Menú

Una explosión nunca vista golpea a una joven estrella y reescribe lo que sabemos de los planetas

La burbuja de gas en expansión se originó tras un chorro emitido por la propia estrella WSB 52, situada a 441 años luz.

La burbuja de gas en expansión se originó tras un chorro emitido por la propia estrella WSB 52, situada a 441 años luz.
Impresión artística de un disco protoplanetario distorsionado por un frente de choque creado por una burbuja en expansión. - ALMA (ESO/NAOJ/NRAO), M. | Europa Press

Astrónomos han observado por primera vez una colisión entre una burbuja de gas en expansión y el disco protoplanetario de una estrella joven, un fenómeno no previsto por los modelos actuales de formación estelar. El hallazgo, realizado a partir de datos del observatorio ALMA, revela un escenario más dinámico y potencialmente hostil en los entornos donde se forman planetas.

La estrella implicada, conocida como WSB 52, se encuentra a 441,3 años luz de la Tierra, en dirección a la constelación de Ofiuco. El descubrimiento se produjo mientras un equipo de investigadores del Observatorio Astronómico Nacional de Japón (NAOJ) reanalizaba observaciones archivadas del Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA), centradas en discos protoplanetarios.

Durante este análisis, los astrónomos identificaron una estructura de burbuja en expansión cerca del disco de WSB 52. Un estudio más detallado reveló que la burbuja colisionaba directamente con el disco, alterando su forma. Aunque se habían detectado antes burbujas de gas similares en torno a otras estrellas jóvenes, es la primera vez que se observa un impacto directo contra un disco protoplanetario.

Un chorro como detonante de la explosión

El equipo encontró que el centro de la burbuja se alineaba perfectamente con el eje de rotación del disco, una coincidencia cuya probabilidad de ocurrir al azar es prácticamente nula. Esta alineación llevó a los científicos a deducir que la burbuja fue provocada por un chorro de alta velocidad emitido desde la propia estrella, que impactó contra gas frío cercano, provocando una compresión y, como consecuencia, una explosión localizada.

Según esta hipótesis, la explosión habría ocurrido hace varios cientos de años y estaría impulsando ahora una burbuja de gas que sigue expandiéndose. Este tipo de chorros es habitual en las primeras etapas de la vida estelar y sirve para expulsar material excedente del disco, facilitando la formación de la estrella y sus planetas.

El NAOJ señala que ya se han detectado burbujas en expansión en torno a otras estrellas jóvenes, aunque sin pruebas claras de impacto con sus discos. Si fenómenos como el observado en WSB 52 son más habituales de lo estimado, los procesos de formación planetaria podrían estar condicionados por entornos más agresivos y variables de lo previsto.

En Tecnociencia

    0
    comentarios

    Servicios

    • Radarbot
    • Curso
    • Inversión
    • Securitas
    • Buena Vida
    • Reloj Durcal