Dolor de cabeza y estrés ¿Cómo reconocer si están relacionados?

El estrés provoca numerosas alteraciones físicas en el cuerpo humano, entre ellas, dolores de cabeza. Estos dolores se conocen como cefaleas tensionales que se pueden abordar desde la psicología, la fisioterapia y, como casi todo, desde unos hábitos saludables. Pero, ¿Cómo pueden producirse? Porque el estrés es una respuesta natural del cuerpo ante situaciones de sobrecarga y que, más allá de interferir en el plano emocional, también comporta una serie de alteraciones físicas. Más concretamente cuando este dolor es el único o el principal síntoma de la enfermedad, hablamos de cefaleas primarias, que serán secundarias en caso de que sea signo de otra patología, como una infección.

Dentro de las cefaleas primarias, son habituales los dolores de cabeza y las migrañas tensionales. En estos cuadros, el estrés actúa como desencadenante, tanto en niños como en adultos. Cabe destacar que este tipo de reacciones suelen desencadenarse por las exigencias diarias a nivel familiar o laboral, esto supone un cansancio mental que el cuerpo reacciona tensando los músculos, sobre todo, de los hombros, el cuello o la mandíbula. Esta reacción involuntaria puede empeorar el dolor de cabeza.

Este tipo de celafeas se caracteriza por afectar a los dos lados de la cabeza, por ser de intensidad moderada a intensa y por no agravarse con la realización de la actividad física habitual. Normalmente, esta molestia no suele ir acompañada de náuseas ni de vómitos. Además, debido al ritmo de vida que lleva la sociedad actualmente, es un problema que afecta cada vez a más personas y que puede llevar asociado una serie de cuadros como el dolor de cuello, la fatiga ocular, la falta de sueño o problemas en la articulación de la mandíbula.

Síntomas de la cefalea tensional

Las personas que conviven con síntomas asociados a un trastorno de ansiedad, de depresión o con un exceso de estrés suelen experimentar de la denominada ‘migraña tensional’. Este tipo de dolor de cabeza tensional suele desencadenar los siguientes síntomas.

1. Dolor sordo o doloroso con un grave de leve a moderado
2. Presión detrás de los ojos
3. Presión que se siente como una banda en la parte superior de la cabeza
4. Tensión en los músculos del cuello y los hombros
5. Sensibilidad del cuero cabelludo

El dolor es un síntoma complejo en el que participan tanto factores biológicos, como psicológicos y sociales. Por ello, cuando la cefalea interfiere en la actividad cotidiana, en el trabajo o en la vida personal, es recomendable buscar ayuda profesional para obtener un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado. Además, no hay que olvidar que pese a la presencia de estrés el dolor puede tener otra causa.

Consejos para prevenir el dolor de cabeza causado por estrés

Además del tratamiento médico y psicológico, se pueden tomar medidas sencillas para controlar el estrés. En realidad, se tratan de hábitos saludables que pueden ayudar a disminuir la frecuencia y la intensidad del dolor de cabeza.

• Control nutricional. Una alimentación equilibrada permite mantener el peso corporal dentro de valores saludables y también puede ayudar a identificar si existen determinados alimentos que puedan estar actuando como desencadenantes del dolor.
• Actividad física. Practicar ejercicio diario de intensidad moderada es aconsejable no solo para mantenerse en forma, sino también para desconectar de todo aquello que pueda estar generando una sobrecarga mental.
• Actividades para la gestión del estrés. El yoga, la meditación o técnicas de respiración facilita que se descanse del estrés diario.
• Poner límites. Aprender a decir "no" ante la sobrecarga de trabajo o de compromisos, saber separar la vida personal de la laboral, así como aprender a priorizar y delegar puede reducir el estrés y evitar la aparición de dolores de cabeza relacionados con el mismo.

¿Cómo acabar con el dolor de cabeza tensional?

Aunque no es posible del todo prevenir este tipo de dolor de cabeza, existen algunos consejos que se pueden seguir para acabar con la frecuencia y la gravedad de la cefalea tensional.

• Reconocer sus desencadenantes. Si se tiene este tipo de dolor de cabeza tensional muy a menudo, es importante intentar identificar los desencadenantes comunes. Entre los más comunes suelen estar el estrés, el sueño insuficiente, los cambios hormonales, la cafeína y el alcohol.
• Practicar la relajación. Las técnicas de relajación han demostrado ser útiles para reducir los síntomas de este ‘síndrome tensional’. Además, para prevenirlos, siempre se pueden realizar de forma rutinaria ejercicios de meditación.
• Practicar el cuidado personal. Los hábitos saludables pueden influir en estos tipos de cefalea. Por ello, tener unos hábitos más saludables puede ayudar a lidiar con el dolor de cabeza tensional.

La alimentación, otro factor a tener en cuenta

La alimentación es clave en casos de migrañas o cefaleas tensionales. El motivo es que una dieta no saludable, con falta de nutrientes o con exceso de sustancias inflamatorias como los azúcares, aditivos y grasas saturadas, puede desencadenarlas o empeorarlas. Por ello, en estos casos lo mejor es una dieta antiinflamatoria. Es muy importante tener una buena ingesta de magnesio a través de frutos secos, semillas, verduras verdes y legumbres, sobre todo, en cefaleas tensionales. Este mineral permite la relajación de los músculos y eso es imprescindible para evitar esas tensiones que derivan en cefaleas.