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Juan Manuel González

Crítica: '#SexPact', con John Cena y Leslie Mann

Tres padres se dedican a seguir a sus hijas para evitar que pierdan la virginidad.

Hollywood nunca ha sido el paradigma de lo políticamente incorrecto, pero #Sexpact, que se presenta como una nueva aportación a la nueva comedia gamberra USA, tiene un problema a la hora de conciliar ambos extremos. La película cambia al consabido grupo de chicos dispuestos a perder la virginidad por chicas, y habrá quien considere esto un hallazgo. Ningún problema con ello, en tanto la verdadera novedad del filme, sin embargo, llega de la mano de una segunda línea argumental que sigue a los sufridos padres de las niñas dispuestos a todo por impedir semejante contrariedad durante una noche de infarto.

Lo mejor de #Sexpact es que muestra sin tapujos la doble moral de esa América liberal, bien alimentada y mejor pensante, que dice haber superado prejuicios relativos a orientación sexual, raza, clase social y hasta peso... pero aún se muestra remisa a aceptar que sus vástagos mantengan relaciones sexuales reales. No se trata, por tanto, de una película "tonta" o "vacía" en absoluto, ni siquiera caduca en sus proposiciones. Resulta, no obstante, que la guionista debutante en la dirección Kay Cannon cae en ese mismo error que comenta, preocupándose tanto de lanzar un chiste guarro como de pedir perdón después, frenando todo asomo de genuina incorrección. Demasiados esfuerzos por cubrir todos los flancos, no herir a nadie y presentar de paso un reparto interracial (nada que objetar al asunto de la representación, que genera sin embargo otro tipo de "blanqueamientos") en una película que va sobre prejuicios y madurez. La poca engrasada dirección trata de alternar lo cochino y lo sentimental, pero hace falta talento en las inflexiones para no hacer un manual de asesoramiento: la película vierte la moralina a chorro sin esperar siquiera al desenlace en lugar de explotar, simplemente, todo el trasfondo que se desprende de la historia.

Lo que juega a su favor en todo momento es la entrega absoluta de sus intérpretes, sobre todo en el bando adulto, capaces por sí solos de justificar la película y hasta una secuela. No era ningún secreto la extraordinaria vena cómica del luchador metido a actor John Cena, y la aquí presente no hace sino confirmarla en un puñado de gags memorables. Leslie Mann y Ike Barinholtz acaban por componer un equipo brillante que sabe plasmar la evolución de sus personajes, pero es Cena quien se bautiza aquí para empresas mayores. Gracias a ellos, el buen pulso cómico de ciertas situaciones y las indiscutibles buenas intenciones del producto, todo en #Sexpact provoca simpatías pero también cierta sensación de oportunidad perdida.

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