Lo que pasa cuando sumerges tus pies en sal y bicarbonato
Una práctica común en rutinas caseras de cuidado personal ofrece alivio y limpieza, pero no sustituye tratamientos médicos.
Sumergir los pies en agua templada con sal y bicarbonato se ha popularizado como un remedio casero para aliviar el cansancio, suavizar la piel o eliminar el mal olor. Aunque su efecto relajante es innegable, no todos los beneficios que se le atribuyen están respaldados por evidencia científica, especialmente aquellos que prometen desintoxicar el cuerpo o eliminar toxinas.
El bicarbonato de sodio se emplea desde hace décadas en dermatología como exfoliante físico suave. Aplicado con fricción sobre la piel, ayuda a eliminar células muertas y mejora su textura. También se ha documentado su eficacia para neutralizar olores, debido a su capacidad para modificar el pH de la piel, creando un entorno menos favorable para la proliferación bacteriana.
Buena parte de los estudios sobre bicarbonato se centran en su uso en axilas o cavidad oral, y no existen ensayos clínicos específicos sobre su aplicación en los pies. Por tanto, los posibles beneficios en esta zona del cuerpo se extrapolan por analogía a partir de sus efectos documentados en otras áreas.
Efectos comprobados de la sal marina
El uso de sal marina o del Mar Muerto en baños terapéuticos ha sido objeto de análisis en varios estudios clínicos, especialmente en pacientes con dermatitis atópica o psoriasis vulgaris. La presencia de minerales como el magnesio en estas sales se ha asociado a una mejoría en la irritación cutánea, así como al refuerzo de la barrera epidérmica.
Aunque estos efectos se han observado en contextos terapéuticos supervisados, también se ha comprobado que la sal, al igual que el bicarbonato, puede actuar como exfoliante físico, favoreciendo una higiene más profunda en zonas propensas a endurecimientos o grietas, como la planta de los pies.
Propiedades antifúngicas: efecto limitado
Algunas publicaciones sugieren que el bicarbonato tiene capacidad antifúngica. En este sentido, un estudio realizado en Perú comparó su eficacia con la de la nistatina, un antifúngico farmacológico, frente a la Candida albicans, levadura común en infecciones por hongos.
La investigación concluyó que el bicarbonato al 5% mostró un efecto inhibitorio leve, pero muy inferior al del medicamento. Esto indica que, si bien puede tener cierto efecto limitador sobre algunos hongos, no debe considerarse un sustituto de tratamientos médicos prescritos por especialistas.
Relajación y cuidado complementario
Desde un punto de vista práctico, sumergir los pies en una mezcla de sal y bicarbonato puede tener efectos beneficiosos moderados: alivio muscular, suavizado de la piel y reducción del mal olor. Estos resultados son compatibles con una rutina de autocuidado, especialmente en personas que pasan muchas horas de pie o que presentan piel seca o endurecida.
Sin embargo, muchas de las afirmaciones más ambiciosas asociadas a esta práctica, como la "eliminación de toxinas" o la "desintoxicación del organismo", no cuentan con respaldo científico. Los pies no cumplen funciones depurativas como los riñones o el hígado, por lo que estos efectos deben considerarse mitos sin base médica.
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