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Tras los conejos y las ardillas 'zombie', ahora son los ciervos los que presentan impactantes tumores

La viralización de imágenes en redes sociales desata preocupación en EEUU, pero los expertos aclaran que se trata de fibromas inofensivos.

La viralización de imágenes en redes sociales desata preocupación en EEUU, pero los expertos aclaran que se trata de fibromas inofensivos.
Ciervo con fibromas cutáneos. | X de Cinco Radio Oficial

Después de los conejos y las ardillas con tumores que aparecieron hace unos días en distintas zonas de Estados Unidos, imágenes de un nuevo animal con protuberancias circula por las redes sociales. Esta vez, los ciervos presentan bultos inusuales en su piel. Plataformas como Facebook y X se han llenado de fotos en las que se ve a estos animales con crecimientos visibles en la cabeza, el cuerpo y las extremidades, acompañadas en muchos casos de mensajes alarmistas advirtiendo sobre posibles "enfermedades mutantes".

Sin embargo, especialistas en fauna silvestre han explicado que estos casos corresponden a fibromas cutáneos, también conocidos como verrugas de ciervo, una afección benigna y frecuente en la especie. La mayoría de casos se han producido en Nueva York, Pensilvania y Wisconsin.

Según han confirmado organismos como el Departamento de Pesca y Vida Silvestre de Maine y el Departamento de Recursos Naturales de Wisconsin, estos tumores no representan ningún riesgo para los seres humanos, las mascotas ni otros animales.

Qué son los fibromas cutáneos y por qué se producen

Los fibromas cutáneos son tumores benignos que afectan exclusivamente a los ciervos y están provocados por un papilomavirus específico de la especie. Se manifiestan como bultos de distintos tamaños –desde el de un guisante hasta el de un balón de fútbol– que pueden tener un aspecto gris, negro o carnoso y, por lo general, carecen de pelo.

La transmisión ocurre principalmente durante los meses cálidos, cuando insectos como mosquitos y garrapatas actúan como vectores del virus. Además, el contacto directo entre ciervos, sobre todo en zonas de alimentación o descanso, también puede favorecer el contagio.

En la mayoría de los casos, estos fibromas no generan problemas graves y tienden a caerse por sí solos cuando dejan de recibir flujo sanguíneo. Solo en situaciones poco frecuentes, en las que los tumores alcanzan un tamaño muy grande o se infectan con bacterias, pueden causar dificultades para ver, comer o desplazarse.

A pesar de que se han avistado en estos momentos los ciervos, fenómeno no es nuevo. Los primeros estudios sobre el papilomavirus que afecta a los ciervos en Estados Unidos se remontan a la década de 1950.

El doctor Omer Awan, de la Universidad de Maryland, ha señalado que el aumento de las temperaturas prolonga la supervivencia de mosquitos y garrapatas, lo que podría facilitar no solo la propagación de este virus, sino también de otras enfermedades asociadas a estos vectores, como la de Lyme.

No hay riesgo para las personas ni para el consumo

Los expertos insisten en que este papilomavirus es exclusivo de los ciervos y no puede transmitirse a seres humanos, mascotas ni ganado. Además, explican que la carne de estos animales puede consumirse de forma segura siempre que se sigan las prácticas habituales de manipulación e higiene, ya que los fibromas se limitan a la piel y no afectan a los músculos.

El Departamento de Conservación Ambiental de Nueva York y la Universidad Estatal de Mississippi han respaldado esta recomendación y recuerdan que, en caso de infecciones bacterianas en los tumores, se debe extremar la cocción antes del consumo.

Fenómenos similares en conejos y ardillas ‘zombie’

El caso de los ciervos se suma a otros fenómenos recientes que se viralizaron en redes, como las imágenes de ardillas denominadas "zombie" y de conejos con supuestos "cuernos".

En el caso de las ardillas, los vídeos que circularon en Estados Unidos mostraban a animales tumores similares a verrugas. En realidad, se trata del mismo problema que sufren los ciervos, una fibromatosis de la ardilla. En este caso, está causado por un leporipoxvirus, que provoca la aparición de tumores verrugosos en la piel y que no suelen afectar a órganos internos ni comprometer la supervivencia del animal.

Por otro lado, las imágenes de conejos con "cuernos" corresponden a infecciones provocadas por el papilomavirus de Shope, que genera crecimientos semejantes a pequeños tentáculos o astas. Aunque el aspecto resulte impactante, esta afección no es peligrosa para las personas y tampoco se relaciona con mutaciones extrañas, pese a lo que aseguraban algunos mensajes virales.

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