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Amy Adams y otros olvidos y desprecios de los Oscar 2017

Repasamos las películas y personajes ignorados por la Academia de Hollywood. 

Repasamos las películas y personajes ignorados por la Academia de Hollywood. 
Amy Adams | Universal

¿Se acuerdan de la oleada de bromas del año pasado a propósito del gafe de Leonardo Di Caprio en los Oscar? Pues tachen su nombre y añadan en su lugar el de Amy Adams, cuya ausencia por Animales Nocturnos o Arrival, dos de las películas más aclamadas del año, convierten a la actriz en la nueva Leo, que el año pasado rompió (a la quinta) su particular mala racha gracias a El Renacido. Así, al menos, han bautizado a Adams muchos internautas, que enseguida se han percatado del ninguneo de la Academia a la actriz pese al buen trato obtenido por la película de Denis Villeneuve (que recoge ocho nominaciones) y a su constante presencia en las pantallas de este año: quizá no lo recuerden, pero Adams también estrenó la menos aclamada (pero mucho más taquillera) Batman v. Superman, y tiene pendiente de estreno otras tantas películas. Claro que, en general, todo lo ocurrido con la película de Tom Ford resulta hiriente, al menos para los fans de la elegante y retorcida segunda película del diseñador de moda: otro de sus actores, Aaron Taylor-Johnson, tiene el dudoso honor de haberse convertido en el primer secundario ganador del Globo de Oro que ni siquiera es nominado al Oscar desde el año 75.

Pero si hablamos de olvidos este año no hay nada comparado como el dispensado a Martin Scorsese, Adam Driver y en general todo lo relacionado con Silencio, el gran proyecto personal del director neoyorquino. La Academia ha considerado suficiente su único premio al mejor director (otorgado en 2006 por uno de sus filmes más criticados, Infiltrados) así como la nominación por El Lobo de Wall Street, y ha decidido dejar en la cuneta su dramática epopeya religiosa, que Scorsese tardó en poner en marcha tres décadas. Junto a la de Amy Adams, la de Silencio es sin duda el más notable de los ninguneos de los académicos, que han preferido privilegiar lo social frente a la fe con dramas como Moonlight o trabajos más modestos en tamaño -aunque igual de desoladores- como Manchester frente al mar.

Adams, sin embargo, no ha sido la única gran estrella que se queda sin nominación en beneficio de otras opciones. Tom Hanks no está presente por Sully como tampoco Hugh Grant figura por su cómica composición en Florence Foster Jenkins (donde Meryl Streep no le come un ápice de terreno). Ambos han tenido que ceder terreno ante Denzel Washington que, pese a la notable presencia de Fences, no ha sido nominado a mejor director como sí lograron en su momento Kevin Costner o el también nominado este año Mel Gibson. Jackie, el biopic de la icónica Primera Dama protagonizado por Natalie Portman, tampoco llegó a la categoría de mejor película, por mucho que la película de Pablo Larraín salpique el resto de las candidaturas aquí y allá (incluyendo su actriz principal).

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Liam Neeson en Silencio, de Scorsese | Archivo


Lo de Ang Lee y su filme Billy Lynn, que esta semana se estrena de tapadillo en España, también merece su propio párrafo. El filme se presentó como un reto técnico, el primero rodado a 120 fotogramas por segundo, y protagonizado por un reparto estelar de secundarios como Kristen Stewart, Garrett Hedlund, Vin Diesel y Steve Martin (todos ellos apoyando al verdadero protagonista Joe Alwyn). El filme ha recaudado una absoluta miseria en el mercado estadounidense, precisamente el más receptivo a celebrar la historia del regreso a casa de un joven soldado que no ha contado toda la historia sobre lo ocurrido con su batallón en Irak, y pronto desapareció de la carrera hacia el Oscar. La película de la multipremiada La vida de Pi ha cedido absolutamente ante el arrollador paso del drama bélico de Mel Gibson, Hasta el último hombre, que sí ha sido reconocido en algunas de las principales categorías.

Ha habido otras películas que se han quedado por el camino. Sully de Clint Eastwood, Paterson de Jim Jarmusch o Loving de Jeff Nichols, además de 20th Century Women (y su actriz principal, Annette Bening) se postularon en algún que otro momento para la carrera hacia el premio. Lo mismo ocurre con el drama racial El nacimiento de una nacion, pero tras los últimos acontecimientos relacionados con su director y actor principal, Nate Parker (acusado de violación junto a su coguionista Jean Celestine) lo cierto es que nadie echa de menos el filme.

Calificar de olvidos lo de Julieta y Elle en la categoría de mejor película extranjera sería no excesivo pero sí manipulador, ya que ambas ausencias las conocíamos de antemano. La lista previa manejada por la Academia no incluía ni la película francesa (pero dirigida por el holandés Paul Verhoeven) ni la de Almodóvar, que no fue seleccionada por España, aunque para la primera existe el consuelo de la nominación de Isabelle Huppert, que ya se ha llevado el Globo de Oro (así como los de la Asociación de Críticos de Los Angeles y Nueva York, además del Indie Spirit). Sin embargo, la pujante candidatura de Emma Stone por La La Land dejará sin opciones reales a la parisina.

Todos los años lo mismo: la Academia acostumbra a privilegiar a compositores relativamente desconocidos -lo que está muy bien- pero dejando en la estacada nombres consagrados y multitud de obras maestras por el camino, en beneficio de obras olvidables. Esto es opinable, pero no que autores como Jóhann Jóhannsson (Arrival) y Michael Giacchino (Doctor Strange, Zootropolis) no estén en la selección final.

Ríanse (o no), pero hasta hace poco se hablaba de una más que posible nominación de Deadpool, en la categoría de mejor guión adaptado, que algunos extendían incluso a película. La protagonizada por Ryan Reynolds ha sido la que mejor ha logrado capitalizar el género de superhéroes con un tono fresco y distinto, que a la vista del déjà vu y división provocada por el resto de los filmes de DC y Marvel de este año le confería una aparente e indiscutible ventaja reforzada por un clamoroso éxito de taquilla (aún más meritorio tratándose de un filme clasficado "R", para adultos). Finalmente, el Escuadrón suicida de David Ayer le superó con una mención al mejor maquillaje y todo quedó en agua de borrajas.

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