¿Es Notre Dame la Catedral del Diablo?

La catedral de Notre Dame es uno de los monumentos más emblemáticos de París, la gran catedral gótica por excelencia, y reconocida internacionalmente. Tras el incendio producido en 2019, este pasado 7 de diciembre tuvo lugar la reapertura. Sin embargo, cabe destacar que este hecho trágico no es el único que ha afectado a la catedral a lo largo de sus 861 años de historia.

Construcción accidentada

En el año 1163, Maurice de Sully, el obispo de París, decidió que la ciudad necesitaba una catedral más grande, ya que la urbe estaba creciendo. Ese mismo año empezaron a ocurrir sucesos extraños en torno a su construcción. Se utilizaron piedras extraídas de un antiguo templo romano y los obreros sufrieron accidentes y muertes misteriosas. Se comenzó a pensar que esas piedras estaban malditas. La obra se prolongó hasta 1260, aunque no fue completada del todo hasta 1345.

Se rumoreó que Biscornet, el herrero encargado de la puerta de Santa Ana, acabó obsesionado con el proyecto hasta el punto de no dormir ni comer. La leyenda dice que hizo un pacto con el Diablo, ofreciéndole su alma a cambio de completar el trabajo. Biscornet falleció unos días después de acabar la obra. Durante la inauguración en 1345, las puertas no se abrían. Un sacerdote utilizó agua bendita y, para sorpresa de los testigos, las puertas se abrieron, acabando así con un capítulo de la maldición.

Otra de los mitos en torno a este herrero era su nombre, pues muchos consideraban que era un juego de palabras: "bis" significa dos y "cornet" cuernos, "el hombre de dos cuernos", lo cual indicaría que Biscornet era el propio Diablo.

Pactos con el Diablo

En el siglo XVI, durante una de las reconstrucciones de la catedral, corría la leyenda de que los arquitectos hicieron un pacto con el Diablo para conseguir una estructura con un diseño tan impecable e imponente. En cierta medida, es creíble que lo creyeran.

A lo largo de los años siguieron sucediendo tragedias, lo cual acrecentaba los rumores en torno a Notre Dame. Debido a su valor histórico, algunos escritores como Victor Hugo la pusieron en el punto de mira para preservarla con obras como El jorobado de Notre Dame (1831).

Saqueos e incendio

Otro de los episodios oscuros para la catedral fue la Revolución Francesa (1789-1799), cuando fue saqueada y algunas estatuas y objetos fueron destruidos al ser vista por el pueblo como un símbolo de monarquía y represión. A pesar de los constantes ataques, Notre Dame consiguió resistir hasta la actualidad, donde un fatídico 15 de abril de 2019 sufrió un incendio que destruyó el techo y la aguja central. Por lo tanto, Notre-Dame siempre resurge de sus cenizas, a pesar de la maldición que recae sobre ella desde sus orígenes en la Edad Media, algo que aumenta el interés por este increíble monumento que parece tener vida propia.