L D (EFE)
Al margen del mérito de Pettersson, criado como jugador en Carolina del Norte y en donde tiene fijada su residencia, otros tres norteamericanos se encuentran enrolados en la multitudinaria segunda plaza (Steve Jones, Len Mattiace y Phil Mickelson), mientras el General con mando en plaza, Tiger Woods, mostraba su solidez como favorito. El arranque del tercer torneo de Grand Slam de la temporada tuvo dominio estadounidense, a poco más de un mes de la Copa Ryder en The Belfry (Inglaterra). Un mal augurio para Europa, que fue propiciado, en gran medida, por el buen tiempo, que atenuó la agresividad de Muirfield, un auténtico león dormido que, sin embargo, no fue aprovechado por los españoles. Waldorf, de 39 años y una de las caras más amables del golf, por fin puede decir que su paso, nunca inadvertido, por un torneo va más allá de su extravagante vestimenta y su buen humor. Su camisa y gorra con flores estampadas fue seguida, tan sólo, por su compatriota Toms, quien saltara a la fama tras ganar el US PGA del año pasado.
Tiger Woods, el gran favorito, comenzó sólido con 70 impactos (1 bajo par). El Tigre mostró su firme candidatura, que pudo ser terrorífica si llega a embocar al menos la mitad de los 7 birdies que desperdició con el putt . La posibilidad de que Tiger consiga su tercer Grande de la temporada sigue en pie, a pesar de la dureza y rapidez de los greenes a los que no logró acoplarse, aunque el link escocés de Muirfield estuvo a medio gas, pues el viento apenas molestó y el día se mantuvo seco y soleado. Esa bonanza meteorológica ha permitido que hasta 12 jugadores compartan la cuarta plaza con 68 impactos, y que 35 terminaran por debajo de 71 golpes, el par del campo. Muirfield mostró, para empezar, su rostro más benigno. No durará mucho, pues el pronóstico tiende a una variación que dará más interés y dificultará la competición.
En ese nutrido grupo, ninguno de los cuatro españoles en liza se pudo colar. Sólo Sergio García fue capaz de firmar el par (71). Olazábal y Jiménez signaron 73 y Larrazábal pisó la realidad con 77 impactos.
Sergio García comentó la víspera que necesitaba arrancar con confianza y ésta no le llegó hasta los segundos nueve hoyos. El castellonense firmó el par, pero sufrió hasta el séptimo hoyo. En ese par 3 hizo un doble bogey , tras golpear con el hierro 8 y ver cómo su bola aterrizaba en bunker para acomodarse ésta en una situación imposible de sacar a green al primer intento. El de Borriol, posteriormente, enderezó su camino poco a poco para lograr tres birdies sin fallos en los últimos 9 hoyos.
Olazábal estuvo muy gris en un día nada húmedo y con poco viento. No está fino el vasco. Pisó mucho rough , lo que dada su altura en este campo no es nada bueno, por lo que ahora se encomienda a una remontada para seguir vivo. El guipuzcoano es evidente que está fuera de swing , agarró pocas calles (6 en total), no usó los hierros con la misma eficacia de siempre y se estrelló con el putt para redondear un triste comienzo. Aún así, Olazábal selló 73 golpes (2 arriba), los mismos que necesitó un desconfiado Jiménez, quien tampoco acaba de encontrarse con su mejor juego. También con dos golpes sobre el par del campo se ha situado el malagueño Miguel Ángel Jiménez, mientras que el joven debutante Alejandro Larrazábal ha cuajado una discreta actuación (+6) en esta primera jornada.
Tiger Woods, el gran favorito, comenzó sólido con 70 impactos (1 bajo par). El Tigre mostró su firme candidatura, que pudo ser terrorífica si llega a embocar al menos la mitad de los 7 birdies que desperdició con el putt . La posibilidad de que Tiger consiga su tercer Grande de la temporada sigue en pie, a pesar de la dureza y rapidez de los greenes a los que no logró acoplarse, aunque el link escocés de Muirfield estuvo a medio gas, pues el viento apenas molestó y el día se mantuvo seco y soleado. Esa bonanza meteorológica ha permitido que hasta 12 jugadores compartan la cuarta plaza con 68 impactos, y que 35 terminaran por debajo de 71 golpes, el par del campo. Muirfield mostró, para empezar, su rostro más benigno. No durará mucho, pues el pronóstico tiende a una variación que dará más interés y dificultará la competición.
En ese nutrido grupo, ninguno de los cuatro españoles en liza se pudo colar. Sólo Sergio García fue capaz de firmar el par (71). Olazábal y Jiménez signaron 73 y Larrazábal pisó la realidad con 77 impactos.
Sergio García comentó la víspera que necesitaba arrancar con confianza y ésta no le llegó hasta los segundos nueve hoyos. El castellonense firmó el par, pero sufrió hasta el séptimo hoyo. En ese par 3 hizo un doble bogey , tras golpear con el hierro 8 y ver cómo su bola aterrizaba en bunker para acomodarse ésta en una situación imposible de sacar a green al primer intento. El de Borriol, posteriormente, enderezó su camino poco a poco para lograr tres birdies sin fallos en los últimos 9 hoyos.
Olazábal estuvo muy gris en un día nada húmedo y con poco viento. No está fino el vasco. Pisó mucho rough , lo que dada su altura en este campo no es nada bueno, por lo que ahora se encomienda a una remontada para seguir vivo. El guipuzcoano es evidente que está fuera de swing , agarró pocas calles (6 en total), no usó los hierros con la misma eficacia de siempre y se estrelló con el putt para redondear un triste comienzo. Aún así, Olazábal selló 73 golpes (2 arriba), los mismos que necesitó un desconfiado Jiménez, quien tampoco acaba de encontrarse con su mejor juego. También con dos golpes sobre el par del campo se ha situado el malagueño Miguel Ángel Jiménez, mientras que el joven debutante Alejandro Larrazábal ha cuajado una discreta actuación (+6) en esta primera jornada.
