( LD ) La enfermedad es generalmente leve, aunque ocasionalmente pueden ocurrir complicaciones serias, siendo éstas más frecuentes cuando las personas afectadas son adultos o niños mayores.
Es importante evitar que el niño o adulto afectado se rasque puesto que la mayoría de las ampollas que aparecen no dejarán cicatrices a menos que se contaminen de bacterias en aquellos casos en los que el paciente se rasca.
Respecto al tratamiento, en la mayoría de los casos es suficiente mantener cómodos a los niños mientras sus propios cuerpos combaten la enfermedad.
Los farmacéuticos también recomiendan un antihistamínico oral, así como lociones tópicas para ayudar a aliviar el picor. También es aconsejable cortar las uñas para evitar el rascado y reducir así posibles infecciones, lo que favorece la cicatrización de las ampollas.

La mayoría de los casos de varicela ocurre durante la niñez antes de cumplir los 10 años.