La edad ideal para tener hijos se sitúa entre los 25 y 35 años, pero muchas mujeres no pueden planteárselo debido a dificultades económicas, la falta de vivienda propia o la inestabilidad laboral. Según un estudio del INE, el porcentaje de mujeres que no quieren tener hijos roza el 30%, y más del 40% de las madres son mayores de 35 años.
El número de nacimientos en España experimentó un leve repunte del 0,4% en 2024. Pero este crecimiento se debe, principalmente, a que las mujeres de mayor edad han decidido dar el paso. De los casi 330.000 bebés nacidos, el 10,4% fueron hijos de madres mayores de 40 años, una cifra que duplica la media de la Unión Europea. La maternidad en nuestro país se retrasa cada vez más.
Este retraso conlleva un incremento de embarazos de riesgo. Rocío Núñez, doctora en biología y experta en reproducción asistida, advierte en esRadio que, a partir de los 40, "los riesgos para la madre y el bebé se multiplican", lo que implica mayor probabilidad de partos por cesárea, bebés prematuros y complicaciones médicas. Aunque algunas mujeres optan por congelar sus óvulos para minimizar la dificultad de concebir a partir de cierta edad esto no elimina los riesgos del embarazo tardío.
La dificultad para conciliar la vida familiar y profesional es una de las principales razones por las que tantas mujeres posponen la maternidad. Hasta un 40% de las madres españolas tienen su primer hijo con más de 35 años. "Esa situación económica hace impensable que muchas mujeres se planteen tener hijos", explica Rocío Núñez.
Muchas mujeres, reconoce, no son plenamente conscientes de los riesgos y por ello ve necesario explicarlo adecuadamente en consulta. Y otras muchas los asumen y dicen: "Yo lo que quiero es ser madre, y si existe un riesgo mayor, lo asumo". Sin darse cuenta de que "no solo corren ellas el riesgo, también el niño", añade.
Uno de los principales peligros es la prematuridad. Un parto antes de las 37 semanas ya se considera prematuro, pero hay casos graves por debajo de las 27. "Conforme avanza la edad, crecen las probabilidades de prematuridad", explica, "uno niño prematuro tiene muchos problemas en el momento del parto y en el futuro", alerta la experta.
En comparación con otros países europeos, España ofrece menos apoyo a las mujeres embarazadas. Rocío Núñez cita el caso de una mujer española que trabaja en Dinamarca, donde pudo disfrutar de una baja maternal de un año, con posibilidad de seguir formándose mientras cuidaba de su hijo. En España, alargar la baja más allá de lo establecido por ley es "un desastre", y reincorporarse al mercado laboral tras la maternidad suele ser mucho más complicado.
Los expertos coinciden en que la clave está en crear condiciones que permitan a las mujeres tener hijos en edades más tempranas. Mejorar las políticas públicas de conciliación, vivienda y apoyo a la maternidad sería un paso crucial para revertir la tendencia.
Mantener hábitos saludables como hacer ejercicio, alimentarse bien y evitar el tabaco o el alcohol es esencial, pero insuficiente. "Más allá de estos cuidados básicos, no hay mucho más que pueda hacerse para reducir los riesgos de un embarazo tardío", concluye Núñez. Por eso, insiste: la mejor prevención es poder decidir antes.
Las mujeres no quieren hijos
Por otro lado, la negativa a la maternidad también crece. En 1990, solo el 11% de las mujeres declaraban no querer tener hijos; hoy, esa cifra se acerca al 30%. Las causas son diversas, pero predominan los factores económicos, la voluntad de avanzar profesionalmente y el deseo de independencia.