

Implicaciones evolutivas

El hallazgo reabre el debate sobre cuándo y cómo surgieron las estructuras cutáneas complejas en los vertebrados. Durante décadas se creyó que las plumas y sus variantes aparecieron con los dinosaurios, pero Mirasaura sugiere que estas capacidades pueden haber evolucionado mucho antes y en linajes independientes.

Desde el descubrimiento de dinosaurios emplumados en China en los años noventa, los científicos han ido ampliando la comprensión sobre la diversidad de estructuras epidérmicas en los reptiles del Mesozoico. Este nuevo fósil sugiere que el origen de estas estructuras es más profundo y diverso de lo que se pensaba.

Ver los comentarios Ocultar los comentarios

Portada

Suscríbete a nuestro boletín diario