L D (EP)
El inmueble muestra cuatro de los muchos baúles que paseó La Piquer por todo el mundo, otro medio centenar se encuentran en la finca segoviana de Villacastín, donde pasaba largas temporadas la cantante. El proyecto de levantar en Valencia una casa-museo dedicada a Concha Piquer surgió hace dos años, cuando el Ayuntamiento de la ciudad del Turia compró la residencia de la tonadillera. El Consistorio encargó a Salvador Bolta el proyecto museográfico, un diseño que comprende dos ámbitos: la exposición de todos los objetos de la artista donados por su familia, y la reconstrucción en la planta superior del edificio del ambiente en el que se crió y nació La Piquer. Es decir, una vivienda típicamente valenciana de finales del siglo XIX y principios del XX.
Lo primero que se encontrará el visitante que acuda al museo son cuatro de los famosos baúles de Doña Concha Piquer. En ellos, la tonadillera transportaba su vestuario y objetos personales, además de todos los elementos técnicos necesarios para sus actuaciones. Quizá lo más valioso de la muestra, son los siete vestidos que lució la artista en sus mejores tiempos. Siete modelos restaurados por el modisto Enrique Marzal que están protegidos en urnas, y con los que Concha Piquer interpretó clásicos como Romance de valentía, La parrala, A la lima y al limón o No te mires en el río .
En la recreación hogareña, el visitante podrá apreciar un escritorio decorado con objetos personales de la artista. Desde una máquina de escribir, hasta varias estilográficas, hojas de camerino y recibos, pasando por una imagen de alpaca y carey de la Virgen de los Desamparados.
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Lo primero que se encontrará el visitante que acuda al museo son cuatro de los famosos baúles de Doña Concha Piquer. En ellos, la tonadillera transportaba su vestuario y objetos personales, además de todos los elementos técnicos necesarios para sus actuaciones. Quizá lo más valioso de la muestra, son los siete vestidos que lució la artista en sus mejores tiempos. Siete modelos restaurados por el modisto Enrique Marzal que están protegidos en urnas, y con los que Concha Piquer interpretó clásicos como Romance de valentía, La parrala, A la lima y al limón o No te mires en el río .
En la recreación hogareña, el visitante podrá apreciar un escritorio decorado con objetos personales de la artista. Desde una máquina de escribir, hasta varias estilográficas, hojas de camerino y recibos, pasando por una imagen de alpaca y carey de la Virgen de los Desamparados.
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