La Pieza 25. Operación Salvar a la Infanta (Esfera de los libros) comienza con las primeras sensaciones del juez Castro al encontrar, por casualidad, una carpeta con el núcleo más espinoso del caso Nóos y termina con las observaciones tras el interrogatorio a la infanta Cristina. Pilar Urbano (Valencia, 1940) ha conseguido el relato del juez instructor José Castro en primera persona. Son episodios desconocidos, presiones de arriba y pactos en la sombra que no aparecen en los 71.000 folios del sumario. Su objetivo no ha sido otro que desentrañar los intentos de un "complot de Estado" que llegó a tener nombre: "Operación Salvar a la Infanta".
Al testimonio de Castro le acompañan las declaraciones de fiscales, defensores, policías de la UDEF, testigos, agentes tributarios e imputados, resultado de tres años de exhaustivo trabajo de campo. En este libro, la valenciana ha diseccionando el caso de corrupción descubierto en Mallorca y que salpicó de lleno a la Casa Real: la Pieza 25. "Narro la lucha de un juez valiente, honrado y libre, blindado para resistir a todo tipo de trampas y presiones, que me contó en primera persona sus pensamientos y sensaciones, y me transmitió el pulso de la investigación", cuenta en el libro.
Castro imputó a la hija del rey Juan Carlos y el tribunal de las tres magistradas la absolvió. Tan sólo admitió su responsabilidad como "partícipe a título lucrativo". "Tanto para mí que soy legal como para el juez Castro que dirige una instrucción durante 5 años, el fallo de las tres magistradas de la Audiencia Provincial de Palma tenía muchos fallos", explica en el libro. "Me parece increíble que tres mujeres creyeran que la Infanta, con el 50% de Aizoon, vocal de Noos, muy bien sentada donde entraba el dinero negro, dinero público conseguido a nombre del suegro, podía estar de muñeca, de mujer de paja hasta el 2013", afirmó. "Ella no podía dejar de ser ni de estar, vivía del dinero negro y nunca preguntó quién pagaba la hipoteca, los viajes, las vajillas y ese tren de vida que hasta le llegó a llamar la atención al Rey emérito", recalcó Urbano durante la presentación.
En el libro revela una contundente frase del juez Castro: "Siempre pensé que la infanta no solo estaba en el ajo de la trama y sus enjuagues, sino que era la eminencia gris. Eso sí, muy discreta, muy gris. Y lo plasmé en mis Autos".
"La infanta mantuvo el dominio de sí misma y mucha inteligencia. Ella fue cooperadora indispensable", sentenció. "No dejó ninguna prueba, recibió cientos de emails y no contestó ninguno. No dejó carmín en su copa. Sí Iñaki Urdangarín apretó el gatillo, la Infanta era el revolver humeante". Cristina de Borbón jugó "un papel no solo necesario sino imprescindible en la comisión de los delitos que se imputan a Urdangarin: prevaricación, falsedad en documento público, malversacion, tráfico de influencias y fraude fiscal". Se "atrincheró" -insistió Urbano – en la "ignorancia fingida" esquivando 1.060 preguntas con no sé, no me acuerdo, no tengo constancia.
Urbano califica a Iñaki Urdangarín de "el ojo derecho y compinche amistoso del rey suegro". "Bajo el palio de la Real Familia -dice en el libro- Urdangarín llego a sentirse impune. Esa falsa seguridad y una autoestima superlativa fueron, al final, su precipicio". Urdangarín "buscó un abogado de tercera fila, un inexperto. Se le ofrecieron primeras espadas, el rey dijo 'yo pago', pero no quiso. Decidió buscar a un amigo del club de tenis". En este sentido, Urbano fue muy crítica con la figura de don Juan Carlos. "La relación entre Urdangarín, el Rey y la comisionista Corinna reveló un curioso triángulo de favores recíprocos". La primera reacción del rey emérito al conocer el caso fue pedir a su yerno que pagase, no para untar a nadie, sino para devolver lo robado, pero Urdangarín dijo que no se arrodillaba ante nadie", desveló la periodista.
Destaca la autora, sin embargo, el papel de Felipe VI: "Ha sido el cirujano, ha salvado la imagen de la monarquía. Ha tenido una actuación enérgica y valiente, con sentido de Estado, expulsando el miembro corrupto".
Dossier "Operación salvar a la Infanta"
A Urbano no le tiembla la voz al señalar al fiscal Horrach, autor de "Operación Salvar a la Infanta". "Horrach le envió a su jefe 5 cuartillas en las que proponía una hoja de ruta de aplicación inmediata para que, en caso de que se confirmara la imputación de la Infanta, ‘ganar la guerra’. Era un escrito confidencial, tenía que serlo en razón de su eficacia, y secreto, por lo comprometedor y temerario de buena parte de su contenido", explica en el libro.
Horrach fue primero "el mastín anticorrupción" y luego "un funcionario obediente". "Nunca en la historia jurídica española un fiscal se había opuesto a que el juez practicará una diligencia de prueba, como era tomar declaración a la Infanta", reiteró.
El papel de Rajoy
Durante la presentación del libro, acudieron amigos y conocidos de la autora, como Jaime Peñafiel, quién le preguntó por qué Rajoy dijo aquello de que "a la infanta le iría bien". "Lo sabemos los dos, me lo preguntas para que lo diga yo pero iremos los dos a la cárcel", bromeó Urbano. "Hubo una reunión que da repelús en La Zarzuela justo cuando iban a empapelar a Urdangarín. El rey convoca a Rajoy, al ministro de Justicia, al fiscal del Estado y al jefe de la Casa. Ahí se decide que se vayan a Washington. Por eso Rajoy dijo lo que dijo", explicó.
Urbano negó que tenga cierta inquina hacia la Casa Real. "Este caso tiene tanta injuria, es tal la cantidad expoliada al pueblo español y se sienta en el banquillo una persona de la Corona, que tengo derecho a exigirles. Es la institución más relevante, vitalicia y que nos representa en el exterior, merece ser vigilada", alegó.
José Antonio Martín Pallín, magistrado emérito del Tribunal Supremo, participó en el acto de presentación: "Espero que este libro sirva para concienciar de que tenemos un tumor grande que puede acabar con la democracia, la corrupción".