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La sala de descanso e higiene personal de los reyes en el Prado

La pinacoteca recupera uno de los lugares más singulares, en el que se hacía presente la vinculación del edificio con la Corona.

Ubicada en la primera planta del Museo del Prado, frente al Jardín Botánico, se creó en 1828 una sala destinada al descanso del monarca Fernando VII y de sus familiares. Estaba decorada especialmente con retratos reales, e incorporaba también un pequeño lugar para el aseo y la higiene personal en una pequeña sala anexa. Su carácter privado, que se mantuvo hasta 1865, lo hizo invisible para el público, incluso para muchos especialistas, pues durante décadas careció propiamente de una clara finalidad expositiva. En definitiva, se trataba del espacio del museo donde de una forma más clara se hacía presente la vinculación del edificio con la Corona.

La pinacoteca ha recuperado esta sala con una exposición que pretende evocar, hasta el próximo 24 de noviembre, uno de los espacios más singulares del Museo durante sus dos siglos de historia: El Gabinete de Descanso de sus Majestades. De este modo, vuelve a reunir la mayoría de las pinturas que colgaron en ella a partir de 1828 -un total de 44 cuadros. Asimismo, la pequeña estancia anexa que se habilitó como lugar destinado a la higiene personal, ofrece la oportunidad irrepetible de devolver el mueble del retrete, realizado en 1830 por Angel Maeso, a su emplazamiento original. Esta instalación recupera así, en gran medida, uno de los pocos espacios de este tipo que se conservan en los lugares y sitios reales y el único en este museo que puede reconstruirse de forma casi fidedigna.

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Gabinete de sus Majestades | Museo del Prado

La exposición cuenta con recorridos virtuales que se podrán hacer en la misma sala y una experiencia inmersiva de realidad virtual, disponible en la web del Museo.

Dinastía de los Borbones

Este Gabinete fue concebido como una galería iconográfica de la dinastía de los Borbones –desde Felipe V (1683-1746) hasta Fernando VII (1784-1833)- así como de sus antecesores y parientes. Por ello, entre los 28 retratos figuraban dos efigies del rey de Francia Luis XIV y una de Felipe de Francia, I duque de Orleans, abuelo y tío abuelo de Felipe V respectivamente. Había también algunos retratos de grupo de gran tamaño, como la Familia de Felipe V de Louis-Michel van Loo, en el que el rey está acompañado por su segunda esposa –Isabel de Farnesio– y algunos de sus hijos. Entre ellos se encuentran los futuros Fernando VI (1713-1759) –del que no había ningún retrato individual en el Gabinete– y Carlos III (1716-1788) –efigiado además en otro cuadro que forma pareja con el de su esposa, María Amalia de Sajonia, ambos de Antón Rafael Mengs.

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La infanta María Isabel de Borbón (1746-1793) | M.Prado

Resultan interesantes por su número los retratos de infantes, muchos de los cuales se trajeron desde el Palacio Real de Madrid para figurar en el Gabinete. De entre ellos destaca el conjunto de pasteles de Lorenzo Tiepolo, que representa a los seis hijos de estos monarcas que les acompañaron a España desde Nápoles y que aparecen portando diferentes objetos como la escopeta, instrumento propio de la educación principesca. Dos de estos infantes, Antonio Pascual y Gabriel, se encuentran también representados en este Gabinete por Mengs. Junto a ellos destacan los dos pintados por Ramón Bayeu y, por su mayor tamaño, el del futuro Luis I (1707-1724), hijo de Felipe V, uno de los primeros lienzos realizado por MichelAnge Houasse en España.

La familia de Carlos IV (1748-1819) estaba representada a través del gran cuadro de Francisco de Goya (expuesto actualmente en la sala 32) y de los retratos individuales de algunos de sus miembros, como los del propio monarca y su esposa María Luisa de Parma. También lo estaban algunos de sus hijos, hermanos de Fernando VII, entre ellos Carlota Joaquina de Borbón -la única obra que posee el Prado del pintor italiano Giuseppe Trono– y María Luisa de Borbón.

Por su tamaño destacaba La reina María Isabel de Braganza como fundadora del Museo del Prado, un retrato encargado específicamente a Bernardo López Piquer para figurar en este Gabinete, en el que la segunda esposa de Fernando VII señala con su mano izquierda los alzados de las salas del Museo con la ubicación de las pinturas.

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