
Ya hemos hablado anteriormente de la Biblioteca Marvel y de la oportunidad que se nos plantea a los amantes de los cómics para conocer los orígenes de los superhéroes más importantes de la Casa de las Ideas. En su momento hablamos de Hulk y de esas pequeñas curiosidades, tanto en guion como en dibujo, que nos dejaba ese vistazo al pasado del goliat verde a través de esta Biblioteca Marvel. ¿Por qué pasó del gris al verde? Es solo uno de los ejemplos que pueden averiguar en este cómic y también, como no, con nuestras reseñas.
En este caso traemos a esta sección de cómics de Libertad Digital al dios nórdico por excelencia, el todopoderoso Thor. El martillo más famoso de la historia arrancó su andadura en Marvel en el año 1962 y acompañó a otros personajes como Los 4 Fantásticos, Spiderman o Hulk en esta primera década de oro de Marvel. Con Thor aparecen, como no, los genios de Stan Lee y Jack Kirby, pero al igual que pasó con Hulk, los primeros años de Thor fueron de idas y venidas argumentales hasta dar con la tecla y encontrar los fundamentos básicos que todos conocemos ahora y que eran muy diferentes décadas atrás.

Antes de profundizar en este tema, vamos con el apartado técnico: guion de Stan Lee, Larry Lieber y Robert Bernstein, dibujo de Jack Kirby, Steve Ditko, Al Hartley y Joe Sinnott, formato rústica con solapa, editorial Panini, 160 páginas y un precio de 12 euros.
Vamos con la reseña
Un Thor alejado del dios que conocemos hoy en día
La gente piensa en el Thor de los cómics y se va rápidamente a la imagen que han dado las películas de Marvel o a las cabeceras más recientes del personaje. Eso convierte a este cachas rubiales en un dios nórdico cuyas historias radican sobre todo en Asgard, la tierra de Odín, y en diferentes aventuras planetarias y espaciales con el dueño del martillo más conocido de la historia salvando el día con sus increíbles poderes del trueno. También hablaríamos de Jane Foster, su mítico amor, que incluso ha sido dueña del arma de Thor convirtiéndose en una diosa gracias al poder del Mjolnir. Eso es lo que conocemos ahora, sin embargo, en el pasado, en su origen, todo fue muy diferente.

Este primer tomo de Thor en la Biblioteca Marvel, nos muestra, nada más comenzar, la primera diferencia respecto a lo que todo el mundo conoce del personaje en el imaginario colectivo. En su origen, Thor se llamaba Donald Blake y era un doctor cojo que se encontraba de vacaciones en Noruega. Este doctor, minusválido y alejado del estado físico del mítico dios nórdico, encuentra un palo de madera en una cueva y cuando lo choca contra el suelo, este se transforma en Mjolnir y él se convierte en Thor. Con el martillo en la mano posee todos los poderes del dios del trueno, pero si deja de tenerlo en las manos por más de un minuto vuelve a su estado normal, es decir, a ser el Doctor Donald Blake.
Como pueden ver, leer mejor dicho, las diferencias son sustanciales respecto al ADN del Thor actual que todos conocemos. Primero porque aquí es humano y consigue los poderes de Thor, pero sin ser el verdadero hijo de Odín, sino un ser humano normal que ha tenido la suerte de encontrar un palo poderoso en una cueva. Ni más ni meno. Y esa diferencia se ve plasmada durante todo este tomo ya que, aunque salgan personajes como Odín o Loki, el tono de las historias poco tiene que ver con las leyendas asgardianas que luego sí se trajeron al universo del personaje y lo cambiaron para siempre.
¿Este Thor es peor que el actual? No diría peor, pero sí es cierto que en su origen, sus creadores dieron varios palos de ciego buscando la clave exacta para colocar a Thor a la altura de personajes, mejor construidos desde sus respectivos inicios, como Spiderman o Los 4 Fantásticos. Le pasó lo mismo que a Hulk. Stan Lee, Kirby y compañía tardaron varios números en dar con la tecla y diseñar la personalidad final del personaje. Por eso, lejos de que esto te aleje de esta lectura, debería empujarte hacia a ella, porque tienes historia viva en las manos. Ver la evolución de una figura como Thor es una delicia para los amantes de la historia y de la evolución de los cómics a lo largo de los tiempos. ¿Tiene fallos? Sí. ¿Es denso como suele pasar con los cómics clásicos? También. Aún así, todo tiene un porqué y ver la evolución, tanto en narrativa como en dibujo, es una delicia.
Os dejo varios ejemplos del estilo y del dibujo de la historia:


En cuanto al argumento de este cómic, no hay una línea continuista salvo en el caso de los duelos ante Loki, los cuales se repiten en varias ocasiones durante este tomo. Aquí encontraremos pequeñas historias repletas de personajes míticos como Odín, Jane Foster o Heimdall, que se solucionan en pocas páginas y que sirven más para conocer a Thor que para diseñar complejas y elaboradas aventuras. En cuanto a enemigos, los habituales de la época, es decir, rivales poco importantes y muy exagerados, propios del año en el que se crearon, 1962. Hablamos de los hombres de piedra de Saturno, el Hombre del mañana, el Matón y, como no, los comunistas. Sí, los "rojos" aparecían en todos los cómics de la época, porque en plena Guerra Fría, el enemigo real de Estados Unidos, también estaba presente en las viñetas.
Conclusión: no es la mejor época de Thor, la cual vendría después con las leyendas de Asgard, pero es historia viva del cómic y del personaje. Stan Lee en el argumento cojea bastante mientras que Kirby y Ditko brillan como siempre en el dibujo. Son los primeros pasos de Thor, con todo lo que eso supone para bien y para mal, pero es una pieza de coleccionista más que unido a los siguientes tomos del personajes es perfecto para completistas. Eso sí, si el personaje no te llama la atención y estás lejos de ser un amante del coleccionismo, puede hacerse demasiado denso. Si gustan, disfruten de la lectura.

