Desde la infancia, pasando por toda las distintas etapas de la vida, la música es fiel compañera de todas las personas. Sonidos y canciones forman parte de la cotidianeidad y de la historia de toda persona y comúnmente se utilizan para relajación, disfrute o compartir momentos.
Sin embargo, ¿Realmente la sociedad es consciente de los beneficios que puede aportar escuchar música? Estudios sobre el tema aportan que puede generar estímulos cerebrales que mejoren el estado de ánimo y de salud, las relaciones con terceros y los modos de afrontar las situaciones que se presentan en el día a día.
A través del baile, el canto o la simple escucha, la música puede influir de manera beneficiosa en aspectos físicos, reforzando la musculación, la motricidad y mejorando la agilidad, resistencia, respiración y frecuencia cardíaca. En lo emocional y cognitivo, con la expresión de sentimientos y el control de la ansiedad y depresión. Además, permite mayor sociabilidad, estimula la capacidad de atención, el aprendizaje y la creatividad. También se encarga de generar ambientes de tranquilidad, relajación e incluso meditación.
Música, atención y aprendizaje
Todos los que han aprendido el abecedario saben que es más fácil memorizar una lista si va con música. Igual pasa con las tablas de multiplicar o las listas de números. Pero no es simplemente algo en lo que coincida la gente sino que la investigación científica respalda la experiencia común que dice que aparear la música con el ritmo y el tono mejora el aprendizaje y la memoria.
La música puede ayudar a los niños y adolescentes con problemas de atención de varias maneras. Primero, se puede usar como una recompensa a un comportamiento deseado. Por ejemplo, por prestar atención a la tarea durante 10 minutos, se puede recompensar a un niño con la oportunidad de escuchar música durante 5 minutos. Segundo, se puede usar para ayudar a mejorar la atención a tareas académicas "aburridas" como la memorización, usar canciones, ritmos y baile o movimiento para mejorar el interés de las listas a memorizar. Tercero, se pueden usar pistas musicales para ayudar a organizar actividades, un tipo de música para una actividad (estudiar), otro para otra actividad diferente (comer) y un tercer tipo para irse a la cama. Cuarto, los estudios demuestran que la música tranquila puede promover un comportamiento pro-social y disminuir un comportamiento impulsivo.
La música y la ansiedad
Muchas personas encuentran que la música familiar es reconfortante y tranquilizante. De hecho, la música es tan eficaz para reducir la ansiedad, que a menudo se usa en entornos dentales, preoperatorios y de radioterapia para ayudar a los pacientes a enfrentar sus preocupaciones acerca de los procedimientos. La música ayuda a disminuir la ansiedad en los adultos mayores, mamás primerizas y en los niños también. Ahora bien, como se pueden imaginar, no vale cualquier tipo de música para relajar a todo el mundo.
Cualquier tipo de música relajante puede contribuir a estados de ánimo más tranquilos. La música tranquilizante puede combinarse con terapia cognitiva para reducir la ansiedad incluso más eficientemente que la terapia convencional por sí sola. Por ello, en aquellos lugares donde se requiere de una relajación como pueden ser consultas médicas o sitios de masajes la música que suena es relajante, normalmente tiene notas de sonidos de la naturaleza ya sean pájaros, viento o el mar.
Algunos estudios sugieren que la música especialmente diseñada, como la música que incluye entonaciones que inducen intencionalmente ritmos para los dos oídos que ponen las ondas del cerebro en ritmos delta o zeta relajados, puede ayudar a mejorar los síntomas en pacientes ansiosos aún más que la música sin estas entonaciones; escuchar esta música sin otra distracción promueve los mejores beneficios.
Efectos positivos de la música para la salud mental
- Eleva el ánimos y la motivación
Los malos días se curan poniendo la música que más se disfruta lo más alto posible. Los tonos musicales y la letra parecen casi siempre tener un impacto positivo e instantáneo en el estado emocional ¿Hay desmotivación? ¿Cansancio o frustración? Escuchar canciones de ritmo acelerado proporcionará ese chute de energía tan necesario.
- Reduce el estrés
Ya sea que esté de fondo o se le esté prestando atención, ciertos géneros de música tienen la capacidad de liberar del estrés. Por ejemplo: La música suave o ambiental, proporciona un estímulo relajante para el cerebro.
- Promueve el enfoque
Uno de los beneficios principales de la música es que se pueden escuchar las canciones favoritas mientras que se realizan otras actividades. Si se tienen problemas para mantenerse concentrado en alguna actividad; ya sea de estudio, trabajo o en el hogar, lo recomendable es escuchar música clásica o instrumental.
- Ayuda a la relajación
Desconectar de todo al final de un día largo es algo que toda persona disfruta y cada uno lo hace a su manera. Escuchar música es una forma rápida y sencilla para descargar energía, liberar tensiones y reducir lo niveles de estrés o ansiedad, sobre todo, si se baila mientras se escucha música. Cuando soltamos nuestros músculos también soltamos nuestras mentes. Pero, si lo que se busca es descansar, escuchar música mientras uno se queda dormido es una excelente forma de relajarte pues ayuda a bajar la respiración y calmar tu mente, eso sí, no puede ser rock ni electrónica sino que deberá ser música relajante.
- Reduce la ansiedad y la depresión
Reconocer el efecto que tiene la música sobre las emociones será útil en momentos que donde se enfrentan sentimientos de ansiedad o depresión. Cualquier tipo de música relajante puede contribuir a un estado de ánimo más tranquilo. Es por ello que la músicoterapia se ha convertido en una forma popular de tratar condiciones de salud mental. Algunos estudios sugieren que la música, especialmente diseñada con entonaciones intencionales de ritmo para el oído, pueden ayudar a mejorar los síntomas de pacientes con ansiedad.
- Contribuye a reducir el dolor
La terapia musical hace que se liberen endorfinas, que actúan como analgésicos naturales. De hecho, existen múltiples estudios que constatan que la música puede reducir el dolor de algunas enfermedades crónicas como, por ejemplo, la artrosis.
- Ayuda en desórdenes neurológicos
Tales como el Alzheimer, Parkinson o Autismo. Además, la música es como un gimnasio para el cerebro, ya que aumenta la comunicación neuronal, la elasticidad y la plasticidad del órgano.
- Fortalece el sistema inmunológico
Aumenta la producción de plaquetas, estimula los linfocitos y la protección celular ante determinadas enfermedades. Asimismo, escuchar música también puede disminuir los niveles de cortisol, los cuales pueden conducir a una disminución de la respuesta inmune.
- Potencia la memoria
Al escuchar música se activan varias zonas del cerebro por lo que se procesa mejor la información. Varios informes han confirmado que escuchar música o tocar un instrumento hace que se aprenda mejor. Así, según un estudio publicado por científicos de la Universidad de Helsinki, la música de Mozart activa el cerebro izquierdo y derecho, lo que maximiza el aprendizaje y la retención de información.
- Combate el dolor de cabeza
Gracias a su efecto relajante y desestresante otro de los beneficios de escuchar música es que puede ayudar a aquellos que padecen de migraña o cefaleas.
- Reduce la presión arterial
Según una investigación de la Sociedad Estadounidense de Hipertensión, en Nueva Orleans, escuchar 30 minutos de música clásica, celta o raga a diario puede reducir significativamente la presión arterial alta.