(Libertad Digital) En otro momento, la ausencia del 'guaje' hubiese propiciado que la selección española cayese en el victimismo y que maldijese su mala suerte. Pero ahora no. Luis Aragonés no podrá contar con el máximo goleador de la Eurocopa, lesionado en la semifinal, pero el ambiente que envuelve al equipo no puede ser más optimista. Después de una primera fase impecable, con pleno de triunfos (Rusia, Suecia y Grecia), la selección nacional dio un vuelco a la historia al eliminar a Italia en los penaltis, superando la 'maldición' de los cuartos de final, y dando un auténtico recital ante Rusia en semifinales. Ahora espera Alemania, un equipo con un transitar muy irregular en esta Eurocopa. Se clasificó como segunda de grupo para cuartos, donde superó a Portugal, y tuvo que recurrir a la heroica para eliminar en semifinales a la 'milagrosa' Turquía.
España es el equipo más goleador y el que menos tantos ha encajado por minutos jugados. Es el que más dispara a puerta y ha encontrado, cuando menos se esperaba, un "pasillo de seguridad", como le gusta decir a Luis, que funciona. Es el formado por Senna, Puyol y Marchena. Por eso, el enfrentamiento contra Alemania, un rival que en otras épocas hubiese parecido inaccesible, se observa como una fiesta en Viena, donde la afición local ha tomado partido a favor del conjunto español.
Sin Villa, Luis probablemente optará por mantener a Cesc Fábregas en el once titular, sobre todo después de su buena actuación ante Rusia. La otra opción es dar entrada a Dani Güiza, que ya suma dos tantos en el torneo pero hasta ahora ha actuado más como un revulsivo en las segundas partes. El resto será el equipo que se sabe al dedillo la afición española, un síntoma de que Luis parece haber cumplido su objetivo. "Me hice cargo de una selección y quiero dejar un equipo", ha repetido con insistencia. La ausencia de Villa hace que todas las miradas giren hacia Fernando Torres, la 'estrella' española antes de llegar a Austria pero que ha tenido una trayectoria irregular en el torneo.
Donde más parece flaquear la 'Mannschaft' es por el centro de la defensa, con Christoph Metzelder y Per Mertesacker, que sufren frente a jugadores rápidos. Joachim Löw, el técnico alemán, puede dar entrada en el equipo a Torsten Frings, el escudero de Michael Ballack. El capitán alemán es seria duda para la finalísima ante España por problemas musculares en su gemelo derecho. Habrá que esperar al domingo por la tarde para comprobar si el jugador del Chelsea puede entrar en el once titular. Löw ya ha dicho que "no está totalmente descartado" y que en su puesto pueden jugar tanto Bastian Schweinsteiger, uno de los mejores jugadores alemanes en esta Eurocopa, o Tim Borowski. Lo que no está tan claro es que el técnico vaya a volver al sistema con el que comenzó el campeonato (4-4-2). Ha descubierto que con dos centrocampistas de contención por detrás de Ballack, éste juega con más libertad y Alemania saca ventaja de su mejor jugador. Eso, claro está, lo volverá a poner en práctica si puede contar finalmente con su capitán.
La explosiva irrupción de Schweinsteiger, la confirmación de Lukas Podolski como un buen goleador y la capacidad de Miroslav Klose para aprovechar cualquier mínima ocasión, son la mayor amenaza que muestra el tricampeón de Eurocopa. Con un buen ataque y juego por las bandas, el conjunto alemán ofrece un fútbol atractivo, pero también vulnerable. Alemania ha encajado cuatro goles en los dos partidos eliminatorios -dos contra Portugal en cuartos y otros tantos frente a Turquía-, mientras que España ha basado su éxito en su capacidad para mantener la puerta a cero.
Pero este domingo, sobre el césped del antiguo Prater, ya no vale el pasado. Ni el inmediato, ni el remoto. Cuarenta y cuatro años después, España puede renovar su condición de campeona, quitar las telarañas al trofeo y recuperar, esta vez en color, una euforia que ha permanecido demasiado tiempo congelada.
Sin Villa, Luis probablemente optará por mantener a Cesc Fábregas en el once titular, sobre todo después de su buena actuación ante Rusia. La otra opción es dar entrada a Dani Güiza, que ya suma dos tantos en el torneo pero hasta ahora ha actuado más como un revulsivo en las segundas partes. El resto será el equipo que se sabe al dedillo la afición española, un síntoma de que Luis parece haber cumplido su objetivo. "Me hice cargo de una selección y quiero dejar un equipo", ha repetido con insistencia. La ausencia de Villa hace que todas las miradas giren hacia Fernando Torres, la 'estrella' española antes de llegar a Austria pero que ha tenido una trayectoria irregular en el torneo.
Donde más parece flaquear la 'Mannschaft' es por el centro de la defensa, con Christoph Metzelder y Per Mertesacker, que sufren frente a jugadores rápidos. Joachim Löw, el técnico alemán, puede dar entrada en el equipo a Torsten Frings, el escudero de Michael Ballack. El capitán alemán es seria duda para la finalísima ante España por problemas musculares en su gemelo derecho. Habrá que esperar al domingo por la tarde para comprobar si el jugador del Chelsea puede entrar en el once titular. Löw ya ha dicho que "no está totalmente descartado" y que en su puesto pueden jugar tanto Bastian Schweinsteiger, uno de los mejores jugadores alemanes en esta Eurocopa, o Tim Borowski. Lo que no está tan claro es que el técnico vaya a volver al sistema con el que comenzó el campeonato (4-4-2). Ha descubierto que con dos centrocampistas de contención por detrás de Ballack, éste juega con más libertad y Alemania saca ventaja de su mejor jugador. Eso, claro está, lo volverá a poner en práctica si puede contar finalmente con su capitán.
La explosiva irrupción de Schweinsteiger, la confirmación de Lukas Podolski como un buen goleador y la capacidad de Miroslav Klose para aprovechar cualquier mínima ocasión, son la mayor amenaza que muestra el tricampeón de Eurocopa. Con un buen ataque y juego por las bandas, el conjunto alemán ofrece un fútbol atractivo, pero también vulnerable. Alemania ha encajado cuatro goles en los dos partidos eliminatorios -dos contra Portugal en cuartos y otros tantos frente a Turquía-, mientras que España ha basado su éxito en su capacidad para mantener la puerta a cero.
Pero este domingo, sobre el césped del antiguo Prater, ya no vale el pasado. Ni el inmediato, ni el remoto. Cuarenta y cuatro años después, España puede renovar su condición de campeona, quitar las telarañas al trofeo y recuperar, esta vez en color, una euforia que ha permanecido demasiado tiempo congelada.
Alineaciones probables
Alemania: Lehmann; Friedrich, Mertesacker, Metzelder, Lahm; Hitzlsperger, Frings; Schweinsteiger, Ballack o Borowski; Podolski; y Klose
España: Casillas; Sergio Ramos, Puyol, Marchena, Capdevila; Senna; Xavi, Iniesta, Silva, Cesc; y Fernando Torres
Árbitro: Roberto Rosetti (Italia)
Estadio: Ernst-Happel de Viena. 20.45 horas (Cuatro)