
La ciudad de Fort Collins (Colorado) se ha vuelto protagonista de un fenómeno inquietante a primera vista: conejos silvestres con protuberancias negras que parecen "tentáculos" o "cuernos" alrededor de la boca y la cabeza. Las fotos se han hecho virales y se han disparado las especulaciones sobre la proliferación de mutantes.
La explicación, sin embargo, es bien conocida por los veterinarios de fauna: se trata del virus del papiloma de Shope, también llamado papilomavirus del conejo de cola de algodón (CRPV, por sus siglas en inglés), un virus identificado ya en la década de 1930.
Se caracteriza por provocar una serie de tumores o carcinomas queratinosos (verrugas duras) con aspecto de cuernos en la cabeza y en el hocico de los animales. El hallazgo original es obra del virólogo Richard E. Shope y fue clave para demostrar que algunos virus pueden provocar tumores.
Virus creating mutant rabbits — like something out of 'The Last of Us' https://t.co/8yU4bHIWET pic.twitter.com/75FnUEIxZq
— New York Post (@nypost) August 12, 2025
Hasta el descubrimiento de Shope, existían mitos sobre el jackalope, un conejo con cuernos de antílope que algunos cazadores juraban haber visto en los bosques. De hecho, los conejos cornudos aparecen en tratados científicos como el Tableau encyclopédique et méthodique , de 1655. Sin embargo, se trata de lesiones cutáneas, no de mitología o mutación.
La gravedad para los conejos es variable. Muchas lesiones son benignas y pueden remitir; otras crecen lo suficiente como para dificultar la alimentación o la visión provocando la muerte por inanición, y en un porcentaje de casos pueden convertirse en carcinomas malignos.
Cabe destacar que no supone un riesgo para las personas o para las mascotas. Los papilomavirus son altamente específicos y este en concreto no infecta a humanos ni, en general, a otras especies. En cualquier caso, se mantienen en vigor las mismas recomendaciones que las autoridades hacen para cualquier animal silvestre: no tocar, no ayudar, no alimentar y mantener a los perros a distancia.
Aunque las imágenes de los conejos con cuernos se hayan viralizado, la agencia estatal de Colorado encargada de gestionar y proteger la vida silvestre y los parques estatales ha declarado a la cadena estadounidense 9News que no hay indicios de que estemos ante un problema sanitario "generalizado", sino que se trata de un episodio llamativo que simplemente ha ganado visibilidad por las redes por lo espectacular del aspecto de las lesiones.

