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Doce Apóstoles (X)

Manuel Ángel Cuenca: "Los Judas son necesarios"

Décima entrega de la serie "Doce Apóstoles". El escritor y militar considera que la cultura "nos hace más libres, incluso, que la verdad".

Décima entrega de la serie "Doce Apóstoles". El escritor y militar considera que la cultura "nos hace más libres, incluso, que la verdad".
El escritor y militar Miguel Ángel Cuenca posa para Libertad Digital. | C.Jordá

El escritor y militar Manuel Ángel Cuenca (Granada, 1989) tiene tatuados en su pectoral izquierdo los siete dones del Espíritu Santo. Graduado en Ingeniería Industrial, oficial de Información Pública del citado cuerpo y divulgador de la Historia de un país en el que cree –es autor de, entre otros libros, Curiosidades de la Historia de España para padres e hijos o Criaturas míticas de España–, Cuenca cuenta a LD que, cuando uno recibe una torta, debe ser humilde consigo mismo, "pensar y ver si te la merecías", abomina de las conspiraciones y considera que la ira es el "mal endémico" que, casi siempre, nos ha enfrentado a los habitantes de la piel de toro. Conversamos en una terraza malasañera, a pocos metros de la estatua de Daoíz y Velarde.

P: Señor Cuenca, ¿cree en Dios?

R: Sí. Yo creo en el Dios católico, apostólico y romano. Me eduqué en un colegio carmelita misionero en Granada, desde preescolar hasta segundo de bachiller, y he bebido de eso.

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Un momento de la entrevista | C.Jordá

P: ¿Cómo es el Dios en el que cree?

R: Es un Dios misericordioso, compasivo, que perdona y, sobre todo, conciliador. Un Dios que es capaz de unir a todo el mundo.

P: ¿Alguna vez ha presenciado algún milagro?

R: Bueno, he conocido a dos políticos honrados (risas). Luego, a nivel más religioso, también: cuando estudiaba fisioterapia en Granada, estaba haciendo unas prácticas en un colegio, el San Rafael. Ahí había un sacerdote que estaba muy mal, se llamaba Antonio y no podía ni levantarse de la cama. Yo estaba pasando la, digamos, ronda con los enfermos, iba con mi tutor y éste le dijo que, por aquel entonces, era catequista. Y el hombre se levantó sólo para hacerme la señal de la cruz en la frente. No sabemos de dónde sacó la fuerza. Para mí, fue un pequeño milagro.

P: ¿Los últimos serán los primeros?

R: Creo que eso da un poco igual. Para mí, no es tanto ser el último o ser el primero, sino llegar. Lo decía muy bien Cavafis. Tiene dos poemas que me encantan: "Los bárbaros" e "Ítaca", e "Ítaca" habla justo de eso: lo importante no es ser el primero o el último, sino llegar y el viaje.

P: Tras recibir una bofetada, ¿hay que poner la otra mejilla o devolver el golpe?

R: Considero, primero, que si te dan una hostia, tienes que ser humilde contigo mismo, pensar y ver si te la merecías. Eso es fundamental. Si te la mereces, igual te toca callar, apoquinar y poner la otra mejilla. En ese pasaje del Nuevo Testamento, al final se dice que todo se reduce a que no hagas lo que no quieres que otros te hagan a ti. Eso es lo importante. Entonces, si te dan una torta, puedes poner la otra mejilla, pero si no hay motivos para que te peguen la torta, yo intentaría hablar con ese señorito o esa señorita y le preguntaría por qué me ha pegado; si insiste, igual hay que devolverla.

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El capitán Cuenca, es oficial de información pública del Ejército del Aire | C.Jordá

P: ¿La verdad nos hará libres?

R: Sí. Pero, como decía Machado: "¿Tu verdad? No, la verdad, y ven conmigo a buscarla; la tuya, guárdatela". Hoy, la verdad es un poco difusa. Hay tanta mentira, tanta desinformación y tanto conflicto, que ya nadie sabe muy bien qué es la verdad.

P: ¿Y la cultura?

R: A lo mejor nos hace más libres, incluso, que la verdad. El conocimiento y la sabiduría son dones del Espíritu Santo.

P: ¿Qué pecado nunca debiera cometer un militar?

R: Ninguno. Si tuviera que elegir… la avaricia, por ejemplo. Un militar no tiene que ser codicioso jamás. Mira, hablando de mis creencias: estoy en la mejor profesión del mundo, y en la que más se identifica con la ética cristiana. Estamos dispuestos a darlo todo, incluso nuestra propia vida, como Jesucristo, por aquello en lo que creemos.

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Un momento de la entrevista | C.Jordá

P: En su opinión, ¿abundan más los tipos como Jesús o los que son como Judas?

R: En mi vida profesional, en la vida castrense, me he encontrado a más gente como Jesús que como Judas; en la vida civil, por desgracia, me he encontrado con muchos Judas. Pero es bueno conocer a los Judas para saber cómo no quieres ser. Los Judas son necesarios.

P: ¿Cree en sí mismo?

R: Muchísimo. Si no crees en ti mismo, estás fastidiado. Creer en uno mismo es el motor de tu vida. Es lo que te hace seguir creciendo como persona y como profesional.

P: ¿Cree en el ser humano?

R: Sí. A veces es difícil, pero tengo esperanzas en que podemos ser mejores. Sí es verdad que hemos perdido una oportunidad, entre comillas, magnífica: la crisis sanitaria. Si hubiéramos reflexionado, si hubiéramos pensado qué queremos en nuestro futuro en lugar de hacer bailes absurdos en TikTok, a lo mejor el ser humano hubiera llegado a otro estadio del conocimiento.

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Miguel Ángel Cuenca posa para LD | C.Jordá

P: ¿Cree en España?

R: Por encima de todo. Si no, no habría jurado bandera. Hace doce años juré bandera. Creo en España y creo en los españoles.

P: Pese a muchos españoles…

R: Esos españoles son un poco presa de otro pecado: la ira. La ira es un mal endémico de la sociedad, nos ha enfrentado a unos y a otros y, al final, la víctima ha sido España. Pero del mismo modo que hay muchos españoles enfrentados, hay muchas herramientas que nos permiten unirnos.

P: ¿En qué creyó alguna vez y, a partir de un momento equis, dejó de creer?

R: En la política. Al principio, pensaba que era una herramienta magnífica al servicio del pueblo. Conforme vas creciendo y vas siendo testigo del día a día, te das cuenta de que es difícil creer en la política. Más que en la política, en los políticos.

P: ¿Y en qué no ha creído nunca?

R: En las conspiraciones. Lo tengo clarísimo. Me parece increíble que haya gente que nos llame al Ejército del Aire y nos diga que les estamos envenenando a través de chemtrails o que haya gente que piense, realmente, en los reptilianos.

P: ¿En qué no cree y le gustaría creer?

R: No quiero ser redundante, pero en los políticos. Me gustaría pensar que cuando votamos a ciertas personas, estas personas se mueven por un interés común, por mejorar la vida de otras personas; tristemente, dudo que sea así.

P: Finalmente, ¿qué proyectos tiene entre manos?

R: Vamos a montar una asociación histórica dentro de muy poco. Seguimos con los libros de divulgación histórica de Gestas de España. El próximo se va a llamar España en el mundo. Curiosidades para leer en familia y hablará sobre la aportación de España más allá de nuestras fronteras. En el Ejército del Aire tenemos mucho que comunicar. Me lo decía Dalmau en una entrevista que le hice para los canales de comunicación del Ejército del Aire: "Quizá os paséis demasiado tiempo volando y por eso no se os conoce muy bien". Tenemos la ardua labor de dar a conocer todo lo que hace el Ejército del Aire, que no es poco, y que es fundamental para la sociedad.

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