Ya hablamos en su día de Planeta Hulk en Libertad Digital y lo definí en el titular de mi reseña como "Planeta Hulk, el gladiador verde que aplasta viñetas en Marvel Must Have". Por eso razón os recomiendo, si queréis entrar en este universo de Hulk, que antes de nada paséis por Planeta Hulk antes de llegar a este brutal World War Hulk. Si hacéis eso disfrutaréis de la experiencia completa, aunque si queréis entrar directamente en esta "guerra mundial" y luego pasaros por el origen, tampoco pasaría nada. El orden de los factores no alterará que os lo vayáis a pasar estupendamente con estas dos piezas que recomiendo para cualquier comicteca.
Vamos, antes de ponernos verdes, con los detalles técnicos de este cómic: Must Have de Panini, tapa dura, 264 páginas, contiene World War Hulk 1-6 y World War Hulk Prologue: World Breaker, guion de Greg Pak, dibujo de John Romita Jr., entintado de Klaus Janson y un precio de 18 euros.
Y ahora sí, vamos con la reseña
Una secuela que aplasta igual o más que la primera parte
Es una bestialidad. Una nueva bestialidad. Voy de cara. No me escondo. Si en Planeta Hulk ya teníamos un auténtico blockbuster que destrozaría la cartelera en caso de llevarse al cine, algo que se rumorea últimamente, la segunda parte de este Rey Hulk desatado mantiene el listón en el mismo lugar y lo sube aún más a base de puñetazos, aplastamientos, edificios derribados, luchas entre superhéroes y venganza, mucha venganza.
Repito la palabra venganza porque es el elemento crucial de toda historia. Ojo, que vienen spoilers de Planeta Hulk necesarios para contextualizar esta segunda parte. Tras llevar la paz al planeta Sakaar donde fue exiliado por sus compañeros de armas en la Tierra, Hulk, feliz por fin, ve como una bomba que incorporaba la nave en la que le exiliaron, estalla y asesina a su mujer, a su hijo no nato y a millones de seres vivientes. Hulk estalla. Se vuelve loco. Coge una nave, se lleva a su nuevo grupo de amigos guerreros y se lanza en dirección a nuestro planeta para asesinar a todo lo que se le ponga por delante. Tiene tal enfado que en su camino hacia la Tierra se entretendrá golpeando meteoritos como si fuesen globos y matando piratas espaciales como si fuesen meros mosquitos.
El argumento deja claro lo que vamos a ver en este cómic. Si ya de por sí Hulk encierra la personalidad de Bruce Banner en el interior sacando toda la ira al exterior, imaginen qué puede hacer el coloso verde si dentro de él acumula el odio y la desesperación de haber perdido a su nueva familia. Mr Fantástico, Iron Man, Doctor Extraño y el resto de miembros de los Iluminati que le mandaron al espacio estarán en peligro y les aseguro que Hulk no va a contenerse en honor a la amistad que antes les unió.
Este cómic es para disfrutar de la acción, los golpes, las batallas y las monumentales viñetas de las que parece salirse un Hulk vengativo y furioso. Matiz: no es el mismo dibujo que Planeta Hulk, propiedad de Carlo Pagulayan y Aaron Lopresti. Sí lo es el guion donde repite Greg Pak. En esta ocasión el dibujo viene de la mano, nunca mejor dicho, de John Romita Jr., que hace auténticas maravillas al frente de esta obra, tanto en las peleas individuales como en las grupales y por supuesto en splash page grandiosas que harán que tu lectura se detenga varios minutos para apreciar todos los detalles de lo que estás viendo. Un par de ejemplos, aquí:
El cómic además te mantiene siempre en un nivel de intensidad muy alto. Hay pequeñas pausas argumentales, por supuesto, aunque no duran demasiado. Un poco de charla y palos, muchos palos. Cuando piensas que Hulk hinca la rodilla, aplasta. Cuando crees que ya no hay más enemigos que fulminar, Hulk aplasta. Y así una y otra vez hasta un desenlace con giro final de guion que desatará aún más la furia del nuevo rey de Sakaar. Hasta el Madison Square Garden se convierte en un improvisado coliseo romano. ¡Pobre Nueva York!
Por otro lado están los secundarios. Aparte de los guerreros que acompañan a Hulk y que tendrá un papel vital en la trama, nuestro planeta será defendido por Iron Man, Doctor Extraño, Mr Fantástico, La Cosa, la Antorcha Humana, Spiderman, Hulka... Espectacular.
En conclusión, nos encontramos ante una continuación de Planeta Hulk que sigue la estela de su predecesora con todos los ingredientes que hicieron de la primera parte un boom de la industria. En una época cinematográfica en la que Hulk está demasiado tranquilo para mi gusto, el lector encontrará aquí toda la destrucción y furia que echa de menos en la gran pantalla. Hulk, desatado. Hulk, en toda su gloria. Hulk, dispuesto a destruir la Tierra si es necesario. ¡Disfruten de la lectura!