La villa vizcaína de Guernica será el primer "lugar de memoria" que declarará el Gobierno conforme a la ley de Memoria Democrática por el "bombardeo indiscriminado" contra la población civil sufrido hace 86 años, según destacó el ministro Félix Bolaños.
Bolaños, titular de Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, acudió este miércoles a los actos conmemorativos del 86 aniversario del bombardeo de Guernica, en la primera ocasión en que un ministro del Gobierno de España participa en estos actos.
Pese a su presencia este miércoles en Gernika, el lehendakari, Iñigo Urkullu, reclamó antes de la visita del ministro un "gesto de justicia restaurativa" a las víctimas del bombardeo.
Junto al ministro y el lehendakari, asistieron a los actos de recuerdo otros miembros del Gobierno Vasco; el presidente del PNV, Andoni Ortuzar; el secretario general del PSE-EE, Eneko Andueza; el representante de EH Bildu Gorka Elejabarrieta; y el parlamentario del PP Carmelo Barrio, entre otros representantes institucionales y políticos.
Bolaños participó en los cuatro minutos de silencio tradicionales que tienen lugar a la misma hora, 15:45, en que las aviaciones alemana e italiana comenzaron a bombardear la villa foral.
Después de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunciara que Guernica será declarada "lugar de memoria" por el "horror del bombardeo fascista" que sufrió su población en 1937, Bolaños explicó en declaraciones a los medios que el Ejecutivo ha decidido que el primer lugar de ese tipo conforme a ley de Memoria Democrática sea la villa vizcaína.
Bolaños puso de relieve que en el bombardeo "murieron cientos de inocentes a manos de los nazis" y el Gobierno quiere reflejar que su memoria "sigue presente" y que la democracia es también fruto del reconocimiento y recuerdo a aquellas víctimas. "Todavía hoy se te pone la piel de gallina cuando escuchas las sirenas que avisaban a la población de los bombardeos", dijo.
Bolaños dijo que, como miembro del Gobierno español, desea transmitir a las víctimas: "no les olvidamos, y su recuerdo es lo que inspira también nuestra democracia".
El ministro ha considerado "muy simbólico" que, pese al "atroz bombardeo llevado a cabo por los nazis, golpistas y fascistas", el árbol de Guernica, "bajo el que juran los lehendakaris y símbolo de la libertad de Euskadi", quedara "en pie" tras el ataque aéreo.
"El bombardeo brutal no consiguió su objetivo", el de impedir que España "sea lo que es, una democracia avanzada, europea, de valores y derechos", añadió Bolaños.
Petición de perdón
Por la mañana, el alcalde de Guernica, José María Gorroño, reiteró su llamamiento al Gobierno central para que reconozca la "responsabilidad franquista" en el bombardeo y pida "perdón".
El primer edil dijo que la presencia en Guernica de Bolaños representa "un paso más" en los gestos del Gobierno hacia el municipio, pero señaló que es necesario que "oficialmente se diga quién ordenó el bombardeo".