Al igual que ya pasó con la aparición sorpresiva de Podemos y Ciudadanos en el panorama político nacional, la irrupción de Vox en las últimas elecciones andaluzas dejó a prácticamente todos los analistas de los principales periódicos sin saber explicar qué había sucedido. De la misma forma, movido por idéntico ímpetu esclarecedor que le llevó a publicar en su día acerca de los dos partidos que habían roto la hegemonía tradicional del PP y el PSOE, John Müller ha coordinado ahora un nuevo libro que pretende precisamente eso: analizar los engranajes de un partido que ha sabido conectar su mensaje con un segmento social hasta ahora indeciso.
La sede madrileña de la Asociacion de la Prensa ha sido el lugar escogido para la presentación de La sorpresa VOX (Deusto), una obra que "reúne a algunas de las plumas más sagaces, racionales y valientes del panorama nacional", según ha explicado el propio Müller, y que "ha sido elaborado en tiempo récord". "Yo ya tenía experiencia en esto que yo llamo los instant books, gracias a los otros dos ejemplares que publiqué. Ahora llega el último de una trilogía bastante lograda. Eso sí, a no ser que PACMA dé la sorpresa y se convierta en primera fuerza política, yo ya no vuelvo a hacer otro libro así".
Nacionalismo y catolicismo
Durante el acto cada uno de los analistas que han escrito los capítulos del libro han ido tomando la palabra, para aportar su particular punto de vista sobre un fenómeno que, según han coincidido todos, "ha llegado a España debido a un sentimiento de agravio que algunos votantes han experimentado, de una manera o de otra", en palabras del jefe de opinión del diario El Mundo, Jorge Bustos. Antes de llegar ahí, sin embargo, el periodista Arcadi Espada, prologuista de la obra, ha sido el primero en tomar el micrófono, para resumir de manera escueta lo que, para él, es lo más característico de Vox: "Creo que lo principal", ha dicho, "es que se trata de un partido eminentemente nacionalista. Eso es innegable. Y es un partido que se asemeja hasta cierto punto a los partidos independentistas catalanes, por su voluntad de restarle derechos a los ciudadanos".
A ese respecto, Müller ha querido intervenir y añadir otro factor a la ecuación: "Tratando de analizar la idiosincrasia del partido, de sus líderes y de sus votantes mayoritarios, la conclusión clara es que pertenecen, o se asemejan mucho, al nacionalcatolicismo tradicional. En ese sentido Vox es un partido eminentemente católico, además de nacionalista". "Su programa, de hecho", ha añadido Espada, "es fundamentalmente católico y religioso, antes que otras cosas".
Por otro lado, sin embargo, apuntando hacia las razones por las que el partido ha conseguido tantos votantes en tan poco tiempo, Bustos ha preferido señalar hacia otro lado: "Creo que es importante la idea del agravio. Existe un segmento de la población que se ha sentido atacado, o indefenso ante el devenir vertiginoso del mundo en el que vivimos. Es un poco lo que pasó con el auge de Podemos, solo que en vez de ser revolucionarios, sus votantes son más reaccionarios: quieren regresar a la tradición. En ese sentido Vox se ha erigido sobre tres ejes: la Historia de España y la reivindicación de un 'pasado glorioso' de la nación; la inmigración, un caso curioso, porque España tampoco es un país, como sí podrían, tal vez, serlo otros, en el que el prototipo de español blanco europeo pueda sentirse especialmente amenazado, ni desplazado, por los inmigrantes; y por último en el antifeminismo". "En ese sentido", ha continuado, "en la medida en que el agravio sea real, el partido se consolidará; y si no lo es, acabará diluyéndose".
Cataluña
Además, otra circunstancia fundamental, señalada por todos, a la hora de entender la irrupción del partido es el problema del secesionismo catalán. "Cataluña ha sido la sala de partos de Vox. Es su criatura. Vox no existiría sin el golpe de Estado en Cataluña", ha analizado Cristian Campos, de El Español. "Es evidente que muchos de los votos que han tenido han sido un castigo de los votantes a las tímidas políticas de Rajoy con el procés".
Y en ese sentido, Narciso Michavilla, sociólogo y especialista en análisis electoral, se ha atrevido a vaticinar que existe la posibilidad de una nueva sorpresa en las urnas. "Porque hemos detectado un nuevo nicho social que se siente huérfano, y al que aún no ha sabido aglutinar ningún partido: los catalanistas no independentistas. En el momento en el que surja un partido con el que se sientan identificados, habrá sorpresa".
Popurrí económico
Entre la decena de firmas que conforman el libro se encuentra la del redactor jefe de Libre Mercado, Manuel Llamas, que ha dedicado su capítulo a analizar el programa económico del partido de Santiago Abascal. "El programa económico de Vox es una combinación de liberalismo, populismo y proteccionismo", ha explicado. "¿Aunque qué partido no es hoy en día hasta cierto punto populista en lo económico?". "Vox lleva en su programa una serie de medidas eminentemente liberales, como la liberación completa del suelo para edificar, y otras que, aún pudiendo ser liberales, son también populistas: es el partido que propone la mayor rebaja fiscal del panorama nacional. Quiere cambiar los tipos del IRPF, y reducir el IVA, criticando de paso las medidas anteriores del PP y del PSOE; pero no explica cómo pretende equilibrar las cuentas, teniendo en cuenta que perdería hasta sesenta mil millones de euros de recaudación con la bajada impuestos que pretende. Su única respuesta ante esa evidencia es que van a reducir los 'gastos políticos', que no sabemos muy bien qué significa eso… Y salta a la vista que, además, sería insuficiente".
"Otra cuestión es la medida centralizadora: cuando justifican su propuesta de eliminar las autonomías por el ahorro del Estado. En realidad eso no está ni mucho menos demostrado. Francia es de los países más centralizados en lo económico de Europa, por ejemplo, y lleva sin conseguir equilibrar sus cuentas durante las últimas cuatro décadas. Y Suiza, por otro lado, es un país enormemente descentralizado, y tiene de las economías más sanas del continente". Pese a todo, Llamas ha mencionado que no cree que a los dirigentes de Vox "les preocupe demasiado lo económico. Su discurso político va por otro lado…".