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Los veterinarios avisan al Gobierno: prohibir loros y otras mascotas fomentará el mercado negro

La Organización Colegial Veterinaria presenta alegaciones al real decreto que regulará el listado positivo aprobado en la ley de Bienestar Animal.

Un guacamayo junto a su dueño. | Cordon Press

Los veterinarios han levantado la voz ante el nuevo Real Decreto que el Gobierno prepara para desarrollar la polémica Ley de Bienestar Animal. Su preocupación es clara: si el listado de animales de compañía permitidos es demasiado restrictivo o se fundamenta en criterios ideológicos, muchos españoles podrían verse forzados a mantener a sus mascotas fuera de la ley.

El caso más comentado es el de los loros y otras aves psitácidas, muy populares en España desde hace décadas. Se trata de "una actividad económica floreciente en España, con profesionalización de criadores autorizados y a la existencia de canales de comercialización y tenencia con garantías sanitarias, de trazabilidad y de bienestar animal" que, además, contribuye a evitar la caza ilegal en países de origen. Pero si el Gobierno decide dejarlos fuera del futuro "listado positivo", desaparecería toda una actividad legal y consolidada, advierten los veterinarios.

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"Una restricción excesiva podría tener efectos adversos, incluyendo la pérdida de actividad económica y la desaparición de operadores legalmente establecidos", señala la Organización Colegial Veterinaria (OCV). En otras palabras: si se prohíben animales que hoy se crían y se venden legalmente, el resultado será un mercado negro y menos control sanitario.

Demasiadas normas, poca ciencia

Los veterinarios piden que el futuro listado positivo no se convierta en una herramienta ideológica de prohibición, sino en un instrumento técnico basado en la evidencia científica. "Debe ser amplio, equilibrado y fundamentado en criterios objetivos", insisten, para que no penalice a los que cumplen la ley ni ahogue la actividad económica de criadores y comercios.

Además, la OCV ha presentado alegaciones sobre la regulación de los núcleos zoológicos, es decir, los centros donde se alojan animales. Pide que todas las entidades de protección animal y casas de acogida con muchos animales estén registradas y tengan licencia, para garantizar condiciones sanitarias adecuadas y un control real del bienestar de los animales.

También reclaman que cada núcleo zoológico cuente con un veterinario responsable, que asesore en sanidad, bioseguridad e higiene, y que el personal tenga formación actualizada.

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