El año 2018 se cerró con 1.180 fallecidos en accidente en las carreteras interurbanas en España, 18 menos que en 2017. Un resultado para la esperanza que ha quedado empañado por los 135 peatones muertos por atropello, 44 más que el año anterior, un 11% del total. De ellos, 49 fueron atropellados en autovías o autopistas. Dato que ha preocupado especialmente a las autoridades del Ministerio del Interior y de la Dirección General de Tráfico.
Estas muertes se suelen producir cuando los conductores abandonan su vehículo para señalizar la avería, accidente o para ayudar a terceros y se ven sorprendidos por otro vehículo que les atropella causándoles la muerte o heridas graves. El Ministerio del Interior está empezando a estudiar medidas alternativas que mejoren la visibilidad en la señalización de vehículos averiados o accidentados, más allá de los triángulos obligatorios a día de hoy.
Una de estas medidas es la colocación de un dispositivo luminoso, tipo sirena, que se fijará en el techo del coche gracias a imanes de neodimio de alta adherencia. Esta señal es mucho más efectiva que los triángulos ya que su alcance es superior al kilómetro de distancia aumentando el mismo de noche, pudiendo ser percibido por el resto de conductores con mucha antelación logrando evitar de forma más eficiente el vehículo parado. Esta señal está aprobada por la DGT y homologada recientemente en el Laboratorio Central de Electrotecnia de Madrid.
Dicha baliza, producida en España por la empresa especializada en el diseño y fabricación de dispositivos de iluminación Atressa, es autónoma y soporta vientos de hasta 100km/h, cuenta con una luz led indicadora de la carga y una batería recargable de litio que se podrá cargar en el vehículo utilizando el cable USB. La autonomía es de más de dos horas y es resistente al agua y al polvo.
Una solución que podría ayudar a reducir esa tasa de atropellos, sobre todo en autovías y autopistas donde los arcenes nos más reducidos y la velocidad de los vehículos contrarios más elevada.