Intentar poner orden en los documentos que conserva el Archivo de Salamanca de los años anteriores y posteriores a la Guerra Civil (1936-1939) ha supuesto muchas horas de trabajo y más de tres millones de fichas. Gran parte de esta tarea de investigación la ha llevado a cabo Policarpo Sánchez, historiador y presidente de la asociación Salvar el Archivo, el principal artífice de que salga a la luz fotografías, telegramas, carnés de prensa o instancias "que arrojan luz sobre aspectos desconocidos de la vida de personajes universales".
En las últimas semanas se ha desempolvado el alta como afiliado a UGT del cineasta Luis Buñuel, el permiso de fotógrafo del escritor Antoine Saint-Exupéry, autor de El Principito, como reportero en el frente de Madrid o el documento de afiliado del sindicato anarquista CNT del actor Paco Martínez Soria, hallazgos de los que se han hecho eco medios de comunicación de más de 50 países y que solo son la punta del iceberg. "Es una fuente inagotable de la historia de España. Hay documentación sobre hechos concretos de la Guerra Civil que van a dar una visión diferente de la misma. Los documentos son testarudos, cuentan la historia como ha sido, no como algunos políticos quieren contar".
Este valor cultural del Archivo de Salamanca ha quedado ensombrecido por el conflicto que desde hace años mantiene con la Generalidad de Cataluña. "Estos archivos conservan la memoria del pueblo español. Ese es el motivo por el que la Generalitat permanentemente ha fijado como objetivo destruirlo", apunta Policarpo Sánchez, que reconoce su temor por el destino de los documentos que Catalauña se llevó. "Están dando pasos ilegales hacia la independencia y un paso previo fue desmembrar el Archivo Nacional. Era un objetivo ideológico".
Entre 2006 y 2014, se trasladó documentación a la Generalidad de Cataluña bajo el amparo de una orden ministerial. Mucha de esa documentación, según denuncian desde la asociación Salvar el Archivo, fue trasladada de manera ilegal, por lo que "debería ser restituida". Las conversaciones para lograr un punto de entendimiento entre Cataluña y el Archivo se han dado en dos niveles, por vía judicial y por vía política, un punto, este último, en el que Policarpo Sánchez ha echado de menos la participación del Ministerio de Cultura. "El Gobierno de Rajoy ha tomado la postura de no molestar a la Generalitat y me han dejado solo. Hemos tenido que hacer lo que le correspondía hacer al Ministerio y no ha hecho", sentencia.
Tras la última reunión mantenida con representantes del gobierno catalán, el presidente de Salvar el Archivo desvela unas declaraciones "sumamente preocupantes". Tras un encuentro con el director general de la Dirección General de Archivos, Bibliotecas, Museos y Patrimonio Cultural, Jùsep Boya, se cercioró de que están dispuestos a incumplir la ley. "Le dije: 'Por favor, acabemos con el dolor que habéis ocasionado a familias de toda España'. Ellos se han llevado documentos de familias de 23 provincias de fuera de Cataluña. Me contestó algo tremendamente revelador: 'El dolor de las familias no me importa. Lo único que importa es que el Archivo de Salamanca desaparezca'. Fue tristísimo. La lucha de ellos es contra un símbolo de la unidad de España. Es la memoria compartida de todos los españoles”.
En cuanto al proceso judicial, Sánchez está bastante esperanzado con el resultado: "Todos los pronunciamientos del tribunal de Cataluña han sido favorables y está visto para sentencia. La sensación que tenemos es que vamos a ganar".
Con los documentos más interesantes hallados en el Archivo se pretende organizar un gran exposición permanente que convertiría a Salamanca en un "foco cultural de relevancia internacional".