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¿Cuáles son las torturas más macabras de la historia?

Torturas ha habido siempre en la sociedad mundial, pero ¿Cuáles son las peores? ¿Físicas o psicológicas? El potro, la rueda, duchas, el submarino....

Torturas ha habido siempre en la sociedad mundial, pero ¿Cuáles son las peores? ¿Físicas o psicológicas? El potro, la rueda, duchas, el submarino....
rueda, rueda de carro, instrumento de tortura | Pixabay/CC/Hans

Las prácticas crueles y sádicas que todo el mundo conoce como tortura siguen estando a la orden del día a muchos niveles distintos. No hay que olvidar que la tortura es una práctica que el ser humano lleva ejecutando desde hace decenas de siglos. Esta consiste en producir dolor, físico o psicológico, a otra persona de forma deliberada y con toda clase de fines que pueden ir desde la obtención de información o de una confesión, el uso del miedo como escarnio público o el sádico disfrute del dolor ajeno. Igualmente, podía tratarse de una tortura que solo buscara dañar al sujeto o una cuyo final fuese la muerte de este tras un largo y angustioso padecimiento. Tanto es así que, por desgracia, hubo un momento de la historia en el que el ser humano volcó todo su ingenio en diseñar herramientas y aparatos de toda clase cuyo único fin era hacer sufrir a otros.

De hecho, no hay que olvidar que ya en tiempos de Persia o del Imperio romano, las torturas eran una práctica habitual empleada generalmente por las élites. De esta época se conoce el Toro de Falaris, una escultura metálica hueca en la que se metía al reo para que se abrasara conforme el metal se iba calentando. No obstante, la Edad Media fue una de las más prolíficas en cuanto a tortura se refiere y gran parte de las máquinas e instrumentos que se conocen y conservan hoy en día proceden de esta época en la que reyes, nobles y clérigos las usaron con normalidad. Pero el paso del tiempo y los siglos fueron permitiendo incorporar añadidos como la electricidad y herramientas más efectivas y manejables. No obstante, hablar de las torturas más macabras de la historia es adentrarse en un oscuro y perturbador territorio que evidencia la crueldad humana a lo largo de los siglos.

Por ejemplo, en la China antigua, la "muerte por los mil cortes" era una forma brutal de ejecución en la que la víctima sufría numerosos cortes antes de morir, prolongando el sufrimiento y asegurando un castigo doloroso. Durante la época de la esclavitud en América, se practicaban castigos extremadamente crueles. El "collar de castigo" era una herramienta utilizada para controlar a los esclavos rebeldes que consistía en un collar de metal con púas afiladas que impedían el descanso y causaban heridas al cuello.

Torturas más macabras de la historia

  • La crucifixión: No hay que olvidar que, antes de ser un símbolo universal de la religión cristiana, la crucifixión era un método de tortura y ejecución bastante duro pensado para tener un elemento público y disuasorio. En la crucifixión, el reo era atado o clavado a una estructura de madera, que podía tener forma de cruz, o ser un simple poste, donde se le dejaba colgado hasta que moría tras una larga y dolorosa agonía. De hecho, la crucifixión fue utilizada como método de ejecución en Roma hasta el año 337, después de que la religión cristiana hubiese sido legalizada.
  • El potro: El potro fue uno de los instrumentos de tortura más habituales desde la Edad Media, esta máquina sencilla consistía en una superficie plana con dos tornos sobre la que se colocaba al prisionero atado de pies y manos. Cuando se hacían girar los tornos, el potro estiraba de las extremidades en sentido contrario, dislocándolas pero pudiendo llegar a arrancarlas en casos muy extremos.
  • Cuna de Judas: Lo que es esencialmente una pirámide sobre cuatro patas de madera tan doloroso como parece. Se ataban cuerdas a la víctima y se tiraba de ella hacia abajo mientras la pirámide la atravesaba. Para ser más exactos, hay que saber que la víctima es izada y descendida sobre la punta de la pirámide, de tal forma que su peso reposa sobre el punto situado en el ano, la vagina, bajo el escroto o bajo el coxis.
  • Rueda: Es un brutal método utilizado durante la Edad Media, especialmente en Europa. El mecanismo consistía en que se quebraban todos los huesos de las extremidades de la persona, evitando herirlo de muerte, después de haberle roto todos los huesos se le dislocaban las articulaciones. Una vez completados estos dos pasos, el condenado era atado a una rueda a la cual se hacía girar provocando su muerte, a veces se dejaba a la víctima al aire libre, a merced de los elementos, o se aceleraba la tortura con un fuego debajo.
  • Doncella de hierro: Era esencialmente un sarcófago con pinchos en su interior. De origen alemán, esta imponente y aterradora escultura de hierro funcionaba como un ataúd para los vivos. El prisionero era encerrado en su interior y, además de la incomodidad por la escasez de espacio y la ansiedad que debía causar estar ahí metido, la Doncella de Hierro contaba con una serie de púas metálicas que se clavaban en el reo sin matarlo pero causándole muchísimo dolor.
  • Ataúd de tortura: Se trataba básicamente de un ataúd hueco de hierro. Las víctimas se metían dentro y se dejaban morir.
  • Cepo: El cepo no solo fue popular en la época medieval, sino que siguió siendo un instrumento de tortura durante muchos siglos después. Consistía en una tabla de madera con tres agujeros, para la cabeza y los brazos, respectivamente. A las víctimas se les dejaba fuera para humillarlas y muchas veces morían en público. No obstante, aunque los típicos cepos de tres agujeros son los más populares, hubo versiones en las que solo se aprisionaban las piernas, los brazos, la cabeza o una combinación de estos.
  • Toro de Falaris: Utilizado desde los tiempos de Roma y famoso por haber sido el desdichado final del tirano Falaris, que le da nombre, este ‘toro’ consistía en una inmensa escultura metálica hueca con forma bovina en la que introducían la reo, al que previamente habían cortado la lengua. Bajo la escultura se encendía una hoguera que iba calentando el metal poco a poco hasta que la víctima quedaba calcinada y fallecía.
  • La sierra: Esta técnica comenzaba con el reo atado boca abajo, suspendido en el aire y con las piernas separadas, y consistía en emplear una sierra de gran tamaño en la víctima, cortándolo por la mitad hasta llegar al ombligo o al pecho. La posición invertida hacía que la sangre pudiera regar el cerebro y que la víctima siguiera consciente y padeciendo un dolor inimaginable. No hay que olvidar que este método fue ampliamente utilizado en muchas culturas de todo el mundo, aunque predominó en Europa.
  • El desollamiento: Desollar es arrancar la piel de un animal. Esto era utilizado como un método de tortura mediante el cual un prisionero era atado e inmovilizado, generalmente con los brazos y las piernas extendidas, mientras una o varias personas le iban cortando tiras de piel. Dependiendo del grado de desollamiento podía ser mortal o no y no siempre se utilizaban cuchillas para ello, sino que también podían emplearse látigos de muchas lenguas o hechos con cadenas y piezas metálicas que arrancaban la piel al golpear.
  • Las uñas de gato: También propio de la Edad Media, las uñas de gato era unas púas de hierro retorcidas en forma de garra y unidas en una única pieza que se solían enganchar a un mango largo y se usaban para desgarrar la piel de los prisioneros. Las uñas de gato eran utilizadas sobre todo en la espalda y el pecho, donde dejaban grandes surcos y provocaban mucho dolor a los prisioneros.
  • Duchas: Este método de tortura, utilizado en el sistema penal del Estado de Nueva York en el siglo XIX, consistía en mantener a los prisioneros en el cepo con pinzas alrededor de los tobillos, las muñecas y el cuello. Luego se les echaba agua sobre la cabeza desde un barril.
  • El submarino o waterboarding: La tortura del submarino consiste en provocar una ‘asfixia controlada’ en el reo, ya sea sumergiendo su cabeza en agua helada y sacándola antes de que se quede sin aire varias veces o empleando una bolsa de material no transpirable para obtener unos resultados similares. El waterboarding, por su parte, se realiza con el reo inmovilizado y tumbado, colocándole una pieza o capucha de tela transpirable sobre la cabeza y vertiendo agua sobre ella, provocando una sensación similar al ahogamiento.
  • La gota china: Este método de tortura es uno de los más curiosos y, por lo que se sabe, también de los más efectivos. El reo era tumbado boca arriba e inmovilizado de pies y manos, sobre su cabeza se colocaba un gran caldero lleno de agua helada que vertía una gota sobre su frente en un intervalo regular. Aunque este tipo de tortura parece relativamente suave en comparación, el paso del tiempo acrecentaba sus efectos: el agua helada acababa por quemar la piel y el goteo constante impedía al prisionero dormir o distraerse, lo que suponía un tipo de tortura psicológica.
  • Garrucha: Esta tortura, utilizada durante toda la Inquisición española, consistía en colgar a la víctima con las manos atadas a la espalda. A veces, se añadían pesos en los tobillos para empeorar la situación. Eso, y el hecho de dejarlos caer ligeramente y detenerse de repente, dejando que la gravedad hiciese su trabajo, probablemente dislocando aún más sus hombros.
  • La cigüeña o hija del basurero: Se trata de una pieza sencilla, de hierro e inofensiva en su apariencia. La cigüeña era una especie de horquilla metálica con la que se inmovilizaba al reo colocándolo en una posición en la que estaba tumbado, con el cuello erguido hacia su propio cuerpo, las manos juntas y las rodillas dobladas con los pies juntos. El permanecer en esta postura de forma prolongada hacía que el prisionero sufriera calambres en todo el cuerpo (especialmente en zonas abdominales, pectorales y rectales) que se iban intensificando y haciendo permanentes cuanto más tiempo pasaba hasta el punto de volverse insoportables. Esto, por supuesto, solía venir complementado con algún castigo físico como golpes o quemaduras.
  • Silla de hierro romana: Esta terrorífica silla era popular en la época medieval, de hecho, era uno de los métodos de tortura y ejecución de los cristianos en los circos romanos que ocasionaba una muerte lenta y dolorosa. ¿En qué consistía? En una hoguera se calentaba una silla fabricada en hierro hasta que estaba al rojo vivo. En ese momento se sentaba al condenado en ella.
  • Taburete de sumersión: Estas sillas se utilizaban tradicionalmente para castigar a las "mujeres conflictivas". La tortura sobrevivió desde la época medieval hasta la caza de brujas del siglo XVIII en Europa y América. La víctima era sentada en un taburete atado a un brazo móvil al pie de un río o estanque, en el que sumergían el taburete.
  • Caballo de madera: También conocido como caballo español, este dispositivo de tortura se hizo popular durante la Inquisición. Las víctimas se sentaban en él, la mayoría de las veces desnudas, y dejaban que la gravedad hiciera su trabajo infligiendo dolor. Su diseño era una caja de madera triangular con un extremo superior muy afilado, tiene cuatro patas fijadas a un soporte, al condenado se le ponía cadenas con peso en los tobillos a cada lado para hacer que la piel se desgarrara. Lo que causaba un dolor severo al condenado en la entrepierna y en los glúteos, pero en una variante la víctima se dividiría en dos.​
  • Pera de la angustia: La pera de la angustia solía colocarse en la boca, la vagina o el recto de la víctima y se expandía, infligiendo daño y dolor en la persona torturada. Como norma general la peral oral se aplicaba a predicadores heréticos y seglares reos de tendencias antiortodoxas; la vaginal estaba destinada a las mujeres culpables de relaciones con Satanás o con uno de sus familiares, y la rectal a los homosexuales pasivos.
  • Máscara del regaño: Las bridas, también conocidas como bridas de bruja, bridas de chismoso, bridas de branco o solo de branco, tenían muchas formas. La que se utilizaba dependía de la ofensa cometida. Si se descubría que una mujer era chismosa, se le ponía una que le tapaba la boca, y se la hacía desfilar en público para una mayor humillación.
  • El tenedor de los herejes: Este dispositivo de tortura, colocado entre el pecho y el cuello, provocaba pura agonía si las víctimas movían mínimamente la mandíbula o el cuello.
  • Aplastacabezas: El aplastacabezas era un instrumento de tortura aplicado en la Edad Media en Europa, destinado a reventar los huesos del cráneo. La barbilla de la víctima se colocaba en la barra inferior, y el casquete era empujado hacia abajo por el tornillo. Por lo que, lo primero que se rompía era la mandíbula y luego el resto de la cabeza.
  • Aplastapulgares: El destornillador de pulgares era un instrumento de tortura utilizado para aplastar los pulgares, de forma muy lenta y dolorosa.
  • Triturador de dedos zanzhi: Este instrumento de tortura chino era un triturador de dedos. El dispositivo tenía palos ensartados, que se colocaban alrededor de los dedos de la víctima y se tiraba de ellos.
  • Bota: Consistía en rodear la pierna de un preso con piezas de madera o metal que se iban apretando de forma progresiva, ejerciendo presión sobre la pierna y llegando incluso a quebrar los huesos. Para más inri, las variantes metálicas solían incluir púas que se clavaban en la víctima y aumentaban su dolor.
  • El asador: Muchas personas fueron quemadas en la hoguera, pero este método de asado era un poco más lento y seguramente extremadamente doloroso.
  • Tortura de ratas: Las ratas se han utilizado como parte de la tortura en muchas ocasiones a lo largo de la historia. Uno de estos métodos de tortura consistía en colocar una caja de metal con ratas sobre la víctima. Los roedores procedían a arrancar trozos de carne de la persona.

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