Dientes humanos de hace 37.000 años revelan el origen de enfermedades que aún nos afectan

Investigadores de las universidades de Oxford, Cambridge y Copenhague han trazado el primer catálogo a gran escala de enfermedades infecciosas en poblaciones humanas prehistóricas. A partir del análisis de ADN extraído de dientes y huesos, el estudio identifica 214 patógenos que afectaron a comunidades del pasado y que aún circulan en la actualidad. Los resultados, publicados en la revista Nature, arrojan luz sobre el origen de muchas zoonosis y cómo el contacto con animales modificó la exposición humana a los microorganismos.

ADN antiguo para entender enfermedades actuales

El estudio se basa en el análisis genético de restos humanos procedentes de Eurasia, con una cronología que va desde hace 12.500 años hasta hace solo dos siglos, e incluso incluye siete muestras anteriores a ese periodo, entre ellas una de 37.000 años de antigüedad. Los investigadores han utilizado un método específico para detectar trazas de ADN de patógenos que hayan sobrevivido en los tejidos dentales y óseos, donde pueden mantenerse preservados durante milenios.

Este enfoque ha permitido identificar patógenos que aún causan enfermedades hoy en día, como los responsables de la salmonela, la listeriosis, la fiebre recurrente o la rabia. De los 214 microorganismos detectados, una gran parte corresponde a zoonosis, es decir, enfermedades que se transmiten de animales a humanos.

Un cambio clave hace 6.500 años

Según el estudio, las primeras señales de zoonosis en humanos aparecen hace unos 6.500 años, un momento que coincide con la transición hacia estilos de vida agrícolas y el inicio de la domesticación masiva de animales. Antes de esa fecha, el ADN patógeno detectado era esporádico y en su mayoría de origen animal sin transmisión habitual al ser humano.

A partir de entonces, y especialmente hace unos 5.000 años, se observa un aumento notable en la frecuencia de enfermedades zoonóticas, vinculado también a las grandes migraciones humanas desde las regiones de la estepa póntica (actual Ucrania, suroeste de Rusia y oeste de Kazajistán) hacia el noroeste de Europa.

Este periodo coincide con una mayor densidad de población, el establecimiento de asentamientos permanentes y un contacto más estrecho con animales de granja, lo que generó condiciones propicias para la transmisión interespecie de microorganismos.

Cambios en el estilo de vida y evolución de patógenos

Astrid Iversen, profesora de Virología e Inmunología en la Universidad de Oxford y coautora del artículo, destacó que "las zoonosis se convirtieron en un problema cuando empezamos a criar animales en grandes manadas y a vivir cerca de ellos". Este cambio social y económico multiplicó las oportunidades de contagio, tanto entre animales como entre animales y humanos.

El estudio muestra que las zoonosis no son un fenómeno reciente ni estático, sino que evolucionan con las condiciones sociales y ambientales. Este hallazgo tiene implicaciones directas en el ámbito sanitario actual, ya que el 70 % de las nuevas enfermedades infecciosas detectadas en las últimas décadas son de origen zoonótico.

Aplicaciones en salud pública y vacunación

Además de ofrecer una perspectiva histórica sobre el origen de las enfermedades, los investigadores subrayan que el catálogo de patógenos obtenido puede ser útil para comprender cómo evolucionan estos microorganismos y para orientar el diseño de vacunas y tratamientos más eficaces. Algunos de los patógenos identificados tienen versiones actuales con variaciones genéticas mínimas, lo que permite comparar su evolución en el tiempo y prever posibles adaptaciones futuras.

La combinación de paleogenética y biomedicina moderna convierte este enfoque en una herramienta valiosa para anticipar amenazas sanitarias y reforzar las estrategias de prevención de enfermedades infecciosas, especialmente en un contexto de creciente contacto entre humanos y animales a nivel global.