Colabora

Kodak lanza una cámara – llavero digital de 30 euros con estética retro y se agotan en un solo día

La propuesta fotográfica más sorprendente de los últimos años ya un éxito: las Kodak Charmera se han agotado en su primer día a la venta.

Varios de los modelos de Kodak Charmera. | Kodak

En una de las ideas comerciales más llamativas en muchos años, Kodak ha lanzado la Charmera una "cámara digital llavero" de diseño retro y con un precio de sólo 30 euros. Y sorprendentemente, o quizá no tanto, se ha agotado en su primer día a la venta.

La Kodak Charmera está inspirada en la primera cámara desechable que la famosa compañía lanzó al mercado en 1987, la Kodak Fling y se ha lanzado con siete diseños vintage entre los que hay una "edición secreta" que presenta un cuerpo translúcido que deja ver el interior de la cámara.

La peculiaridad es que al adquirirla no se puede saber qué modelo estamos comprando: vienen con un envoltorio idéntico y el comprador no sabe qué modelo le ha tocado hasta que lo abre. Lo único que Kodak ha revelado es que la probabilidad de tener la "edición secreta" es de una cada 48, mientras que las restantes están repartidas en las mismas cantidades, por lo que hay una en cada seis.

La Charmera es realmente pequeña: miden 58 milímetros de ancho por 24’5 de alto y 20 de profundidad, y sólo pesa 30 gramos. Cuenta con batería de 200 mAh, más o menos la vigésimo quinta parte de la de un móvil actual.

Con su tamaño y su precio no debemos esperar mucha calidad de imagen: la Charmera tiene un sensor CMOS de un cuarto de pulgada y tan sólo 1,6 Megapíxeles y monta un lente de 35mm F2,4. Los archivos que produce son en formato jpeg, con un tamaño de 1.440 por 1080. También puede grabar vídeo e incluye algunos marcos y filtros para acentuar todavía más el carácter vintage de las imágenes.

Un éxito ¿imprevisible?

Aunque el fulgurante éxito de las Kodak Charmera puede resultar sorprendente, lo cierto es que enlaza con varias tendencias del actual mercado fotográfico, empezando por el encanto que cada vez más aficionados demuestran por los productos con estética vintage.

Del mismo modo, también puede conectar de alguna forma con los cada vez más consumidores que reclaman cámaras pequeñas, que puedan ser llevadas en el bolsillo y sirvan como el equipo "para todos los días" de aficionados o profesionales que ya poseen cámaras de más alta calidad. Algunas grandes compañías han apostado, incluso dentro de sus gamas más altas, por este tipo de oferta.

Además, también ha habido en los últimos años un auténtico revival de las cámaras de los primeros años de la fotografía digital, preferentemente compactas de tamaño reducido y sin más complicaciones que apuntar y disparar, que se han puesto de moda entre los más jóvenes y han subido mucho de precio en los mercados de segunda mano.

Sea por conectar con estas tendencias, por su precio llamativamente barato, por su estética o por la posibilidad de coleccionarlas, las Kodak Charmera han empezando arrasando y ya hay muchos, sin ir más lejos el que esto escribe, que están esperando que se vuelvan a ponerse a la venta a partir de finales de octubre.

Ver los comentarios Ocultar los comentarios

Portada

Suscríbete a nuestro boletín diario