Todos los diarios dedican su principal editorial al culebrón madrileño, que ayer vivió un nuevo aunque esperado capítulo al adquirir Tamayo y Saez su condición de diputados y constituir ambos el Grupo Mixto.
Lo más relevante del panorama editorial es la soledad con la que El País mantiene su estrategia de contaminación al PP, partido al que presenta confabulado con los desertores socialistas. En esa línea, el diario de Prisa no sólo recuerda que “el pasado día 10 el Partido Popular se benefició de la mayoría coyuntural en el que le colocó la ausencia de los dos desertores, para que la presidencia cayera de su lado”, sino que también “ayer sumó esos dos votos a los suyos para aprobar la inclusión de los disidentes en el Grupo Mixto, en contra del criterio de PSOE e IU”.
El Mundo, como veremos, se descuelga definitivamente de esa estrategia y pasa, junto al resto de los diarios, a refutarla y a señalar, por el contrario, que “las querellas intestinas de la FSM” están en el origen de las deserciones.
Pero volvamos a El País, antes de analizar las réplicas del resto de los diarios. Dice el diario de Prisa que el resultado de las votaciones de ayer fue “grotesco” porque "los dos pájaros serán los árbitros capaces de romper el empate entre ambas partes en la Diputación Permanente”.
El País no puede dejar de reconocer que “el reglamento de la Cámara prescribe la incorporación al Mixto de los diputados que dejen de pertenecer a un grupo parlamentario, y también la presencia de todos los grupos, incluido el Mixto, en la Diputación Permanente”. El País tampoco puede negar que es precisamente “en aplicación de esa normativa, por la que la Mesa de la Asamblea acordó asignar 18 representantes al PP, 15 al PSOE y 3 a IU, mas 1 al Mixto, es decir a Tamayo, que se convierte en llave de esa mayoría”.
Sin embargo, para poder reprochar algo al PP, El País señala que “la única forma de evitar tal despropósito sería modificar el reglamento de forma que los tránsfugas o equivalentes no pasen al Mixto, sino que sean considerados diputados sin adscripción. Así lo plantearon ayer PSOE e IU, pero el PP se opuso votando junto a los tránsfugas”.
Como El Mundo replica con encomiable claridad, “lo que los grupos socialistas y de IU propusieron ayer es un monumento a la inseguridad jurídica”, pues su propuesta de reforma urgente del reglamento “tiene el fin de crear ad hoc la figura de diputado no adscrito para que ambos —Tamayo y Saez— no tuvieran derecho a ser miembros de dicho órgano. De haber prosperado dicha propuesta —señala El Mundo—, la Cámara hubiera quedado directamente paralizada”.
También ABC, como La Vanguardia y La Razón, critica la grotesca maniobra del PSOE e IU advirtiendo que “no resultaría fácil de explicar a los ciudadanos la congruencia de un nuevo reglamento a la medida de esta crisis —ad hominem— con la tesis reiterada por el PSOE de que no hay que condicionar las instituciones a estos dos desertores”.
Por otra parte, hay que señalar que de nada serviría que el PP se prestase a modificar ad hoc las normas que regían en el momento en el que los ciudadanos de la Comunidad de Madrid fueron llamados a las urnas. Con esa reforma, no sólo “la Cámara hubiera quedado directamente paralizada”, como advierte El Mundo, sino que también, en esa circunstancia, el PP sería víctima de los reproches del PSOE e IU, vista la insaciable desfachatez e incoherencia con la que El País señala que “también eso favorece al PP, porque cuanto más ridícula sea la situación, mayor presión existirá a favor de su propuesta de disolución inmediata”. ¿En qué quedamos?
Dice El País que “el PSOE prefiere agotar los plazos marcados por el Estatuto; ya no para que devuelvan el acta, pero sí para que la investigación sobre la trama inmobiliaria que ve tras la deserción le permita presentarse a las elecciones con argumentos que equilibren su actual desventaja de imagen. Al efecto, los socialistas han anunciado su intención de plantear una comisión de investigación parlamentaria”. El País presenta así, como decisión autónoma del PSOE, lo que, en realidad, es la subordinación de ese partido a la estrategia de Prisa de ganar tiempo para contaminar al PP en una deserción que, como ya reconoce El Mundo, “es fruto de acreditados enfrentamientos internos en el seno de la Federación Socialista Madrileña”.
El Mundo no llega todavía a denigrar la “comisión de investigación” propuesta por el PSOE como una maniobra de distracción de las responsabilidades internas de ese partido, que colocó en sus listas a Tamayo y Saez, ni como un despreciable intento de implicar al PP en el escándalo por el indiscutible beneficio que le proporciona el que su adversario se haya metido un gol en propia puerta.
No obstante, su editorialista está cerca de hacerlo cuando oportunamente señala que la “dirección del PSOE carecerá de credibilidad si se empeña, como ayer anunció Zapatero, en encargar a José Blanco que lidere la investigación. No puede —prosigue El Mundo— por la sencilla razón de que su nombre aparece estrechamente ligado tanto a los de Tamayo y Saez, como a su jefe de filas, José Luis Balbás, también expulsado. Igual que resulta inquietante que el marido de Ruth Porta, la mano derecha de Simancas, tenga tantos intereses inmobiliarios en Madrid”.
El Mundo no llega tampoco todavía a sumarse al resto de diarios ajenos a Prisa a la hora de pedir la inmediata consulta electoral para salir del atolladero en que se encuentran las instituciones madrileñas por culpa del PSOE. Sin embargo, no por eso hay que dejar de resaltar las profundas y sabias rectificaciones que llevan hoy a este diario, nada menos, que a interpelar directamente a Zapatero y advertirle que “mucha gente espera que tome las decisiones propias en interés de todo el partido que lidera, por dolorosas que éstas puedan resultar para él”.
Otros análisis:
- Resumen de prensa (24-06-03)
