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Cómo conseguir hacer más seguras las contraseñas en Internet

A día de hoy la vida de toda persona está en Internet y por ello es importante protegerlo con diferentes contraseñas.

A día de hoy la vida de toda persona está en Internet y por ello es importante protegerlo con diferentes contraseñas.
hacker, computadora, fantasma | Pixabay/CC/pixel2013

Es la era de la información y estamos conectados todo el día, incluso desde varios dispositivos a la vez. Y allí donde entramos es importante que tengamos sesión y contraseñas para proteger nuestra privacidad. Los avances son buenos porque nos facilitan la vida, pero también motivan a otras personas a invadir nuestra intimidad.

Pero, ¿para qué valen las contraseñas? El uso de contraseñas en Internet nos permite, junto con la elección de un nombre o nickname, crear perfiles que nos identifican como personas usuarias de servicios online y de esta manera, por ejemplo, poder disponer de correo electrónico, disfrutar de un videojuego o ser parte de una red social. En definitiva, ese perfil, compuesto por un nombre identificador y una contraseña nos permite actuar y realizar acciones en ese contexto digital de manera personal, bajo nuestro control y responsabilidad.

Por ello, las contraseñas son sinónimo de privacidad dado que abren la puerta a informaciones personales (conversaciones, imágenes…). Del mismo modo, las claves o contraseñas son sinónimo de seguridad porque quien posea las de otra persona puede, por ejemplo, realizar una suplantación de identidad y ejecutar acciones negativas tanto para terceros como para quien es legítimo propietario del perfil cuya contraseña ha sido usada de forma no consentida. Esto hace que sea muy importante no dar las contraseñas a nadie y, si es posible, no tener la misma en todas las redes.

Imagina que no tienes una contraseña segura, alguien descubre la que has usado con el correo electrónico y accede a él. Ahora puede ver los correos que has recibido de tus amigos, del trabajo, del banco. ¿Parece peligroso? Pues lo es, y mucho.

Con el acceso a tu correo puede acceder, por ejemplo, a tus redes sociales con solo solicitar recuperar la contraseña. Y no solo eso, también podría acceder a tu cuenta bancaria o cualquier otro sitio al que entres usando tu email.

Si bien es cierto que a la hora de elegir una contraseña es normal escoger palabras o números que nos resulten familiares y podamos recordar con facilidad. Por ejemplo, se usan mucho las contraseñas con fechas importantes como la de nuestro cumpleaños, la de nuestro hijo, la del aniversario, etc. Esto es un error más común de lo que nos imaginamos, porque es muy fácil de averiguar.

Lo recomendable es usar un generador de contraseñas para que no sea fácil de descifrar. Este tipo de programas evita que usemos contraseñas con datos personales o repetitivas.

Trucos y métodos para crear una contraseña segura

Para empezar, lo que nunca tienes que hacer es utilizar contraseñas cortas que puedan obtenerse mediante ingeniería social, como el nombre de tu mascota, fechas importantes para ti o códigos postales. Tampoco hagas sustituciones clásicas como cambiar una e por un 3 o una o por un 0, ya que son trucos que los cibercriminales se conocen, y estate atento a las listas de las peores contraseñas para saber las que nunca tienes que utilizar.

Otra cosa importante es no centrarse en criterios y fórmulas predefinidas. Esto quiere decir que te olvides de que en una contraseña tienes que tener determinados caracteres alfanuméricos, que uno de ellos tiene que ser en mayúscula y que otro sea un símbolo. Todas estas fórmulas clásicas las saben también los cibercriminales, por lo que es una de las cosas que intentarán probar a la hora de adivinar la que tienes.

También es importante que utilices contraseñas fáciles de recordar pero difíciles de adivinar. Un medio muy eficaz es el de utilizar combinaciones de varias palabras, que aunque aparentemente no tengan relación lógica entre ellas tú puedas relacionar para recordar.

Algunas de las pautas más importantes a la hora de generar una nueva contraseña que sea segura son:

  • No uses nunca contraseñas que solo contengan letras como, por ejemplo, nombres personales, el nombre de tu usuario, familiares, mascotas, ciudades, etc.
  • Tampoco utilices nunca contraseñas únicamente con números que estén relacionados con fechas importantes, direcciones, número de DNI, matrículas o cualquier otro elemento de nuestro entorno cercano que se pueda averiguar fácilmente.
  • Como mínimo, mezcla letras y números elegidos aleatoriamente, que no tengan un orden lógico o deducible. Intercala letras minúsculas con mayúsculas.
  • La longitud mínima recomendada es de 8 caracteres, aunque si tiene más, mucho mejor.
  • No compartas nunca tus contraseñas con nadie, porque ya no importará cuánto te hayas esforzado por crearla. En ese momento dejará de ser segura.
  • Un error muy común es usar la misma clave para todo. No hagas eso, porque si algún día alguien la descubre, tendrá acceso a todas tus cuentas.
  • Es muy recomendable cambiarlas cada cierto tiempo. Muchos sitios ya te obligan a hacer este cambio como, por ejemplo, los bancos online.
  • Cuidado con las preguntas de seguridad. Si las utilizas, que sólo tú y nadie más sepa las respuestas.

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