Todos tenemos un mal día y un tropiezo. No puede responder a otra cuestión. Cómo es posible que el director de Soldados de Salamina, Vivir en fácil con los ojos cerrados o Saben Aquell haya perpetrado una película como El hombre bueno. Horas después del pase de prensa en la 27 edición del Festival de Cine en Español de Málaga me sigo haciendo esa pregunta. ¿Cómo David Trueba ha hecho esta película y así?
Todo en El hombre bueno es irritante: la trama, los personajes, los diálogos, la música, la técnica y la niña, especialmente la niña. La historia de la película es la de Vera y Juan (Macarena Sanz y Vito Sanz), una pareja que viaja con su hija a Mallorca a casa del antiguo jefe de él. Parece que están pasando unos días de vacaciones pero en realidad han ido buscando la figura del "hombre bueno", interpretado por Jorge Sanz. Ninguno de los Sanz es familia, por cierto.
La pareja está en pleno proceso de divorcio y buscan un "juez" imparcial que escuche a las dos partes y les ayude a llegar a un acuerdo. Una figura que redacte un informe tras haber interrogado a los dos, o más bien psicoanalizado casi. Por eso tiene que ser de confianza, para que el divorcio sea super happy y no haya malos rollos con abogados de por medio. Y todo eso en un casoplón con vistas al mar. Vaya pijada, ya que no tiene nada que ver con la figura de hombre bueno que figura en nuestro Código Civil.
El escenario es una casa de ensueño en primera línea de playa sobre un acantilado. "Ya no es tan paradisíaco el sitio, están construyendo mucho", dicen en la película. Claro, sólo tú tienes derecho a esas vistas y esa vida, una vez más, vaya pijada.
Lo sorprendente es que David Trueba, rey de los diálogos inteligentes en sus películas, haya escrito en esta ocasión un guión tan pedante que no transmite ni un sólo segundo de verdad. ¿Pero quién habla así? Por no hablar de la ñoñería de la niña, que se supone que tendrá entre unos 8 y 10 años. Si un niño de esa edad se comportase realmente así, tendría un serio problema de madurez emocional. Mención aparte merece la costumbre del personaje de Jorge Sanz, bañarse en la playa completamente desnudo. El problema es que la pareja ve con normalidad que un casi desconocido se desnude delante de su hija de 10 años.
Pero es que en El hombre bueno falla hasta la técnica, esa que tanto cuida David Trueba en sus películas. Tanto, que hasta algún compañero dudaba a la salida del pase de prensa de si alguna toma estaba "rodada" con un móvil. La película se realizó en 2021 y desde entonces ha estado guardada en el cajón del olvido. Entretanto, David Trueba ha estrenado la maravillosa Saben Aquell con la que David Verdaguer ha ganado todos los premios cinematográficos que existen en España. Si El hombre bueno llevaba tres años durmiendo el sueño de los justos, y de hecho viene a Málaga sin distribución cerrada, era por algo. Y ahora sabemos el motivo.