¿Sabías que la cámara de tu teléfono móvil podría suponer un gran peligro? El INCIBE te lo explica

Hoy en día, a partir de cierta edad, todos los jóvenes, cuando se convierten en adolescentes, reciben un teléfono móvil. El resto de las personas, a partir de esa edad, es raro que en una sociedad civilizada no tenga un smartphone para comunicarse. El problema de ello es que todos estos teléfonos móviles vienen equipados con una cámara. De hecho, en muchas ocasiones adquirimos un teléfono u otro en función de las características de la cámara del dispositivo.

Mucha gente no es consciente del problema que esto puede llegar a suponer si solemos hacer videollamadas, grabar vídeos, tomar fotos para publicaciones en aplicaciones como TikTok, Instagram o BeReal, o incluso realizar directos en streaming.

¿Qué riesgos conlleva?

Este tipo de actividades conlleva varios riesgos. El primero de ellos es la infección por spyware u otro tipo de malware que pueda permitir el espionaje. Esto puede ocurrir, por ejemplo, si se ha sido víctima de alguna campaña de ingeniería social o se ha descargado algún archivo infectado. En caso de que el atacante lograra acceder al dispositivo, podría llegar a tomar el control de la cámara, obtener información o incluso contenido privado sin permiso.

También se debe ser muy consciente del riesgo que pueden conllevar prácticas como el sexting, pues compartir fotos o vídeos íntimos implica la pérdida de control sobre ellos. Puede que la otra persona los comparta o incluso intente extorsionarnos con ellos –sextorsión–. Esto afecta la privacidad y el bienestar emocional, por lo que se debe pensar detenidamente antes de hacerlo.

En el caso de grabar vídeos o hacer directos para subirlos a las redes sociales, se debe tener en cuenta que cualquier cosa que se diga o se muestre a los espectadores quedará en la red por mucho tiempo. Se podrían filtrar datos como la dirección o con quién se encuentra, además de que podrían hacer capturas o grabaciones de pantalla sin consentimiento y compartirlas sin permiso.

Otro aspecto a considerar es la realización de videollamadas a través de plataformas donde se necesita un enlace para unirse. Si este enlace se hace público, se podría sufrir "zoom bombing", es decir, la intromisión de personas no autorizadas y con malas intenciones, que se unen a la videollamada para trolear, insultar o compartir contenido inapropiado con el resto de los participantes.

¿Cómo podría afectarnos?

Estos riesgos pueden afectar de muchas maneras. La invasión de la privacidad sin permiso mediante la cámara o el dispositivo puede tener un impacto emocional grave, como ansiedad, miedo o incluso sensación de vulnerabilidad. Por este motivo, la concienciación sobre privacidad y seguridad en Internet es vital para dotar a los usuarios de las herramientas necesarias para evitar estos ataques.

El acceso no autorizado a la información personal supone un riesgo importante. Los ciberdelincuentes pueden obtener información confidencial, como la dirección, información financiera y bancaria o contraseñas de acceso, que podrían ser utilizadas para cometer algún delito.

¿Cómo se puede evitar?

Los usuarios pueden prevenir ser expuestos a cámaras espía siguiendo estos consejos:

• Se recomienda el uso de un antivirus para proteger el dispositivo de infecciones de virus, malware, troyanos, etc.

• Revisar la configuración de la cámara, tanto del dispositivo móvil, tablet u ordenador, y comprobar los permisos que tiene. Además, se recomienda tapar la cámara siempre que no esté en uso.

• Proteger los dispositivos con PIN, patrón, contraseña o huella dactilar.

• No descargar archivos o aplicaciones de páginas no oficiales ni acceder a enlaces enviados por personas desconocidas.

• Configurar y revisar la privacidad de los perfiles de redes sociales y limitar la información compartida.

• Ser conscientes de la importancia de no proporcionar información personal a desconocidos ni aceptar a extraños en redes sociales o chats de videojuegos.

• Usar contraseñas diferentes y cambiarlas con regularidad.