Día Mundial contra la Obesidad: "Hay que poner mecanismos en la prevención, como fomentar la educación"

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), alrededor de 2.000 millones de adultos en el mundo tienen exceso de peso con una tendencia ascendente en los próximos años. En España, según la Encuesta Europea de Salud, en 2020 un 16,5% de hombres y un 15,5% de mujeres de 18 años y más padecían obesidad. En cuanto a los grupos de edad de 35 a 74 años, el porcentaje de hombres ascendió a un 44,9% y el de mujeres al 30,6%. Respecto a la población infantil, en 2021, 493 millones de niños y adolescentes tenían sobrepeso u obesidad.

Ahora, un nuevo estudio dirigido por el Instituto de Investigación Infantil Murdoch (MCRI) (Australia) y publicado en la revista médica británica The Lancet, ha alertado de que uno de cada seis niños será obeso en 2025. De hecho, habrá más niños de 5 a 14 años con obesidad que con sobre peso a nivel mundial en 2050. Por ello, los investigadores han subrayado que ante este aumento es necesaria una acción urgente para prevenir esta crisis de salud pública.

El crecimiento acelerado de esta enfermedad será especialmente evidente en Asia y África, donde el problema aumentará drásticamente. Los países más afectados serán China, Egipto, India y Estados Unidos, que contarán con un mayor número de niños y adolescentes con obesidad.

Sin embargo, esta tendencia ascendente se puede aplicar también en España, donde un 47% de los niños y adolescentes tendrán obesidad en el año 2050. Hay que destacar que los niños con obesidad tienen más probabilidades de desarrollar hipertensión, diabetes tipo 2 y colesterol elevado a una edad temprana.

Los fármacos que hacen frente a la enfermedad

En este contexto, muchos afectados acuden a diversos fármacos para intentar hacer frente a esta enfermedad. Sin embargo, a pesar de inyecciones como la liraglutida (Saxenda), la semaglutida (Ozempic y Wegovy), la tirzepatida (Mounjaro), parece que los pacientes seguirán aumentando a lo largo del tiempo. Cabe destacar que estos medicamentos están destinados al tratamiento de la diabetes tipo 2 y entre sus efectos secundarios destaca la pérdida de peso

Según Albert Lecube –jefe de servicio de endocrinología y nutrición del Hospital Universitario Arnau de Vilanova y vicepresidente de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO)– hay que diferenciar entre "la proyección a futuro y el impacto que pueden tener los fármacos que tenemos a disposición desde hace muy poco tiempo". Asimismo, tal y como ha señalado el experto en el programa En casa de Herrero, de esRadio, estos fármacos presentan "barreras en la población", puesto que ninguno es financiado por la sanidad pública.

Por ello, el doctor especialista ha explicado que es necesario poner "mecanismos en la prevención como fomentar la educación en los niños y en las familias", ya que "la relación emocional con la comida se establece durante los primeros años de vida".

No obstante, aunque en los adultos la proyección sea más complicada es esencial "facilitar el acceso a un tratamiento" que no se reduzca únicamente "a una dieta cualquiera", sino que se incluya "el acceso a nutricionistas y psicólogos que puedan identificar las alteraciones emocionales con la comida y recetar fármacos", ha señalado el experto.

Por último, Lecube también ha recalcado la necesidad de "dificultar el acceso a los productos ultraprocesados y facilitar el de los alimentos más saludables". Sin embargo, para que esto suceda hay que "invertir y financiar el acceso a la alimentación más equilibrada", donde ya tienen que entrar "las decisiones del Estado".