La basílica de la Sagrada Familia de Barcelona podría estar terminada en una década. Esos son los cálculos de los expertos, a expensas de lo que se decida en el Ayuntamiento de la capital catalana respecto a los edificios de uso residencial que deberían ir abajo en la manzana comprendida entre las calles Mallorca, Aragón, Cerdeña y Marina para cumplir con el diseño previsto por Antoni Gaudí.
Pero la fachada de la Gloria, concebida por el arquitecto como una majestuosa lección de teología, ya ha comenzado a construirse. Se trata de la última fase de unas obras que comenzaron en 1882 y que en los últimos años han avanzado a un ritmo espectacular dada la inmensa afluencia de turistas.
Durante años se pensó que al ser un templo expiatorio que dependía de las donaciones de los fieles para construirse jamás concluirían las obras. Pero el auge del turismo tras los Juegos de Barcelona supuso la inyección de miles de millones de euros en las arcas del templo procedentes de las entradas de visitantes procedentes de todo el mundo.
Litigio con el Ayuntamiento
En los últimos años y ante el avance de las obras han cobrado protagonismo algunos detalles legales en torno a la construcción. De entrada, el asunto de la manzana de uso residencial que se debe expropiar y derruir para completar la obra. Por otra parte, el hecho de que la Sagrada Familia no dispusiera de licencia de obras hasta 2019 tras un complejo litigio con el Ayuntamiento que entonces dirigía Ada Colau. El asunto se saldó con el pago por parte de la Iglesia de 4,6 millones al Ayuntamiento a fin de regularizar la situación de las obras, "trámite" que duró más de 130 años.
Sea como fuere, este martes el Patronato de la Junta Constructora de la Sagrada Familia "ha solicitado a los artistas Miquel Barceló, Cristina Iglesias y Javier Marín la creación de una propuesta artística para la realización de la fachada de la Gloria. Estas propuestas servirán para que el Patronato pueda seleccionar al artista o a los artistas que finalmente llevarán a cabo su ejecución", según reza una nota del mencionado patronato.
El ritmo de las obras
En el mismo comunicado se indica que "los trabajos en la Sagrada Familia continúan según el calendario previsto. Actualmente, se concentran en la culminación de la torre de Jesucristo, que ha alcanzado el duodécimo nivel de paneles, y en el inicio del terminal de la cruz.
Paralelamente, la capilla de la Asunción, situada en la calle de Provenza, también sigue el ritmo establecido".
"En cuanto a la fachada de la Gloria, que será el acceso principal desde la calle de Mallorca, se ha empezado a preparar el alzamiento de sus cuatro torres. Para este 2025, el objetivo es completar las ocho columnas que sustentarán estas estructuras", añade la nota.
Las cuatro torres estarán dedicadas a los apóstoles Pedro y Pablo (las centrales) y Andrés y Santiago (laterales). En la fachada se representarán además el cielo y el infierno, así como la historia de Adán y Eva. El Patronato de la Junta Constructora tomará una decisión sobre quién o quiénes se encargarán de la fachada de la Gloria que no sólo será artística, puesto que una de las condiciones es que las propuestas se ciñan a una interpretación canónica de la teología católica.