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La vida del Brian español, un cerebro incomprendido por la masa

Reino de Cordelia recopila todas las viñetas de Brian the Brain, las novelas gráficas más reconocidas de Miguel Ángel Martín.

Brian the Brain (Reino de Cordelia) es tan inteligente que su cerebro se deja ver por fuera de la cabeza. Nació, como pudo explicar ayer su creador, Miguel Ángel Martín (León, 1960), en una tira cómica del Diario 16 llamada Días Felices. "En ella, dos chicos se enteraban de que iba a llegar a estudiar a su colegio un niño muy listo, y en la última viñeta aparecía ese chaval, que era tan, tan inteligente, que en vez de pelo tenía masa cerebral". Al poco, y aprovechándose de los encargos que recibía de Krazy Comics, el historietista terminó rescatando a ese secundario y comenzó, de manera improvisada, a confeccionar el universo del niño con telequinesis que acabaría conquistando la escena del cómic underground de los noventa.

Las historias de infancia de Brian, plagadas de pérdidas y decepciones, concluyeron en 1993, pero no fue hasta 2005 que aparecieron todas recopiladas en un único volumen. Después, en 2011, su autor retomaría el hilo publicando la novela gráfica Motor Lab Monqi, viñetas que se adentran en la juventud y adolescencia de un personaje que es sometido a experimentos en el mismo laboratorio en el que fue utilizada su madre. Y por último, en 2014, la última parte de la trilogía se centraría en la etapa decadente y problemática del Brian adulto. Ahora, seis años después, es la editorial Reino de Cordelia la que ha decidido recopilar toda la trayectoria de Brian the Brain en un integral que acaba de salir a la venta.

"Lo cierto es que la evolución de Brian, en todos los niveles, desde la complejidad de la historia hasta la limpieza del dibujo", comentó Martín durante la presentación del libro, "nunca estuvo demasiado premeditada. Al principio tuvo que ver sobre todo con el espacio del que disponía en las tiras cómicas, que era bastante limitado, y después, llegó un momento en el que noté que el personaje me estaba pidiendo crecer". "Porque en las primeras viñetas sí que era creíble que Brian fuese pequeño, pero poco a poco fue evolucionando solo, madurando, elaborando razonamientos más complejos, y entonces me di cuenta de que tenía que cumplir años, que no se podía quedar como un niño para siempre".

Esa es la única explicación que encontró Martín al analizar su trayectoria. "Yo nunca pienso en estas cosas cuando dibujo. Me entero después, cuando hablan de mi trabajo otras personas. Pero la evolución de todos mis personajes es espontánea, viene del mero trabajo constante, de tener que sentarme a dibujar un día, y otro, y otro, y otro…". Tampoco ha sido consciente nunca del éxito de sus historias, tanto las de Brian the Brain como las de Rubber Flesh o Psychopathia Sexualis. Él simplemente publicaba, sin darse cuenta de que iba generando cada vez más público en la escena underground europea. Sin embargo, poco a poco, los reconocimientos inevitables le fueron llegando: primero el Premio Autor Revelación del Salón Internacional del Cómic de Barcelona, y finalmente el Premio Yellow Kid –el Óscar de los cómics– al mejor autor extranjero. Por ello, a día de hoy es una de las mayores referencias del continente, y es considerado "un pionero, un icono de los noventa y una enorme influencia" por personas como Elisa Victoria, autora de la novela, recientemente publicada, Vozdevieja (Blackie Books).

El individuo contra el grupo

"Yo aprendí a leer con Miguel Ángel y, pese a su temática oscura, bastante dura, me vino bien", dijo Victoria. "A veces me rayé bastante, es verdad, pero creo que la rayadura también me sentó bien. Y de todas formas, Brian the Brain es su cómic menos duro, y él es genial, así que…". La diferencia más grande entre Brian y el resto de personajes creados por Martín es su respuesta ante los males del mundo. Brian es un niño peculiar, extraño, marcado desde que nació por una "malformación" en su cabeza, y por eso se ve obligado a convivir con el rechazo y la soledad desde su más tierna infancia. También le suceden cosas terribles: desde abandonos hasta las muertes de las únicas personas que se acercan a él. Pero pese a todo nunca cae en la rabia ni en la autocompasión. "Es una especie de pequeño santo, una persona pura y buena, rodeada de maldad", resumió Victoria.

"Lo que pasa es que nunca quise caer en el cliché", explicó Martín acto seguido. "En los cómics de los noventa esa temática oscura era muy común, pero prácticamente todos los personajes reaccionaban contra el mundo de una manera muy petulante. Brian no culpa al mundo de lo que le pasa, simplemente asume lo que le ha tocado vivir. Para él no es todo una mierda, y por eso no es uno de esos resentidos que culpan siempre a los demás de sus problemas y que parecen creerse que los únicos perfectos son ellos", soltó después. "Eso era muy típico de los cómics antes, y a mí no me gustaba mucho".

La temática general de las historias de Miguel Ángel, como señaló Elisa Victoria, se centra primordialmente en la contraposición entre el individuo y la masa que lo rechaza o que quiere dominarle. "Ya dice el dicho que clavo que destaca, martillazo que recibe", dijo Martín. "Y de mis personajes, Brian es el que más martillazos se lleva, sin duda. Pero también eso es porque es el que menos se defiende de los ataques. Él más bien lo único que quiere es querer a alguien, nada más". Quizás por ello Manuel Vilas, en el prólogo de este integral que ahora sale publicado, resuma toda su historia como "un inmenso canto a la soledad de los seres humanos".

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