
Muchísimas veces el ángulo desde el que se interviene una patología en las operaciones de columna es fundamental para lograr un abordaje más eficaz, con menos efectos secundarios para el paciente, y para conseguir una recuperación más rápida del enfermo. A la hora de intervenir una columna vertebral se están extendiendo cada vez más los procedimientos a través del abdomen, aunque no están muy generalizados. Se trata de una vía novedosa y que implica una gran preparación de los equipos médicos.
Precisamente, el Hospital Quirónsalud Córdoba es referente en la cirugía de lesiones degenerativas de columna desde el abdomen y, de hecho, realizó el pasado año un total de 7 intervenciones con esta técnica.
Según destaca el doctor José Luis Barbeito, especialista del equipo de Neurocirugía del Hospital Quirónsalud Córdoba y referente en el manejo de este nuevo procedimiento, la cirugía de lesiones degenerativas espinales desde el abdomen requiere una alta especialización, al tratarse de cirugías complejas que exigen un alto nivel de preparación profesional en conocimientos, habilidades microquirúrgicas y actualización científica continua.
"La cirugía de lesiones degenerativas espinales desde el abdomen es una técnica que minimiza el daño en los tejidos y causa menos molestias para el paciente que las técnicas quirúrgicas tradicionales para esta dolencia, que se realizan desde la espalda", valora este neurocirujano.
Operar la columna desde el abdomen en lugar de por la espalda permite acceder a ella de forma más directa y con menos riesgos.
Mayor efectividad que la cirugía convencional
Otro de los beneficios de este tipo de intervenciones es que favorece un acceso a la zona a operar de forma directa y facilita la sustitución de un disco dañado por un implante artificial (un procedimiento denominado ‘Artificial Disc Replacement’ o ADR), una técnica que no se puede realizar por la vía posterior y que hace ganar altura en el espacio por donde tienen que salir los nervios, estabilizar la columna y corregir defectos de alineación "con mayor efectividad que el abordaje tradicional desde la espalda", afirma este especialista.
Asimismo, el doctor Barbeito señala que, en algunas ocasiones, intervenir en zonas con nervios y músculos dificulta la colocación de los implantes. "Sin embargo, realizando la intervención por el abdomen en lugar de por la espada, desaparecen los riesgos de lesiones nerviosas o daño muscular, al tener un acceso más directo".
Una técnica mínimamente invasiva
Así, explica, mediante técnicas mínimamente invasivas como esta es posible resolver lesiones complejas a través de abordajes percutáneos y tubulares que reducen el daño en los tejidos. "En los abordajes por vía abdominal se puede sustituir un disco dañado colocando un implante. Pero por el abdomen de una manera mucho más eficiente que por la espalda, ya que recupera la altura del espacio discal, mejorando la estabilidad de la columna, y permitiendo corregir defectos de alineación, como la espondilolistesis, de una forma más eficaz y con menor daño para el paciente", defiende este neurocirujano.
En estos casos, mantiene, los músculos de la pared abdominal se separan sin romperlos, lo que facilita a los especialistas acceder por el espacio retroperitoneal de una forma directa "y llegar a los discos vertebrales sin tener que sortear los nervios y los músculos con los que nos encontramos operando desde la espalda", como sí sucede con las cirugías convencionales.
Cómo se realiza esta intervención
Para realizar la intervención desde el abdomen, el especialista del equipo de Neurocirugía del Hospital Quirónsalud Córdoba aclara que se realiza una pequeña incisión al paciente en la parte inferior y lateral del ombligo, con técnicas de cirugía mínimamente invasiva. Posteriormente, indica que se rodea el peritoneo y se llega a la zona lumbar. "Una vez localizado el espacio, se coloca un separador para proteger el músculo, las arterias y venas, operando con menos dificultad y mayor seguridad".
Un postoperatorio más rápido
Además, el postoperatorio es de unos dos meses, frente a los seis meses de recuperación que requiere la cirugía tradicional. Esto es posible, entre otros puntos, porque, por ejemplo, los pacientes no precisan fisioterapia especial para la recuperación muscular de la espalda.
Igualmente, resalta que el ingreso en el hospital es más reducido que en el caso de las operaciones tradicionales de columna, a la par que el dolor postoperatorio es menor. En el fondo, el paciente recupera su vida de forma más rápida y puede volver al trabajo e incluso reiniciarse en el mundo del deporte antes de lo esperado.
En última instancia, el doctor Barbeito resalta la importancia de contar con una dotación tecnológica y profesional del más alto nivel para llevar a cabo este tipo de intervenciones de gran complejidad, como es el caso del Hospital Quirónsalud Córdoba, disponiendo de un bloque quirúrgico de última generación que permite asumir estas cirugías con todas las garantías y un porcentaje de éxito muy alto.
