Los Mossos d'Esquadra investigan un robo en el archivo de Tarradellas, depositado en las dependencias del antiguo palacio del abad del Real Monasterio de Santa María de Poblet, en Tarragona. La documentación acumulada por el expresidente de la Generalidad Josep Tarradellas durante la Guerra Civil, su exilio y la Transición está guardada en la abadía junto a material más reciente, como unos papeles del lehendakari Urkullu relativos a su función como mediador en el golpe de Estado separatista.
Según el abad del monasterio, Octavi Vilà, los ladrones no se habrían llevado ningún material de relieve tras haber reventado el armario ignífugo en el que se haya depositado el denominado Archivo Tarradellas. Se ha comprobado que se conserva el pasaporte que las autoridades españolas expidieron a Tarradellas en 1977, otros papeles de cierta importancia de la Guerra Civil y, según ha subrayado el abad Vilà, están intactos los documentos aportados por Urkullu durante su intermediación entre el Gobierno de Rajoy y la Generalidad golpista.
El asalto se ha descubierto esta mañana, cuando trabajadores del Archivo Tarradellas se han encontrado con un gran desorden en la estancia y papeles por los suelos. La madrugada del domingo se disparó una alarma, pero los monjes, cuyas dependencias distan casi un kilómetro del Palacio del Abad, no le dieron importancia porque el resto de alarmas no se activaron. Y es que los ladrones las desconectaron tras haber irrumpido en el edificio.
El desprecio de Pujol
Lluís Prenafeta, que fue el primer secretario general de la Presidencia de la Generalidad con Jordi Pujol, afirmó en su día que los papeles de Tarradellas no tenían ningún valor. El primer presidente de la Generalidad en democracia trató de negociar con Pujol (siempre según la versión de Prenafeta) la venta de su archivo pero allí "sólo había recortes de periódicos", dijo el que fue considerado la mano derecha del evasor fiscal confeso.
Ante la negativa de su sucesor a hacerse cargo de la documentación, Tarradellas decidió encargar su custodia al monasterio de Poblet, cuyas medidas de seguridad han fallado con estrépito. Los trabajadores del Archivo cotejan el inventario para ver qué es lo que falta y ponerlo en conocimiento de la policía autonómica.