
El desarrollo del futuro carro de combate europeo ya está en marcha. Un total de 51 empresas de 12 países europeos diferentes –once de la Unión Europa y Noruega– se han unido para diseñar un sistema de combate terrestre de nueva generación que aumente la autonomía estratégica del continente. El empujón inicial llega con 20 millones de euros procedentes del Fondo Europeo de Defensa, que depende de la Comisión Europea.
Se trata de diseñar y fabricar un carro de combate principal (MBT) adaptado a las amenazas del siglo XXI, basado en tecnologías innovadoras y que incorpore las lecciones aprendidas en los conflictos bélicos más reciente, especialmente la invasión rusa de Ucrania. Este nuevo sistema deberá dar respuesta a necesidades comunes de los países europeos participantes, reforzando su interoperabilidad y capacidades militares conjuntas.
La iniciativa representa un paso estratégico hacia la consolidación de una base industrial europea más cohesionada y autosuficiente en materia de defensa. En un escenario geopolítico cada vez más incierto. La Comisión Europea considera que proyectos de este tipo refuerzan la cooperación transfronteriza y el desarrollo conjunto de capacidades militares avanzadas, posicionando a Europa como un actor más independiente.
El proyecto estará liderado fundamentalmente por Marte Arge, un consorcio conformado por dos gigantes de la defensa europea como KNDS y Rheinmetall. Tras este consorcio, habrá cinco líderes industriales que dirigirán los diferentes grupos de trabajo. Se trata de las propias KNDS y Rheinmetall, a las que se unen también para esta función la italiana Leonardo, la sueca SAAB y la española Indra.
La participación española va más allá de la multinacional tecnológica, que tiene una parte de su accionariado controlado por el Gobierno. Otras cinco empresas nacionales van a participar de forma directa en el desarrollo del futuro carro de combate europeo. Se trata de Sener, SAPA Placencia, Escribano EM&E, Piedrafita y GDELS-Santa Bárbara Sistemas.
Los ministerios de Defensa de once países están apoyando esta iniciativa (Alemania, Bélgica, España, Estonia, Finlandia, Grecia, Italia, Países Bajos, Noruega, Rumanía y Suecia) y podrían convertirse en los futuros usuarios del sistema terrestre. El Ministerio de Defensa de Lituania no ha mostrado de momento su apoyo a la iniciativa, pese a que tiene una empresa (BPTI) dentro del proyecto.
Es llamativo que dos de las empresas que lideran el proyecto, KNDS y Rheinmetall, están liderando también otro proyecto paralelo, junto a la francesa Thales, para desarrollar un carro de combate conjunto franco-alemán que sustituya a los que están actualmente operativos en ambos países. Queda por ver en el futuro los dos programas terminarán convergiendo en uno solo.

