L.D / EFE.-
Shcneider hizo estas declaraciones durante su visita a Madrid, donde vino a promocionar "Estoy hecho un animal", que se estrena en España el próximo mes de octubre, y que narra las peripecias de un policía, al que él da vida, y que, tras sufrir un accidente de tráfico, es sometido a un experimento que convierte su cuerpo en una extraña fusión de órganos animales.
El cómico, surgido de las filas de humor del mítico programa de televisión "Saturday Night Live", protagoniza y firma el guión de esta comedia disparatada que demuestra, dice, que "dentro de nosotros todos escondemos un animal".
La película ha obtenido en Estados Unidos la calificación de no autorizada para menores de trece años, debido al humor soez y a los crudos y sexuales toques humorísticos. Esto es algo que Schneider no acaba de comprender, pues, explica: "el tema de las calificaciones de las películas en Estados Unidos es algo lleno de controversia, ya que se toma más en cuenta la sexualidad que la violencia, cuando el mayor problema que padece el país es la violencia".
Schneider reconoce que el público reacciona cada vez mejor ante ese humor "tonto" que contiene "Estoy hecho un animal", aunque, explica, "lo hace de una forma inconsciente. Es la búsqueda de la alegría en una sociedad dominada por el cinismo". A este cómico le gustaría cambiar de tono y hacer un tipo de humor inteligente, pero reconoce que "para un delfín" como él resulta difícil alcanzar esa fina ironía: "Como artista -dice- debo ir con cuidado y, aunque tenga mis propias ideas políticas, debo alcanzar un cierto equilibrio para no perder a mi público".
El cómico, surgido de las filas de humor del mítico programa de televisión "Saturday Night Live", protagoniza y firma el guión de esta comedia disparatada que demuestra, dice, que "dentro de nosotros todos escondemos un animal".
La película ha obtenido en Estados Unidos la calificación de no autorizada para menores de trece años, debido al humor soez y a los crudos y sexuales toques humorísticos. Esto es algo que Schneider no acaba de comprender, pues, explica: "el tema de las calificaciones de las películas en Estados Unidos es algo lleno de controversia, ya que se toma más en cuenta la sexualidad que la violencia, cuando el mayor problema que padece el país es la violencia".
Schneider reconoce que el público reacciona cada vez mejor ante ese humor "tonto" que contiene "Estoy hecho un animal", aunque, explica, "lo hace de una forma inconsciente. Es la búsqueda de la alegría en una sociedad dominada por el cinismo". A este cómico le gustaría cambiar de tono y hacer un tipo de humor inteligente, pero reconoce que "para un delfín" como él resulta difícil alcanzar esa fina ironía: "Como artista -dice- debo ir con cuidado y, aunque tenga mis propias ideas políticas, debo alcanzar un cierto equilibrio para no perder a mi público".